Un año en imágenes
Segunda parte: primavera

17 de Diciembre.- La primavera en Viena es una estación singularmente hermosa, por lo crudo del invierno, principalmente. Sin embargo, este año, al ser el invierno más flojillo, parece que no me hizo tanta ilusión que la primavera llegase como en 2006. Aún así, los meses primaverales dejaron alguna que otra estampa idílica, como esta. Aunque no se crea, esto está sólo a 20 minutos en coche de Viena.

También hubo viajecillo: Florencia. Tren en coche cama para llegar al amanecer a la ciudad ideal para padecer un síndrome de Stendahl. En la imagen, un servidor con el Ponte Vecchio de fondo (que, por cierto, no es tan Vecchio, porque fue reconstruido después de la guerra mundial)
Los pintores del renacimiento no tuvieron que inventar para dotar a sus figuras de apariencia estilizada. Abajo, una viandante florentina que uno capturó con su aparato de fotografiar.

Los jardines del Hoffburg restallando de verdor. Fue la visita de A. y M. Tuvieron suerte y les hizo muy buen tiempo.

Rovijn en Croacia. Costas paradisiacas, jubilados marchosetes haciéndose la balada de la trompeta...Bueno, en fin. Marisco y pescadito a precios populares (por no hablar de la de cosas falsas de marca que me traje, que aquello no era normal).

Salzburgo, la ciudad de la música. Cuando fui, no estaba todavía la primavera en su máximo esplendor. Pero aún así, el centro histórico de la antigua ciudad estado es imponente. Para ponerse a hacer gorgoritos como Julie Andrews.

Violetas, en este caso no imperiales, recogidas en las cercanías de la ermita de María Grün en el Prater. Aromas irrepetibles y flores frágiles como la vida.

Los árboles de Schönbrunn cuajaditos de flores. Nunca la primavera fue tan lujuriante ni tan fotogénica.


1 comentario:

Toni Solano dijo...

¡Oh, cielos! ¡Qué mala es la envidia!
Saludos y felices fiestas