El presidente electo de los Estados Unidos, Sr. Barack Obama
Mr. President

5 de Noviembre.- Querida Ainara: qué bonita estás en las últimas fotos tuyas que tengo, con tus cuatro dientecillos. Me dicen que no paras quieta, y que traes de cabeza a tus abuelos y a tus padres. También me ha dicho un pajarito que me conoces y quiero creer que, de alguna manera, asocias la foto mía que tu abuela tiene en el comedor –la del marco gris, la que me hice en Florencia el año pasado- con esa voz lejana que te llega por teléfono.
Hoy miércoles, Ainara, ha sucedido algo que quizá cambie el curso de la historia. De momento, ya puede decirse que tiene un fortísimo valor simbólico: esta noche, Barack Obama se ha convertido en el primer hombre negro que es elegido presidente de los Estados Unidos de América (país que, aunque de influencia menguante, sigue contando lo suyo en los destinos de esta pelota azul). Tú lees esto con una información de la que yo carezco al escribir. Sabrás si Obama fue un político eficaz o si todas las promesas con las que empieza su mandato se convirtieron en agua de borrajas.
De momento, déjame que te diga sin embaro que los europeos hemos recibido la noticia con euforia. Aunque no sólo nosotros: en Kenia, país de origen de la familia paterna del presidente electo, parece ser que se ha proclamado un jubiloso día de fiesta nacional-.
Como te decía los europeos, como el resto de los ciudadanos del mundo, hemos deseado, algo ingenuamente, que este hombre sea el político recto, decente e inteligente que el mundo necesita en este momento. Un político que palíe en lo posible los estragos cometidos por su antecesor, George W. Bush, un hombre cuya victoria olió a pucherazo orquestado por su hermano Jeb (el mismo que tuvo el cuajo de saludar al Presidente de la República Española durante una visita oficial absurdísima). Bush, decía: un personaje cerril y siniestro que ha hundido al mundo en un marasmo del que le será difícil salir. Aquí te pongo algunos ejemplos, tú sabrás cómo acabaron: una crisis económica que devora la estructura financiera mundial a ojos vistas, un par de guerras impulsadas por la avaricia y el fanatismo religioso. Bush ha sido un presidente que se rodeó de personajes tan miopes como delirantes (el español Jose María Aznar, el británico Toni Blair) que vendieron su alma al diablo por salir en unas fotos que los facturaron de cabeza a la infamia. Los tres, arrogándose la representación de un mundo al que no representaban, aportaron medios para llevar a cabo las sangrientas chapuzas del americano (así y no de otra forma es preciso llamar a las invasiones de Afganistán y de Irak, que han convertido la región en un charco de sangre que sólo beneficia a la industria armamentística).
El mundo mira a Obama con una ardiente esperanza, aún cuando todos somos conscientes de que, ante él, se abre un amplísimo catálogo de formas de meter la pata hasta el corbejón. Incluyendo la de dejarse matar, como ya ha ocurrido antes con otros presidentes que se atrevieron a sacar los pies del plato.
Esperemos que, cuando pasen los años, puedas decirme que este hombre vino para enderezar un poco lo que estaba torcido.
Besos de tu tío.

8 comentarios:

amelche dijo...

A ver qué pasa. Que no nos salga rana...

Anónimo dijo...

¿El mundo cambia? ¿Cuál, dónde? Creo que es todo más de lo mismo; con una estrategia más taimada (Obama), cierto; pero pagada por los de siempre. A estas alturas todos sabemos que sirven a señores poderosos, además no se esfuerzan en ocultarlo. ¿Por qué ponen de secretario del Tesoro a un antiguo mandamás de Wall Street? ¿Por qué Brzezinski y Soros apoyan al mulato? Asimismo, el soporte de la escoria mediática no puede considerarse “unas buenas referencias”. Obama me resulta un pelma, aunque entiendo que el populismo huero y la demagogia forman parte del guión que cualquier marioneta debe representar:”El que tiene el culo alquilado caga cuando lo dice el amo”.
Ahora nos esperan semanas con el bombardeo de la segunda venida del Mesías; pero después todo volverá al punto de origen: los “tiradores al pichón” ya realizan práctica por si acaso. ¿De dónde proviene el 70% de las donaciones para la campaña del mulato?, ¿de dónde sale el dinero para “salvar” al sistema financiero? Más de lo mismo: un sistema que cambia con su alimento favorito: nosotros. ¿El mundo cambia? ¿Cuál, dónde?
Saludos.

Fdo: El pobre...

Alberto dijo...

No es que tenga muchas expectativas. Pero en cualquier caso la idea de cerrar toda esta epoca de humillación humana me entusiasma, con cualquiera que llegue (que no sea del mismo partido republicano, claro esta). Espero que tambien con esto caigan muchos mitos de norteamerica, esos que el americano de a pie no se imagina que se puedan tener. Una cosa son los gobiernos...otra la gente. Un saludo

Liberto Brau dijo...

Liberto Brau, del clan literario de Pau Llanes (Arterapia Sentimental), les anuncia e invita a la inauguración de su blog “Amanece púrpura”. Se trata de una novela en proceso que el autor irá publicando capítulo a capítulo, semanalmente, si se cumplen sus expectativas tanto de lectores como de apoyos en sus comentarios. Para ello recomienda leer entre otros textos de introducción el “Acuerdo del autor con sus lectores”. Ojalá la lectura de este primer capítulo de “Amanece púrpura” les agrade lo suficiente como para motivar sus palabras y comentarios, sostener la espera de nuevas entregas mientras tanto y formar parte de su lista de blogs favoritos. Gracias por su atención y curiosidad, por su lectura, por sus palabras… Y disculpen esta entrada así de sopetón en sus casas; no quiero que crean que lo utilizo como un tablón de anuncios… Me tomé la libertad de hacerlo por la confianza y hasta cierto punto complicidad que me da habernos leído algún día (aun anónimos y silenciosos) y por la oportunidad que nos brindó Arterapia Sentimental para encontrarnos alguna vez en nuestra dispar vida de bloggers… Liberto Brau

Luisru dijo...

En fin, que una vez pasado el entusiasmo inicial (que nos ha afectado a muchos, por lo que veo), nos daremos cuenta de que tendremos que seguir yendo a trabajar todos los días. Moraleja: Obama no va a cambiar nada.

JOAKO dijo...

Realmente espero que este MULATO sea capaz de gobernar sus país sabiamente, y que lo haga realmente bajo sus ideales, porque así no podrá equivocarse, su predecesor se traiciono a si mismo y por lo tanto a su país, cambió su forma de gobernar en función de espurios intereses y su política exterior desastrosamente influido por una debacle que capeó de la peor forma posible, con dos guerras.

Paco Bernal dijo...

Hola a todos:
Muchas gracias por vuestros comentarios que hoy me ponen la cosa bastante difícil. Vamos allá.
A Amelche: espero que Obama no nos salga rana aunque, peor que el que se va, dudo yo que pueda hacerlo, ni siquiera intentándolo con mucha fuerza. Desgraciadamente la historia da muchos ejemplos que empezaron como deseados y terminaron siendo aborrecidos por todo el mundo: de Calígula a Fernando VIII -no me meto en el siglo XX que ya ha sido la repanocha-
A mi amigo El Pobre (a ver si quedamos un día de estos: el otro día me acordé de ti porque recibí turrón): en retournant a nos moutons: la verdad es que no puedo por menos que compartir tu escepticismo. Pero no hay que perder nunca la esperanza de que esos señores oscuros que en realidad mueven los hilos tengan un golpe de inteligencia y nuestra vida mejore un poco. Igual todo tiene que cambiar para que todo siga igual...
A Alberto: es verdad: esperemos que se cierre una etapa y que la que se abra sea mejor. Aunque el ser humano ha demostrado a lo largo de la historia su habilidad para cargarse todos los juguetes nuevos que le regalan.
A Liberto Brau: que Dios reparta suerte, jomío.
A Luisru: aprovecho, compañero, para decirte que me gustó mucho tu post a propósito del tema. La verdad es que, aunque quisiera, Obama tiene un panorama que ya ya...
a Joako: espero que este hombre haga como tú dices y que termine con las dos guerras que los otros empezaron y que nos han traido a donde estamos.
Un saludo a todos,
P.

amelche dijo...

¡Ja,ja,ja! Me ha gustado tu comentario a Liberto. Sobre todo, porque me has recordado a un compañero de carrera que, antes de los exámenes, siempre decía (de broma): "Que Dios reparta suerte y me la dé a mí toda."