Conquista de la noche
8 de Marzo.- En primer lugar, felicidades a todas las mujeres trabajadoras que me estén leyendo, ya que hoy es el día en que se conmemora el día Internacional de la Mujer que se Gana las Habichuelas.
Dicho esto: he aquí algunas fotos que tomé ayer de vuelta a casa desde el trabajo. Esta, por ejemplo, corresponde a la casa de la ópera. El edificio de cristal que hay en el centro de la imágen corresponde a nuestro Zara (creo que ya lo he dicho en otro post, pero nunca viene mal recordarlo).

Esta chica china se pone de vez en cuando con su piano a deleitar a los japoneses -en la foto no se ve que sea china, pero ya lo digo yo- tiene cierta pinta de concertista loca, con su piano vertical un poco hecho polvo. Pero la verdad es que, los días que hace bueno, debe de ganarse bien la vida, porque hay mucha gente que le echa moneditas. Las calles de Viena -sobre todo centro y cercanías de la ópera y áreas comerciales- están llenas de estudiantes que se pagan las clases tocando las cuatro estaciones de Vivaldi y otras piezas aptas para espíritus poco exigentes. La china del piano interpreta, sobre todo, a Chopin.Muchas tiendas de Kartner Strasse y del Graben, aprovechan y proyectan su publicidad en el suelo, en grandes luminosos. Algunas, incluso atraen a los niños, como esta, que, si no recuerdo mal, es de una tienda de móviles (puede ser que de T-Mobile, la Orange de aquí).

Esto que se ve aquí debajo es el pasadizo que va de la Ópera a Karslplatz. Es, como si dijeramos, la puerta del Sol de Viena. Esto es la rotonda que está justo debajo de la ópera. El pasadizo fue hecho en 1955 y desde entonces ha sufrido modificaciones para adaptarlo, supongo, al signo de los tiempos. En la actualidad está habitado por una pacífica tribu de alcohólicos y adictos a las más variadas sustancias estupefacientes. De todas maneras, para pastorearlos, no sólo hay mucha policía -esta es una zona turística y así se previenen los robos- sino unos amables trabajadores sociales del metro. Llegada una hora prudente -las nueve o las diez- también acuden gentes de ONGs y les distribuyen sopa y otras cosas alimenticias. También supongo que les cuidarán las enfermedades. Al final del pasadizo, en la parte lindante con Karlsplatz, hay una flamante comisaría de Polizei.
El tranvía a su paso por Paulaner Strasse. Ya estamos a dos pasos de mi casa.
El Aida que hay en la esquina de la cámara de comercio. Esto sí, a un paso de mi casa, en el distrito cuatro. Las pastelerías de Aida aquí son toda una institución. Es una de las pocas tiendas que están abiertas también los domingos, por cierto.
El tranvía llegando a mi parada, que es Laurenzgasse. Este es un moderno. Los tranvías típicamente vieneses son como el de la foto de más arriba, rojos y blancos, y de los años setenta. Estos modernos son como los que actualmente corren que se las pelan por Bilbao.


2 comentarios:
Mucha actividad "blogera", pero...¿qué pasa con lo otro?,¿son malos tiempos para la lírica?
Saludos
Hola!
Ya le echaba yo a usted de menos :-) Pues la lírica va muy bien (gracias a Dios, y toquemos madera). Digamos que, después de un cierto paréntesis, desde el miércoles, he vuelto a torear a gusto. Y ¡Qué gusto es volver a torear! :-)
Un abrazo
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