3 de Abril .- Dije ayer que hoy hablaría de curiosidades botánicas y allá voy.
Los austríacos, queridos lectores, son más de campo que una mata de habas. En ningún país como en este la gente tiene tanto cariño al verdor, y se dedican a fomentarlo mediante el deporte nacional: la jardinería.
Yo me he reido siempre diciendo que, en este país, se podría dar una situación típica de las novelas de Agatha Christie. A saber: el típico detective con acento francés que llega a la típica mansión campestre. En ella, la típica biblioteca con el típico cadáver custodiado por un mayordomo con cara de habérsele cortado la típica mahonesa.
Podría desarrollarse el siguiente diálogo:
-Que digo yo, que guten tag.
-Guten tag, Herr Detective.
-¿Qué es eso?
-Pues ya lo ve: el cadáver del infortunado Lord Egdware, que ha tenido un accidente: alguien ha aproximado un pisapapeles a su cráneo con peligrosa rapidez causándole la muerte.
-Ya veo.
-¿Y eso? (el detective señala a una ventana)
-¿A qué se refiere?
-A las maravillosas hortensias que crecen en esa maceta.
-Son mi orgullo.
-¿Y cómo las cultiva usted?
-Pues mire, les echo su abonito y...
Detective y mayordomo se enfrascan en una charla a propósito de las bondades de los abonos naturales y en contra de los abonos sintéticos y los dos pierden todo su interés en el cadáver que espera, con todo el tiempo del mundo por delante, que alguien se olvide de las hortensias y cace a su asesino.
Los austríacos, queridos lectores, son más de campo que una mata de habas. En ningún país como en este la gente tiene tanto cariño al verdor, y se dedican a fomentarlo mediante el deporte nacional: la jardinería.
Yo me he reido siempre diciendo que, en este país, se podría dar una situación típica de las novelas de Agatha Christie. A saber: el típico detective con acento francés que llega a la típica mansión campestre. En ella, la típica biblioteca con el típico cadáver custodiado por un mayordomo con cara de habérsele cortado la típica mahonesa.
Podría desarrollarse el siguiente diálogo:
-Que digo yo, que guten tag.
-Guten tag, Herr Detective.
-¿Qué es eso?
-Pues ya lo ve: el cadáver del infortunado Lord Egdware, que ha tenido un accidente: alguien ha aproximado un pisapapeles a su cráneo con peligrosa rapidez causándole la muerte.
-Ya veo.
-¿Y eso? (el detective señala a una ventana)
-¿A qué se refiere?
-A las maravillosas hortensias que crecen en esa maceta.
-Son mi orgullo.
-¿Y cómo las cultiva usted?
-Pues mire, les echo su abonito y...
Detective y mayordomo se enfrascan en una charla a propósito de las bondades de los abonos naturales y en contra de los abonos sintéticos y los dos pierden todo su interés en el cadáver que espera, con todo el tiempo del mundo por delante, que alguien se olvide de las hortensias y cace a su asesino.
Plantas de Bärlauch
La otra planta que crece alrededor de la ermita de María Grün es el Bärbaluch. El Bärlauch o Allium Ursinum es una planta de un verdor lujuriante y con las hojas grandes y planas. En el bosquecillo que rodea a María Grün crece en los cráteres dejados por las bombas de la Segunda Guerra Mundial: unas hondonadas circulares en forma de copa de un par de metros de diámetro y uno de profundidad. El Bärlauch pertenece, como su nombre indica, a la familia del ajo, y con ella se pueden hacer sabrosos sandwiches si se la mezcla con queso de untar.
Tanto María Grün como el Bärlauch tienen para mí un gran valor sentimental: la pequeña capilla fue lo primero que vi de Viena cuando vine por primera vez.
Recuerdo que bajé del coche y mi acompañante me dijo: hale, coge esa planta del suelo. Yo tuve una reacción tipicamente española:
-¿Cómo? ¿Que coja qué? Cualquiera sabe qué perro se habrá meado en esa planta, hombre.
-ahora veo que generaciones de madres españolas hablaban a través de mí.
-Que no, que no, venga, cogela de ahí. De esas. Dale un bocadito.
Diciéndome que de algo hay que morir, vencí mis prevenciones y le di un bocadito a la hoja verde que me tendían y ¡Sorpresa! Sabía a ajo ¡Aquello era magia! Si, nada más llegar, aquel país me ofrecía el primer milagro (plantas silvestres que sabían a ajo y bosques tupidos y verdes como aquel) ¿Qué sería lo siguiente? Creo que, en ese momento, con aquella planta en la mano, empecé a enamorarme de Austria.
Por cierto, el domingo, cuando llegué a María Grün con el peregrino propósito de coger violetas, las campanas de la iglesia empezaron a sonar insistentemente.
-¿Llaman a Misa?
-No –me contestaron- son las campanas que vuelan a Roma (sie sind die glocken die fliegen nach Rom). No habrá más campanas en una semana.
Me gustó mucho la imagen de las campanas volando hacia Roma como aves migratorias. Una de las escasas muestras de auténtico surrealismo que puede dar el carácter austríaco. Después, se hizo el silencio.
2 comentarios:
Herbstzeitlose
Como te he comentado, espero que los lectores no la confundan con la venenosa Herbstzeitlose.
Von Carlos aus Wikipedia, der freien Enzyklopädie
Herbstzeitlose (Colchicum autumnale)
Systematik
Klasse: Einkeimblättrige (Liliopsida)
Unterklasse: Lilienähnliche (Liliidae)
Ordnung: Lilienartige (Liliales)
Familie: Zeitlosengewächse (Colchicaceae)
Gattung: Zeitlose (Colchicum)
Art: Herbstzeitlose
Wissenschaftlicher Name
Colchicum autumnale
L.
Die Herbstzeitlose (Colchicum autumnale) ist eine relativ kleine, giftige Blütenpflanze und gehört zur Familie der Zeitlosengewächse (Colchicaceae). Die Herbstzeitlose ist heutzutage weit verbreitet und ihr Gift findet in Medizin und Pflanzenzucht Anwendung.
Die Herbstzeitlose stammt ursprünglich aus Westasien und Teilen des östlichen Mittelmeerraumes, findet sich heute aber verbreitet auch in Süd-, Mittel- und Westeuropa.
Die Herbstzeitlose ist eine mehrjährige Pflanze, ein Kryptophyt (auch Geophyt), was bedeutet, dass die Teile der Pflanze, die ungünstige Jahreszeiten überdauern, unterirdisch liegen.
Im Sommer bildet die Herbstzeitlose eine Zwiebel mit Seitenspross, aus dem von August bis Oktober die Blüten entstehen. Diese Blüten sind meist blassrosa bis violett gefärbt. Während des Winters wird die ursprüngliche Zwiebel abgebaut. Gleichzeitig wächst der Seitenspross zu einer neuen Zwiebel heran.
Alle Teile der Herbstzeitlosen enthalten das giftige Alkaloid Colchicin, ein Kapillar- und Mitosegift. Vergiftungserscheinungen treten meist erst mit zwei bis sechs Stunden Verzögerung ein. Die Symptome äußern sich zunächst in einem Brennen im Mund. Es folgen Schluckbeschwerden, Übelkeit und Erbrechen mit oft blutigen Durchfällen. Je nach Dosis kann es vor allem bei Kindern bis zum Tod durch Atemlähmung oder Kreislaufversagen kommen, häufig beobachtet man auch Nierenschädigungen. In der Literatur wird eine Sterblichkeit von 90 Prozent angegeben. Als tödliche Dosis gelten bei Erwachsenen etwa 20 mg, entsprechend ca. 5 g Samen oder ca. 50 g Blättern. Neben dem Colchicin sind in der Pflanze noch Demecolcin, Colchicosid, Inulin, Asparagin und etwa 20 weitere Alkaloide enthalten.
Eine besondere Gefahr von Colchicin geht für Kinder aus, die in ländlichen Gegenden z.B. beim Einsammeln von Heu im beginnenden Herbst leicht in Kontakt mit den dann blühenden Pflanzen kommen können, gerade auch in Anbetracht der schon beim Erwachsenen geringen tödlichen Dosis von Colchicin, die bei Kindern noch tiefer liegt. Außerdem gibt es Berichte über Vergiftungen durch die Milch von Schafen oder Ziegen, die zuvor Herbstzeitlose gefressen haben sollen. Aber nicht nur für Kinder, auch für Erwachsene kann die Herbstzeitlose gefährlich sein. Vor allem, wenn man ihre Zwiebeln mit Küchenzwiebel verwechselt oder die Blätter mit Bärlauch oder anderem Wildsalat und so größere Mengen der giftigen Pflanze zu sich nimmt. Des Weiteren ähnelt die Herbstzeitlose ziemlich stark einigen verbreiteten Zierpflanzen wie dem Krokus, was ebenfalls zu gefährlichen Verwechslungen führen kann (vgl. Namen).
Neben dieser toxischen Wirkung findet Colchicin aber auch Anwendung in der Medizin und bei der Pflanzenzucht. In der richtigen Dosis kann man Colchicin zur Behandlung von Gelenkschmerzen bei Gicht verwenden, wobei hier mittlerweile aufgrund der starken toxischen Wirkung bei falscher Dosierung meist andere Medikamente eingesetzt werden. Demecolcin wird u.a. in der Krebstherapie eingesetzt.
In der Pflanzenzucht verwendet man Colchicin zur Polyploidisierung und damit zur Vergrößerung von Zuchtpflanzen, wie z.B. bei Erdbeeren. Diese Wirkung wird erzielt, da Colchicin die Mitose unterbricht, so dass sich die DNA-Menge im Zellkern bei jeder unterbrochenen Teilung verdoppelt, wodurch jede einzelne Zelle weitaus größer wird.
In der Homöopathie wird aus den zerkleinerten und in Alkohol angesetzten frischen Zwiebelknollen (im Herbst gesammelt) der Herbstzeitlosen das Homöopathikum Colchicum autumnale, (Kurzform: Colch, auch colch) hergestellt, welches zum Beispiel bei Gicht, Gastroenteritis, Rheuma, Katarakt, Perikarditis und Schwangerschaftsübelkeit verabreicht wird. In Deutschland ist Colchicum autumnale verschreibungspflichtig bis einschließlich D3 Potenz.
Die Herbstzeitlose wächst vor allem auf feuchten Wiesen, hier bevorzugt an sonnigen oder halbschattigen Standorten, an denen es relativ warm ist und die nicht ungeschützt dem Wind ausgesetzt sind.
Blätter mehrerer Herbstzeitlose im Mai.
Der Name Herbstzeitlose leitet sich davon ab, dass die Pflanze im Herbst und damit außerhalb der Blütezeit anderer Pflanzen blüht.
Der wissenschaftliche Gattungsname Colchicum leitet sich hingegen von einer Landschaft am Schwarzen Meer ab, der Kolchis im heutigen Georgien. Dort soll auch die Heimat der sagenhaften Medea sein, ihres Zeichens Giftmischerin und Zauberin. Vermutlich besteht ein Zusammenhang zwischen den Sagen um eine Giftmischerin in dieser Region und dem dortigen Vorkommen der Herbstzeitlosenart Colchicum variegatum.
Der Artname autumnale ist ein Verweis auf die Blütezeit im Herbst und leitet sich vom lateinischen "autumnus" (Herbst) ab.
[Bearbeiten] Weitere Namen
Andere lateinische Namen für Colchicum autumnale sind Colchicum commune, Colchicum crociflorum und Colchicum multiflorum.
Andere deutsche Namen für die Herbstzeitlose sind Giftkrokus, Butterwecken, Giftblume, Hahnenklöten, Henne, Hennegift, Herbstblume, Herbstlilie, Herbstvergessene, Hundsblume, Hundshode, Hundsknofel, Kuckucksweck, Kühe, Kuhditzen, Kuheuter, Läuseblume, Leichenblume, Michelsblume, Michelwurz, Mönchskappen, Nacktarsch, Nackte Hur, Nackte Jungfer, Ochsen, Ochsenpinsel, Spindelblume, Spinnblume, Teufelsbrot, Teufelswurz, Wiesenlilie, Wiesensafran, Wildsafran, Wilde Zwiebel, Winterhaube, Winterhauch und Zeitlose.
Die oft sehr negativen Namen sind ein weiterer Beleg der Giftigkeit und Gefährlichkeit der Pflanze, da diese zu solch abwertenden Bezeichnungen führten.
Eso es nivel:-) Muchísimas gracias por el comentario. Una descripción botánica en alemán.
A mí lo de coger plantas del campo, sowieso, me da mucho miedo. Particularmente las setas y los hongos. Soy consciente de que soy muy de ciudad y a mí, lo que no salga de un supermercado, siempre me da mala espina. Pero los austríacos son muy de ir por el campo y acercarse a una zarza y coger las cosas que le cuelguen y echárselas a la boca. Yo creo que esto les viene de la mezcla de sangre bárbara. En fin, que nos cuidaremos de no coger ninguna Colchicum autumnale.
(Qué bonitos son los nombres de las plantas en latín)
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