Kraftwerk Freudenau
3 de Mayo.- Andan los informativos de las teles alemanas echando toda la madera a las máquinas, para contar en su sección meteorológica que este ha sido un abril atípico en todos los sentidos. Aunque si bien dice el refrán austríaco que “April macht was er will” (o sea, que Abril hace lo que le sale de la entrepierna) ni los más viejos del lugar estaban preparados para este Abril que ha venido veraniego, con un record de horas de sol que no se registraba desde 1976 (más de trescientas cincuenta) y unas lluvias que, en algunas partes de Austria, no han llegado a alcanzar el diez por ciento de la cuota habitual en esta época del año. Aún así, uno, no ha podido dejar de alegrarse del tiempo veraniego que le ha permitido además de tomar el sol como su madre lo puso en esta tierra (quizá un poco más peludillo, las cosas como son), correr tranquilamente en pantalón corto desde su residencia hasta el palacio de Schönbrunn y zuruck, y visitar en la cálida nocturnidad la estación de producción de energía eléctrica de Freudenau (pronúnciese Froidenau) cuyo desnivel tienen que salvar los barcos que van caminito del Mar Negro.
A este respecto, decir que la regulación del Danubio a su paso por Viena era una vieja aspiración de los gobiernos austríacos (aún así, si el año viene bueno, como el pasado, se siguen produciendo abracadabrantes inundaciones a lo largo de su curso). Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se reunieron los conocimientos técnicos –y, aún más importante, los dineros necesarios- para desviar el curso del río y poder no sólo defender a los vieneses de las crecidas y los estiajes, sino ganarle al agua los terrenos de marisma que actualmente forman el Lobau, que son el lugar habitual que los vieneses más amantes de la naturaleza eligen para ser succionados a sus anchas por mosquitos trompeteros y otros bichos que se alimentan de la sangre ajena, así como para correr tras la maripositas agitando aquellas partes colganderas de su cuerpo.
La kraftwerk Freudenau es muy curiosa de ver porque los barcos tienen que salvar un desnivel de casi diez metros mediante un sistema de exclusas, lo mismo para remontar el curso del Danubio hacia Alemania (el caso de las barcazas que vienen cargadas de carbón desde el sur de Europa) que en dirección contraria.
Aquí dejo unas fotos que hice la semana pasada.
A este respecto, decir que la regulación del Danubio a su paso por Viena era una vieja aspiración de los gobiernos austríacos (aún así, si el año viene bueno, como el pasado, se siguen produciendo abracadabrantes inundaciones a lo largo de su curso). Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se reunieron los conocimientos técnicos –y, aún más importante, los dineros necesarios- para desviar el curso del río y poder no sólo defender a los vieneses de las crecidas y los estiajes, sino ganarle al agua los terrenos de marisma que actualmente forman el Lobau, que son el lugar habitual que los vieneses más amantes de la naturaleza eligen para ser succionados a sus anchas por mosquitos trompeteros y otros bichos que se alimentan de la sangre ajena, así como para correr tras la maripositas agitando aquellas partes colganderas de su cuerpo.
La kraftwerk Freudenau es muy curiosa de ver porque los barcos tienen que salvar un desnivel de casi diez metros mediante un sistema de exclusas, lo mismo para remontar el curso del Danubio hacia Alemania (el caso de las barcazas que vienen cargadas de carbón desde el sur de Europa) que en dirección contraria.
Aquí dejo unas fotos que hice la semana pasada.
Un barco de pasajeros a su paso por las exclusas (Era rumano y se llamaba Constantia)
Romántica estampa del Danubio al atardecer desde las exclusas de Freudenau. A la derecha de la imagen empiezan las marismas del Lobau y el area FKK (Frei Körper Kultur, o sea, nudista)
Romántica estampa del Danubio al atardecer desde las exclusas de Freudenau. A la derecha de la imagen empiezan las marismas del Lobau y el area FKK (Frei Körper Kultur, o sea, nudista)
Didáctico dibujo mediante el cual se explica a chicos y grandes la producción de energía eléctrica aprovechando el desnivel del río
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