Vista desde el tren (foto del autor)
Pegada de Carteles
23 de Febrero.- En España, ha empezado la campaña electoral. En principio, discutir la política española cae fuera de los objetivos de este blog. Sin embargo, este artículo, aparecido antes de ayer en Le Monde, me ha parecido suficientemente interesante como para proponerlo como materia de reflexión. Este artículo ejemplifica cómo nos ven desde fuera, y cómo la política española de los últimos 15 años ha fracasado en resolver de una manera eficiente los problemas de la gente. Se titula "La vida sin red de una familia española de "nivel medio" en un estado social débil" y, en mi opinión, podría subtitularse "Desventuras de unos pijos"(Porque, seamos realistas, la mayoría de las familias españolas no viven con tresmil y pico euros). La familia escogida por el articulista no es, precisamente, una familia media española pero da una idea de cómo se vive en España y de cómo les escandaliza a nuestros vecinos europeos esa manera de vida.
La traducción es mía, por cierto.
LA VIDA SIN RED DE UNA FAMILIA ESPAÑOLA DE « NIVEL MEDIO” EN UN ESTADO DE BIENESTAR DÉBIL

MADRID CORRESPONSAL

Una tasa de recaudación débil (37% del producto interior bruto), los gastos sociales más modestos de la zona euro (20,3% del PIB) a excepción de Irlanda –seis puntos por detrás de la media de la Unión Europea (26,2%), salarios bajos: casi insensible a los cambios de gobierno, el modelo español hace caso omiso del fuerte crecimiento de los últimos quince años.
Rosa Márquez y Jorge Heras, 41 años, tres hijos de 10,8 y 5 años, se encuadran dentro de las clases medias, “Nivel Medio”, afirma Jorge. Son, respectivamente, médico y abogado. “En los Estados Unidos, seríamos millonarios”, bromea Rosa. Pero no en España. Y a pesar de los nubarrones actuales sobre el crecimiento, y a pesar de la proximidad de las elecciones del 9 de marzo, nadie cuestiona el modelo.
Los ingresos de Jorge han aumentado más de una cuarta parte desde que, hace un año, dejó el bufete de abogados en donde trabajaba como asociado especializado en contenciosos relacionados con la construcción, para incorporarse a la cámara profesional de los arquitectos técnicos. Percibe 2475 euros netos, en catorce pagas, mas 3000 euros al mes de “prima de productividad”. De sus 3200 euros brutos mensuales, su empleador retiene 579 euros de IRPF y 190 euros de cargas sociales. Los hijos no dan derecho a deducciones sobre el IRPF, pero dan derecho a una deducción sobre la base imponible.
Como muchos médicos españoles, Rosa es asalariada de una compañía privada de seguros médicos. Trabaja en un servicio de urgencias a domicilio. Su media jornada le aporta 1100 euros netos al mes -182 euros le son retenidos en concepto de IRPF- en catorce pagas, como es el caso general en España. Recibe también una prima de 3000 euros al año.
Los ingresos de la pareja están por encima de la media en España, en donde los salarios inferiores a mil euros están muy extendidos. Según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística, el salario medio es de 1608,06 euros brutos al mes, de 1909,08 euros en la región de madrid, con una red social poco generosa.
La compañía de seguros para la que trabaja Rosa, como otras, ofrece servicios que sustituyen a los de la seguridad social para aquellos que tienen los medios de pagar una prima suplementaria. “Las listas de espera para las consultas y las pruebas son bastante inferiores a los del sistema público, el acceso a los especialistas no está condicionado por el paso a través del médico de familia. Prácticamente todos los miembros de la clase media tienen un seguro privado”, explica Rosa.
Asalariada de la compañía, paga por ella y por sus hijos (Jorge tiene su seguro propio) una prima reducida a la mitad, que se eleva a 100 euros al mes. No mucho más que por la seguridad social, la mutua sólo cubre los gastos del dentista y de la óptica.
Los tres hijos van a una escuela pública, como a penas la mitad de los alumnos de la región de Madrid, en donde las escuelas privadas concertadas escolarizan a la cuarta parte de los niños españoles ,y privadas (de pago, un 7%) son más demandadas que en otros lugares.
No hay problemas sociales en este barrio. Los dos hemos ido a esta escuela”, explica Rosa.
Los libros y el material escolar están a cargo de las familias. Desde la primaria, libros y cuadernos obligatorios cuestan entre 80 y 100 euros. Los padres menos favorecidos tienen derecho a becas.
Incluso con tres hijos, la familia no tiene derecho a ayudas estatales. Estas ayudas no existen más que para los hogares donde los ingresos son inferiores a 11000 euros al año. La prestación asciende a 24,25 euros por mes e hijo. La seguridad social da también 100 euros al mes a las madres de hijos menores de tres años, si trabajan. “Como es reciente, no hemos tenido derecho más que a un año de ayudas, por nuestro hijo pequeño”, cuenta Rosa. En España, las mujeres tienen 1,37 hijos de media.
Las guarderías públicas son raras y reservadas a las familias más desfavorecidas. Para tener acceso a un jardín de infancia privado en Madrid hay que contar con 450 euros por mes y niño, más unos derechos de inscripción de 200 euros. No existe ninguna ayuda para el cuidado de niños a domicilio. La mayor parte de las familias que pueden hacerlo, acuden a los abuelos.
La familia desempeña un gran papel de protección social en España”, resume Jorge. La suya ha contribuido de manera decisiva a su bienestar: regalo inestimable en un país donde el pago de las hipotecas estructura la economía doméstica –el 85% de las familias son propietarias de su vivienda-; los padres de Jorge les han dado un piso de 100 metros cuadrados en donde viven, en un barrio tranquilo de la periferia de Madrid. Pagan 200 euros al año de impuestos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es una familia de “nivel medio”, sino de clase media, que es diferente.

Paco Bernal dijo...

Hola, persona anónima!
No, no, si nivel medio, ya veo que no :-) Ya quisiera una familia española media vivir con 3500 euros al mes y sin hipoteca.
En serio: es verdad, me he equivocado en la traducción. Me acuso, por cierto, de un "a penas" que me ha dolido mucho ver, así como de un "al mes" que es un "al año".
Las prisas, ya se sabe.
Saludos, y disculpas,
P.