Manifestantes el sábado
Los extremeños se tocan (tratado de la Unión)

7 de Abril.- ¡Por fin! Este fin de semana he visto en Viena una manifestación en condiciones (bueno, dentro de lo que puede llegar a ser aquí una manifestación en condiciones, tampoco hay que hacerse muchas ilusiones).
El sábado por la mañana, un número respetable de ciudadanos aborígenes se paseó por Mariahilfer Strasse (céntrica arteria de la capital) para protestar por el acatamiento del parlamento austriaco de la reforma del tratado de la Unión Europea. Reforma en la que, por ejemplo, se acuerda una política defensiva común . Los manifestantes, convocados esta vez por el partido comunista austriaco (KPÖ) y por varias plataformas afines –por ejemplo aquella que se opone al uso de la energía nuclear- pedían que se diera al pueblo austriaco la opción de decidir si estaba de acuerdo o no con la reforma.
Para este país, la reforma del tratado tendría una consecuencia muy importante y no del todo deseable, en mi opinión de pacifista convencido. Oficialmente, Austria es un país neutral. Si se viera implicada en la política defensiva común esa neutralidad quedaría muy en entredicho. (Pero, por otra parte, la situación actual es tan poco lógica como si, dentro de España, Teruel decidiera declararse neutral).
Lo curioso de esta situación es que tanto el Partido Comunista como los verdes, así como sus antípodas políticas, los seguidores de Strache, el amigo de los niños, están de acuerdo en esto de reivindicar que el pueblo soberano decida si quiere o no quiere que el tratado de la Unión se reforme. Cada uno con un matiz un poco diferente, eso sí. Por que si los chicos del KPö luchan, como es su deber, contra la globalización y el dominio de las transnacionales; los seguidores de la derecha dura tienen entre sus reivindicaciones que Austria salga de la Unión, al grito de “¿Quién necesita a Bulgaria y Rumanía?”.
Entretanto, socialistas y populares, parecen estar de acuerdo en algo, por una vez, y ni se les pasa por la cabeza atender a las reivindicaciones de los manifestantes .
En cualquier caso, y fuera de esta cuestión concreta, lo que sí es cierto es que, como fruto de las vicisitudes de su nacimiento e implementación, las instituciones de la Unión le resultan lejanísimas al ciudadano; debido a esa imagen que la UE tiene de gobierno paralelo, bienintencionado y soñoliento.
El otro día, antes de saber yo de estas manifestaciones, andaba yo pensando que la Unión Europea es el experimento social más importante desde el trasiego de población que supuso la segunda guerra mundial.


Un experimento cuyas consecuencias no parecen hacerle mucha gracia a los aborígenes, por cierto. Los Austriacos, que son muy conscientes de ser una isla de riqueza (de mucha riqueza) en un mar rodeado de paises de economía más modesta, no se sienten nada tranquilos con la idea de bogar en la misma barca que búlgaros, rumanos, o croatas. De hecho, la perspectiva no les tranquiliza nada de nada. Están frescas aún en la retina las imágenes de la guerra fría, de los bloques de hormigón gris, de la pobreza, de la escasez en la que vivían los habitantes de los paises del antiguo COMECON .
Y, aunque los ciudadanos austriacos viajan con gusto a otros países europeos (por ejemplo a la República Checa para arreglarse los dientes), desde la apertura de las fronteras, se ven obligados a convivir con otras realidades menos gratas como la mendicidad (que era una cosa casi desconocida cuando yo llegué en el año 2005) o con la inseguridad que ha aumentado bastante en las partes fronterizas con los nuevos países, en las que los austriacos tienen la sensación de que los cacos campean como Pedro por su wohnung.
(aclarar que, efectivamente, la inseguridad parece que ha aumentado, pero que, al mismo tiempo, determinados medios sensacionalistas se encargan de hacer parecer que el aumento ha sido mayor que el real para llevar el ascua a su sardina).
Este conflicto funciona además a otros niveles, desde el momento en el que una UE que nació como un garante del Estado de Bienestar, está ahora capitaneada por gente tan poco afecta al sector público como nuestra amiga la canciller Merkel y el artista antes conocido como Nicolas Sarkozy, mencionado ahora en la prensa como "El marido de Carla Bruni".
Nuestra Unión tiene una crisis de identidad, una crisis de paradigma, que se refleja también en estos pequeños terremotos a escala de Mariahilfer Strasse.
Aunque sólo sea porque, de vez en cuando, y como cosa extraordinaria en este país, se organiza una manifa en condiciones.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya está bien que la gente se manifieste por los ideales en los que cree. La Unión Europea ERA un club selecto que está poniendo la cuota de socio demasiado barata. Sé que lo que he dicho suena muy clasista pero es el concepto que yo tengo de la situación. Ya conoces un poco mis ideologías y sabes que no están en absoluto del lado del "yo soy más que tú por mi rango superior". Pero, en este caso, lo veo así. Entiendo que los austriacos sientan eso que dices. Es normal y comprensible. En mayor o menor medida, nosotros nos sentimos igual (a pesar de que nuestro país no es comparable a Austria). Tenemos miedo del "de fuera vendrán y de tu casa te echarán". Hace falta control. Nos guste o nos guste. Pero que después no tenga que leer en foros internacionales que Zapatero el hermoso es el culpable de que Europa tenga un problema de immigración. Hombre ya, que al final el pobre va a tener la culpa de que los "abre-fácil" no funcionen. En fin, que como no entiendo de estas cosas pues no digo más porque me arriesgo a meter la pata.
Besos
m.

PS: Estoy hasta los mismísimos de practicar mi penoso alemán con revistas del Cuore de Austria y tener que traducir babosidades de Letizia. VALE YA. Jodó, yo no entiendo cómo esta chica y su familia han podido pasar desapercibidos tantos años siendo el dechado de virtudes que son. El zoplo de aire frezco para la monarquía huele a rancio y naftalina. La ambiZión tiene un preZio.

Paco Bernal dijo...

Hombre, lo de la cuota de socio barata yo creo que es porque hay una serie de grandes entidades a las que les interesa que entren a la UE los paises más pobres porque pueden abaratar costes. Por eso entramos nosotros, tampoco hay que hacerse muchas ilusiones. Lo de los fondos de cohesión es un poco el paripé para justificar el invento. Pero si no, ¿Cuántas empresas han dejado España y se han ido a Polonia? Porque la mano de obra les sale tirada. Y encima ya ni tienen que pagar aranceles. Por eso hay tanta presión para que entre Europa.
Y en cuanto a lo de manifestarse, chachi que todo el mundo diga lo que piensa. La diversidad enriquece.
Y de lo de Zapatero...Deberías salir fuera de España para que te dieras cuenta, de verdad, y sin acritud, de qué pequeño, qué parcial y qué provinciano es ese debate al que se ha reducido la vida política nacional.
Nuestros políticos, m. de mi alma, no se enteran de la misa la media.
Besos mil,
P.

Anónimo dijo...

Sí, pero a pesar de que la política internacional (no sé qué tendrá España de internacional respecto a ti pero bueno) no te interese un pimiento, lo cierto es que debería porque es la que te concierne. Y no entiendo qué tienen que ver los churros con las merinas en este caso. "Sal de España". El argumento que siempre dan los que se han ido fuera y que ya andan dos palmos por encima del suelo. Por un lado pregonan con la amplitud de miras y por el otro salen con el "No, no, no. Aquí lo pasarás muy mal: no encontrarás trabajo, tendrás la barrera del idioma, está la vida muy difícil, somos demasiados, te lo digo YO QUE LO SÉ porque vivo aquí, etc". Resumiendo: que no se puede estar en misa y repicando. Si la cosa está tan mal, cada uno a su casa. Es como el tema funcionariado: cuantos menos se presenten, más posibilidades para mí. Es como si yo me estoy zampando un pastel y le digo al que tengo delante: "No, no, no. No comas, que es malísimo, lleno de porquería, malo para el cuerpo, malo para el estómago". Pero, mientras tanto, yo me lo sigo zampando y convenzo al otro de que no coma. Si el otro no come, más pastel para mí. Pues lo mismo. Y leyendo comentarios de gente austriaca, tampoco es que para ellos eso sea el país de las maravillas. Estoy harta de tanto dandi suelto por el mundo.

Anónimo dijo...

saludos
Jose
jmvox2@hotmail.com