Mensajes de amor de curso legal

16 de Septiembre.- Por aquí seguimos como en navidades, solo que sin lucecillas. Llueve, caen churrascos tormentosos y, cuando le preguntas a un aborigen sobre lo que le parece el tiempo, contestan como aquel del Zeit im Bild de ayer tarde:


-Scheisse.


Esto es, las cinco letras de los franceses, y las seis nuestras.
(Tampoco hay por qué ser ordinario).
Hoy, sin encambio, y pese a lo ceñudo del tiempo, me he despertado con una buena noticia (ole con ole y olá). Y es que, aprovechando el periodo campañal, yo, que no tengo derecho a voto, he sido honrado con una misiva del Ministro de Hacienda Austriaco (y candidato conservador a la cancillería, jaté qué casualidad) en la que se me recordaba amablemente que el Estado me debía unos eurillos en concepto de devolución de impuestos. Lo que son las elecciones: en campaña, los políticos te escriben hasta para recordarte que recojas la devolución de hacienda.
Incluso, el señor Molterer, después de agradecer en su carta lo mucho y bueno que este humilde servidor contribuye para hacer de Austria un país mejor (que si con mis impuestos se financian autopistas e, inclusive, se mejora la calidad de la enseñanza; que si se atiende a enfermos, que si se remedian viudedades y se consuelan orfandades) me recomienda que no sea tímido y que recoja lo que le doy a Hacienda de más.
Con desparpajo transalpino me dice (textualmente) “Recoja usted su dinero facil y rápidamente, que es suyo”. Igualito que Solbes, vaya.
(Bueno paro, que no quiero yo hacer leña del árbol caido, que bastante tiene Solbes con la que está cayendo).
Así pues, largo y activo (o sea, ni corto ni perezoso) me he dado de alta en la web correspondiente y, dentro de poco, Dios e internet mediantes, me mandarán por correo la clave informática que hará posible que yo recoja mis cuatro duros. Digo, euros.
Que, jolinetes, en la situación en que estoy, pues me vienen de perlas.
Y yo pregunto: ¿No es esto mucho más elegante –y sobre todo, más justo- que aquello que hicieron los politicastros españoles de prometer jEuros 400, verbigracia? En Austria el erario sufre lo imprescindible y, qué caray, al fin y al cabo la devolución de Hacienda es mía y me la he ganado con el sudor de mis teclas. Asimismo, reconozcámoslo, no tratan al votante de imbécil o de analfabeto o, lo que es peor, de corrupto, comprándole su voto a precio tasado.
Molterer, con su carta, no conseguirá que el partido conservador me caiga simpático (mis tiros van por otro lado) pero no dejo de reconocerle al negro lo que es del negro; cada vez que vea los jEuros en mi cuenta, rodará por mi mejilla una lágrima de agradecimiento.
No es normal que uno reciba noticias de Hacienda, así que una que se recibe, pues hace ilusión.
Por lo demás, hoy he estado en la consulta de mi dentista, la doctora Beck porque, como tengo esta boca desastrosa, había perdido un empaste.
Con el cuidado por el dinero que caracteriza a los aborígenes, me ha preguntado:


-¿Con anestesia o sin anestesia?


La respuesta es evidente...¿O no?

5 comentarios:

amelche dijo...

O sea, que Hacienda te devuelve dinero y la dentista te propone que aguantes como un macho ibérico el dolor, para ahorrarte los cuartos. Si total, no vas a salir de pobre...

(En Irlanda del Norte Hacienda me escribía cartas con estas palabras bien grandes en el sobre: "On Her Majesty's Service" diciendo que si quería cotizar más para tener mayor pensión. Yo ya me sentía como 007, es decir, al servicio de su majestad.)

Marona dijo...

Pues nada, a disfrutar de esa anestesia financiada por el Ministerio de Hacienda ;)
Por cierto, ¡preciosa foto la del título!
¡Besos!

Paco Bernal dijo...

Hola!
Muchas gracias por vuestros comentarios.
A Amelche: aquí los dentistas no son partidarios de la anestesia. Por razones médicas, sobre todo. Aunque no se puede descartar que por ahorrar jejeje. En cualquier caso, tienen obligación legal, si pagas tú (no era mi caso) de explicarte lo que va costando lo que te van poniendo. Para que no te lleves sustos. La carta de ayer es una medida de campaña electoral, y así hay que tomarla.
A Mar: pues hija, los eurillos (una porquería) me van a venir bien. Y la foto es de los viñedos de Burgenland. Que ya llegó la vendimia:-)
Saludetes,
P.

Anónimo dijo...

quéééé???? pero es que en Alemania si no pides anestesia no te ponen??
aaaagh!!!

Paco Bernal dijo...

Hola!
En principio, por razones médicas, están en contra de la anestesia. Y luego, si pagas tú, hay gente que prefiere sufrir a pagar. Si paga el seguro te ponen la anestesia. Don´t worry.
Saludos,
P.