El nuevo canciller austriaco, Fayman (SPö, en primer plano) y su nuevo Finanzminister, Pröll
Dimes y diretes

24 de Noviembre.- Gobierno habemus, loado sea Dios. Ayer, como estaba previsto, el nuevo canciller Fayman y su nuevo ministro de finanzas , Pröll, dieron una rueda de prensa conjunta en la que anunciaron que, después de un periodo electoral que ha sido el paraíso de los pitbulls rabiosos, y tras un periodo postelectoral sobresaltado y tenso (que ha incluido la muerte de uno de los políticos electos más destacados), Austria tiene un nuevo gobierno con idéntica composición que el que motivó las últimas elecciones.
Ejem.
Una nueva gran coalición Social-Conservadora que tiene entre sus retos el de mantener el timón firme para dejar a Austria lo más protegida posible del marasmo económico internacional. De momento, para darle un poco de alegría al consumo (macarena), el nuevo canciller y el nuevo ministro, en sus respectivas funciones de cabezas de la socialdemocracia y del partido conservador, ya han pactado una reforma tributaria que supondrá, en términos reales, una mejora de unos 50 euretes al mes en los bolsillos de los austriacos medios. Luego, según el programa, vendrán nuevas medidas con un decidido aroma keynesiano. Un perfume con el que se pretende apuntalar la confianza del Dinero (ese ente tan asustadizo). Inversión directa del Estado, medidas en educación, protección de los desempleados. Se avecinan tiempos duros y el nuevo gobierno parece haber aprendido la lección: si no se porta bien, nuevos sustos en forma de nuevas victorias de Strache.
El presidente de honor de los diplomáticos austriacos, que durante la noche electoral soñó con sentarse en la silla más codiciada de Austria (“o césar, o nada”) ya ha dado su opinión sobre el nuevo ejecutivo. Haciendo amigos, como siempre.
Con voz neutra, una de las locutoras estrella de la tele austriaca, Danielle Spera, leyó ayer unas declaraciones del bueno de Heinz Christian en las que calificaba la nueva dirección del país de “una coalición de perdedores” (él sigue considerándose, no sin cierta razón, el ganador de las últimas elecciones). Parecía un poco el rebote de la bruja de la Bella Durmiente. Le faltó anunciar que, en el plazo de cien días, Fayman se pinchará con la punta de su estilográfica y caerá en coma hasta que él le dé un beso de amor verdadero.
Lo cierto es que, si era verdad que los socialistas se llevaban a matar con los populares y que los populares forzaron las cosas para cambiar la situación, hay que reconocer que el tiro les ha salido por la culata. A todos. Incluyendo a los que han pagado la fiesta: los sufridos contribuyentes: lástima de pasta que hubiera estado mejor gastada en escuelas, carreteras y hospitales. De momento, no creo que a los conservadores les queden muchas ganas de poner los pies por alto durante una temporada.
Sin embargo, la ufana satisfacción de los dos dirigentes durante la rueda de prensa no ocultó para los medios que la ministra de asuntos exteriores del anterior gobierno (conservadora ella) se habia visto forzada a retirarse debido a su postura con relación a los hipotéticos tratados futuros que deberían vertebrar esa UE a la que ni Sarkozy puede domarle la desorientación.
Preguntado al respecto, Pröll dio ayer una de esas respuestas diplomáticas que, como el rebozado de los schnitzel, sirven para tapar lo que no se debe ver. La disciplina de partido supongo que hará el resto.
El que la ha acatado a rajatabla ha sido el pobre Petzner (el “amigo” de Haider, como le califica la prensa sensacionalista con todo el retintín) que, tras cuarenta días, anunció hace poco su retirada. No presentará su candidatura a jefe del partido en la próxima convención anual. Sus cariñosos compañeros se han apresurado a recalcar que se ha tratado “de una decisión voluntaria”. Hay cariños que matan.

5 comentarios:

Marona dijo...

Lo poco que lleva el ministro ahí y ya tengo su cara más que atravesada, ¡urgh! Hoy al ver la portada del periódico pensé que se habían equivocado y que era el de ayer... ¡qué hartura padre cura! ;)

Te de llimona dijo...

Hola, Paco,

A ver si lo he entendido bien, que me pierdo con las referencias socioculturales (supongo que si no estás allí cuesta). ¿Coalición socialista-liberal? ¿Cómo se come eso? ¿Cuando hablas de los populares, debo tomar nuestra referencia más conocida?
Y, bueno, la subida tributaria de 50 € me parece una medida con tufillo a populista, pero de lo peor, así tenemos contentos a los contribuyentes... Pero es tramposo, como toda persona de izquierdas sabe. Si se invierte en educación y en el subsidio de paro, mejor que mejor...
Gracias por estas crónicas políticas, Paco.
Un abrazo!
PS = ¿te vas a Madrid para Navidad?

Paco Bernal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Paco Bernal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Paco Bernal dijo...

Hola!
Gracias por vuestros comentarios.
A Mar: si es verdad que son muy pesados con el tema ministerial. Yo ayer me tragué la lista cien veces por la radio.
A Te de Llimona: has entendido muy bien: una coalición entre los populares y los socialistas. Ambos con las referencias conocidas en España y su espectro político. En España los dos principales partidos han hecho su razón de ser el tratar de convencer a la gente de que son dos cosas muy diferentes cuando en realidad defienden lo mismo (economicamente, sobre todo) y sólo se diferencian en lo que podríamos llamar "diferencias de matiz", "política de costumbres". Pero léete los programas y verás que PP y PSOE podrían si quisieran, mañana, hacer una coalición. Otra cosa es que las especiales características de la política española (el misérrimo nivel, la escasa tradición democrática, cierto guerracivilismo latente que viene del siglo XIX) lo impidan.
En cuanto a los 50 euros de la rebaja presupuestaria es una medida keynesiana de libro. Tanto las personas de derechas como las de izquierdas, es un hecho comprobado,se gastan toda la renta de que disponen. Si tienen 50 euros más al mes se los gastarán y eso le dará alegría a la economía, a no ser que ahorren esa renta, lo cual también sería beneficioso porque estimularía la inversión.
En cuanto a la educación, perfecto, pero son medidas económicas que tardan una generación en surtir efecto (en el caso español tampoco bastarían porque hay que cambiar el modelo productivo que está agotado). Y lo del paro: lo ideal es que el subsidio sea un seguro para quien se quede parado, no una razón en sí misma. En condiciones ideales también debe ser lo menos gravoso posible para los contribuyentes y detraerse, como está mandado, de las nóminas de los señores que trabajan. El Estado no es una vaca lechera, somos todos. No es la primera vez en la historia que un país quiebra. Ahí tienes Islandia. Si España no toma pronto medidas puede estar así. Y eso no sería coña para nada. España está ante una gravísima coyuntura económica. Veremos como acabamos el 2009.
En fin, que este no es el tema de este blog.
Saludetes,
P.