El jefe del Partido Socialista Austriaco de Oberösterreich, Herr Erich Haider, perdedor en las elecciones de ayer
No está de moda ser socialista (en la Alta Austria)
28 de Septiembre.- Ayer, mientras yo me echaba unas risas en el Sportplatz de Stadlau viendo a unos tipos en falda tirando troncos de árboles (ver fotos en la cuenta de flickr) los ciudadanos de Oberösterreich –Alta Austria- y de Alemania se dedicaban a cumplir su deber cívico y a depositar su voto en la urna correspondiente.
No sucedió nada que no estuviera previsto: Angela Merkel “volvió a salir” (como decía mi abuela) y en la Alta Austria los socialistas se dieron la piña que se les auguraba. Los alemanes, ayer por la tarde, ya reconocieron la “amarga derrota” sufrida y anunciaron su intención de "dejarse la piel en el pellejo” (Mazagatos dixit) en una rectilínea labor de oposición. En Austria, a estas horas, los del partido socialista se lamen las heridas mientras que en el banquillo conservador hacen zapatetas.
Yo me enteré de todo esto anoche durante una sobremesa muy interesante en casa de un amigo que, con el celo que antaño desplegaban nuestros abuelos para seguir los resultados de los partidos de fútbol, consultaba su chisme electrónico al objeto de conocer cómo había votado la Alta Austria.
Naturalmente, cuando trascendieron los resultados, llegó la hora de hacer balance. Mi pregunta fue:
¿Por qué los socialistas austriacos llevan varias elecciones perdiendo terreno pese a haber sido el partido más votado en las últimas elecciones?
En la mesa, a la que se sentaban profesionales procedentes de diferentes sectores y de varias opciones políticas, la respuesta fue unánime: el Partido Socialista Austriaco está teniendo una política demasiado indecisa (fofa, vaya) con respecto a los extranjeros y a la cuestión de la inmigración. Digamos que ha quedado atrapado entre dos fuegos: entre la posición de los verdes, partido que ha hecho de la defensa de cierta idea de la integración una bandera (hacen ostentación, por ejemplo, de presentar a candidatos de raíces turcas a casi todas las elecciones y su líder, Frau Vassiliakou, es ella misma de ascendencia austro-griega) y la posición conservadora (la moderada de los Populares Austriacos y la extrema de los chicos de Strache) que propugna controles más severos con relación a los extranjeros y medidas que garanticen que no se admita más que a aquellos que la sociedad austriaca pueda absorver.
(Una precisión semántica: cuando digo extranjeros, me refiero a turcos y paisanos de ese totum revolutum que los austriacos consideran a la antigua Europa comunista).
La política, en esta revuelta del siglo XXI, se ha convertido en una cuestión de clases medias que, al fin y al cabo, son las que pagan la fiesta (véanse si no las últimas medidas tributarias del apurado Gobierno español). Y las austriacas son las que están sufriendo lo que consideran un sindiós migratorio. Como me explicaban los tertuliantes ayer por la tarde con varios ejemplos sacados de la realidad austriaca de todos los días: si una familia media quiere que sus hijos vayan a un colegio pasable (y aquí la educación es importante, como saben mis lectores) tiene que desembolsar una cantidad de dinero que resulta cada vez más gravosa para la economía doméstica. De lo contrario, los hijos se arriesgan a terminar en una escuela pública en la que, con más probabilidad que menos, se encontrará en clases con un cincuenta por ciento de niños cuyos padres no han nacido en Austria. La mayoría de estos chicos no hablan alemán correctamente y lastran a sus compañeros, con el consiguiente deterioro del rendimiento académico. Por otra parte, aquellos austriacos que ejercen profesiones de cualificación media (por ejemplo trabajadores sanitarios que ejercen la atención a domicilio) están viendo cómo, desde que el mercado de trabajo austriaco se abrió a los países del este (aunque todavía no esté abierto del todo), hay multitud de checos, polacos y demás (ese Totum Revolutum del que hablaba antes, que los austriacos temen tanto) que están ocupando a precios mucho más baratos los mismos puestos de trabajo.
NOTA: Para aquellos que accedeis al blog por RSS y Feeds: estoy organizando el tercer aniversario de Viena Directo. Si os pasáis por la página, veréis en qué estoy pensando exactamente ... :-)
Por último, dijo uno:
-En mi empresa, por ejemplo, los que se ocupan del mantenimiento son dos albaneses y los que limpian las ventanas, dos turcos.
Y todos se encogieron de hombros.
Toda esa masa descontenta, que pide controles más severos, pruebas de idiomas, contratos cívicos, periodos de prueba, deportaciones en caso de comisión de delitos, son los votantes que se fugan del partido socialista y que se inclinan por opciones más conservadoras.
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7 comentarios:
Nunca he entendido que es la clase media y por qué la gente se considera clase media. un besote muy fuerte. nuria
Yo, que soy un poco repelente y me gusta tocar lo que no suena, cuando los austríacos me hablan de "los extranjeros", siempre les recuerdo que yo también lo soy y se deshacen en explicaciones (¡pobres!), na, pa reirme un rato nomás :)
Uno de los peores aspectos de estas ideologías es culpabilizar al otro de los propios problemas, de rebajar las condiciones laborales o del nivel de la enseñanza... un poco más de autocrítica no vendría mal. Por ejemplo, ¿por qué no fijan la atención en aquellos empresarios que contratan mano de obra barata para obtener más beneficios?
Me alegra saber, sin embargo, que no es un pensamiento único ni unánime en Austria...
Bueno, pues está visto que en todas partes cuecen habas. Es curioso que los austriacos sólo consideren extrajeros a personas de unas zonas determinadas. En fin: la inmigración se tiene que controlar. No se trata de ser de izquierdas o de derechas, se trata de que si un frasquito tiene una determinada cantidad, por mucho que tú le quieras poner más cantidad, no vas a poder. Pues lo mismo. Por cierto: es absorber, Paco, no absorver. Se te ha colado la v.
Hola a todas!
Gracias por vuestros comentarios.
A Nuri: la clase media somos tú y yo: los que tenemos un sueldo, trabajamos por cuenta ajena, visitamos el Carrefour de vez en cuando...(Bueno, aquí el Merkur)...En fins:-) Muchos besotes, guapa.
a Marona: yo lo decía al principio también, pero ya, en vista de que los resultados son nulos desde el punto de vista pedagógico...Lo he dejao :-). Aunque algunos, para ganar tiempo, me lo dicen ya (que no sé qué será peor). Eso de: "tú no te sientas angegriffen, que tú no te puedes comparar con ellos". No sabe uno si estar agradecido o qué. Besotes :-)
A Te de Llimona: te puedo asegurar que los que hablaban de esto eran (o se tenían) por perfectamente progresistas; o sea que no había ninguna ideología rara de por medio. Yo no tengo en cualquier caso la solución pero esto que tú me dices de los empresarios, con ser muy legítimo, es como este argumento que se daba a los consumidores para que dejasen de comprar marca blanca. En un mercado en el que tú, como consumidor, tienes una leche que vale 1 y otra exactamente igual que vale 2,5 pero que pone Pascual ¿Cuál comprarías? Yo creo que lo que tendría que suceder es que, si se amplía la Unión Europea se amplíe con países homogéneos, de nivel de vida homogéneo y todo homogéneo. Los austriacos son conscientes de ser una isla de riqueza en un mar de modestia. Y eso hace pupita, sobre todo para el que ve amenazada su prosperidad. Cuando te tocan el pan de tus niños (o tú sientes que te lo tocan) a ver quién es el guapo que acude a la solidaridad y a las grandes palabras. El ser humano es asín :-)
A m. Los austriacos consideran inmigrantes a aquellos que ven como culturalmente diferentes (esto va especialmente por los turcos) y supongo que Austria, con la historia de tierra de paso (invadible) que tiene desde que los hunos (y los otros) la machacaron, se ve influenciada por esta cuestión. A Austria el peligro, historicamente, siempre le ha venido del este. El problema es que, para controlar la inmigración, se ponen en marcha unos procedimientos que a nosotros, occidentales instalados en nuestra prosperidad (relativa) nos dan cosa y ante los que preferimos mirar hacia otro sitio. Y, como siempre, el hacer las cosas bien (invertir en los países de origen de los inmigrantes para mejorar su nivel de vida y que no tengan que emigrar) es a)demasiado caro y b) sólo da resultado de aquí a una genración. Con lo cual,la solución fácil -y perniciosa- sigue siendo la de Berlusconi.
En fin, que es un asunto que daría para mucho.
En cuanto a lo de absorber, madre mía, en qué estaría yo pensando. Esto es el Alzheimer, que no perdona. Gracias por la corrección.
Besos mil
Lo que yo veo es que en definitiva es una sociedad clasista a la que le ha salido la excusa perfecta para que no les duela este "clasismo", LOS POBRES AHORA ADEMÁS SON EXTRANJEROS.
Joako, estoy contigo, son clasistas y es españa también, por supuesto.
Paco, yo no me considero clase media porque tenga unas condiciones económicas superiores a los "extranjeros" , porque esas condiciones económicas dependen de un sueldo y si ese sueldo no existe, estoy en igual de condiciones. En la vida se te puede dar la vuelta a la tortilla. Es una opinión, como otra cualquier. un besote muy fuerte, nuria
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