Penélope ensayando para convertirse en la próxima Sofia Loren (detalle de la campaña de Mango del año pasado)
¿Italian? !No! Spanish



10 de Noviembre.- Como aquí todo llega con bastante retraso, hoy he visto por primera vez las fotos de Penélope Cruz en Nine y, cuando he conseguido volver a encajar las mandíbulas, sólo he podido decir una cosa: jo-é.

Inmediatamente después me han venido a la cabeza dos cosas: primera: el domingo pasado estuve comiendo el tradicional ganso en casa de unos amigos (austriacos) amabilísimos. No sé por qué salió el tema Penélope (¿Por los Abrazos Rotos/Zerrisene Umarmungen?) y alguien enunció lo que, pronto, se convirtió en la opinión unánime en la mesa:

-Penélope Cruz es la mujer más guapa –variedad maggiorata, por supuesto- que ha aparecido en una pantalla desde Sofia Loren.


(Luego, claro, todos pusimos el modo malignidad y salió el tema del juego tan mono de neceseres que Sofía se ha hecho con toda la piel que se ha quitado con sus sucesivos estiramientos. Pero eso no le quita mérito a la de San Sebastián de los Reyes).


Tras esto, como un fogonazo, me ha venido a la memoria una cosa que hablábamos el otro día L., M., mi primo N. y yo, sentados en el Cafe Drexel.

Es curioso cómo los españoles tiramos por tierra a aquellos de nuestros compatriotas que en el resto del mundo son instituciones.

Por veinticinco pesetas (de las de agujero) ejemplos de esto: Pedro Almodóvar, la misma Penélope o Antonio Banderas. Por citar famosos actuales que se han convertido en parte del Star System planetario. Como antes lo fueron Julio Iglesias, Raphael o Rocío Durcal, por cierto.

Para esto, los austriacos son muchísimo más chovinistas. Si el famoso no pierde el oremus y se dedica a firmar sentencias de muerte (caso Chuache) en su país le veneran (Romy Schneider zum beispiel).

Y por si fuera poco el orgullo de que un paisano promocione el nombre del país de uno, está el argumento crematístico. Por poner sólo un ejemplo: según publica hoy el diario El País, Kate Winslet ha generado ella solita 67 millones de euros que han ido a parar al tesoro británico.

En España tenemos la sensación de que todo lo que los medios dicen sobre nuestros famosos en el exterior es mentira, pero Penélope, por ejemplo, ha sido considerada por L´Oreal una líder de opinión lo suficientemente importante como para utilizarla como prescriptora de sus productos cosméticos. Y esos anuncios no sólo se emiten en España: están por todo el mundo.


Otro motivo para desear que haya españoles mundialmente famosos es la industria cultural, dentro de la cual está la enseñanza de idiomas. Cada año, el Trinity College o la Universidad de Oxford, por poner dos ejemplos conocidos de todos, se embolsan miles de millones en derechos de exámenes y publicaciones. Indiscutiblemente, presentar la cultura española (hispanoparlante) como algo atractivo a través de personajes conocidos anima a la gente a aprender idiomas (y a pagar por aprenderlos, claro). En Austria es así.

Por estas cosas creo que es de justicia reconocerles a Almodóvar, a Penélope, a Alejandro Amenábar y a tantos otros el papel que hacen como representantes en el exterior de un país que, en estos momentos, los necesita tanto.

1 comentario:

JOAKO dijo...

Eco...deberíamos aprender de nuiestros vecinos y no solo reivindicar a nuestros famosos, además robemos a aquellos que pisen por aquí más de lo "debido", como los Franceses hacen con Picasso, o quien sea que sea bueno, podíamos empezar con Saramago, por ejemplo...y seguir con cualquiera que fije su residencia en España, ya basta de tonterias, hay que utilizar el marketing y promocionarnos como cultura, ahora que aún estamos a tiempo de luchar pòr un nicho importante.