La multitud se agolpa a las puertas de la bolsa de Wall Street en 1929
Desde el país de la "grisis"
(Este post debió publicarse ayer pero debido a una inaplazable labor de juego de construcciones Lego con mi sobrina Ainara fue del todo imposible)
23 Diciembre.- Querida Ainara: te acabas de marchar de casa de tus abuelos. El lugar del mundo en el que mejor te lo pasas. Para probarlo, el número que has montado para irte. El hecho de separarte de tu abuelo siempre te cuesta un sofocón.
Yo, la verdad, estoy hecho polvo. El viaje desde Viena ha sido largo y tedioso. Tres horas y pico de avión en un trayecto que se suele hacer mucho antes. A mi espalda, una familia bastante pija que se esforzaba en demostrar cierta superioridad a base de mala educación y de no hacer caso de las instrucciones de la megafonía del avión. A mi lado, una chica joven que dormía con la boca abierta, ignorante de sí misma y, a pocos asientos, una adolescente vestida con unos escuetos pantalones cortos que hablaba inglés hasta consigo misma con ese acento nasal falsamente americano que se adquiere en los mejores peores colegios.
Por suerte, era Iberia y daban periódico. Sólo se puede elegir uno (suprema tortura para un voraz lector de prensa como es tu tío). Me he arrepentido casi instantáneamente de la elección hecha. El periódico que he cogido trazaba un panorama bastante negro del año 2010 para mis conciudadanos. Quiebras bancarias, quiebras empresariales, posibles disturbios, ay Macarena.
Al llegar, tras un feliz aterrizaje (gracias a Dios), me he encontrado Barajas mucho más tranquilo de lo esperable. En las cintas de recogida de equipaje no había demasiados vuelos, por lo cual el trámite ha sido corto y seguro (si no hubiera sido por una caterva de niños austriacos de aspecto angelical pero maneras de hotentote, que se sentaban en las maletas y hacían surfing por la cinta). Al decirle yo a uno de ellos que lo de repantingarse en las maletas que no son de uno está feo (conteniéndome para no darle un sopapo). Una muchacha española se ha solidarizado conmigo.
Muchacha-Y estos niños salvajes, ¿De quién son?
Yo-Pues no sé, pero la verdad es que a mí me están poniendo de los nervios.
Muchacha-Pues si hubiera sido mi padre ya me hubiera dado una hostia.
(Respeto totalmente la terminología original utilizada por la chica).
El taxi (por suerte, no había huelga). Los páramos castellanos, algo más húmedos por las nevadas recientes. Mi pueblo. Muchos comercios de toda la vida cerrados. En todos o casi, promociones (la ley prohíbe poner rebajas aún). Establecimientos de chinos (de alimentación, vestido y calzado). Un local de apuestas (!). Y la crisis. Todo el mundo me pregunta lo mismo. Entre donde entre hable con quien hable, todo el mundo que sabe que no vivo en España me pregunta cómo va la crisis. Casi con las mismas palabras:
-Y por allí…¿Se siente tanto esto de la crisis?
Siempre me sorprende mucho cuando vengo (cada vez más) que las dependientas de las tiendas –tan correctas en Austria- vayan vestidas, con todos los respetos, para cantar en El Coro de la Cárcel. Los piercings, los peinados, los tintes…La gesticulación de la gente por la calle que, acostumbrado a la sobriedad centroeuropea, me parece cosa de teatro. Lo alto que habla la gente ¡Mis vecinos! (a los que oigo a través de los tabiques: por un momento me parece que tengo la tele puesta). Sensaciones todas olvidadas las que me tengo que acostumbrar de nuevo. Que me dejan sorprendido pero que me traen una suave nostalgia de lo que fui y ya no soy.
Por suerte está mi madre, y luego llegas tú, tu madre, tu padre (mi hermano) y nos echamos unas risas que no me puedo echar en Austria porque me faltan las referencias culturales. Luego, me siento a jugar a las construcciones contigo.
Estás preciosa.
Besos de tu tío
4 comentarios:
Bienvenido Paco, como el Almendro!
Bienvenido!
Lo de los vecinos que gritan... eso debe ser universal en todo el país, porque a los míos los oigo como si estuvieran a mi lado en un bar... ¿quizás las paredes sean más finas aquí? !Qué delicia pensar en el silencio en Viena!
Y lo de los niños y adultos que hacen que tu vuelo sea una pesadilla... también veo que es bastante universal.
A mí me sorprendía que la tele hablara en castellano cuando volví de Irlanda. Feliz Navidad y que lo paséis bien.
Hola a todos y gracias por vuestros comentarios:
A Jorge: Bien hallado! Cuidaros mucho y una navidad felicísima!
A Te de LLimona: ays, qué bonito es España jajajja. Las paredes son más finillas y de lo de los compañeros de viaje molestos yo creo que va a ser por la impaciencia de volver que le pone a uno de mal humor...
A Amelche: a mí me sorprende entender a la gente por la calle cuando habla (o sea, sin poner atención ni hacer esfuerzo).
Saludos a todos y FELIZ NAVIDAD
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