Austria: país modelo


15 de Abril.- Según el periódico en que se lea, la situación es completamente diferente: los diarios conservadores explican que el Gobierno español, acosado por las dentelladas de la crisis, ayuno de ideas, con unos miembros que dilapidan el dinero en ideas de bombero (torero), se ha vuelto a desdecir y ha copiado vilmente de la oposición.

Los periódicos afectos al Gobierno sitúan la realidad en un “escenario” absolutamente opuesto e indican que los representantes del poder ejecutivo, capitaneados por un presidente noble y brillante, que soporta como un campeón las puñaladas traperas de una oposición corrupta y tontiloca, han decidido dar un valiente paso al frente y proponer un modelo que devolverá a España a la championslíg de los países desarrollados. Una revolución copernicana que hará que el porompompero se le haga pepsicola al presidente del Fondo Monetario Internacional. Que nos restituirá, en fin, el prestigio perdido y reducirá, Dios y Keynes mediante, la terrorífica tasa de desempleo que aflige a más de cuatro millones de contritos celtíberos.

Sí, pero ¿Cuál es este modelo? ¿En qué pequeño país centroeuropeo con forma de pipa se ha inspirado el equipo que gobierna (o destroza, según) el destino español? Acertaron mis lectores: en Austria. Este país en donde vivo y que, según datos de Eurostat, ha soportado la crisis de una manera modélica. Copio: una tasa de desempleo del cinco por ciento en febrero de 2010 y un aumento de tan sólo el 0,6 desde 2007. Ausencia casi absoluta de conflictos laborales (salvo las periódicas de los estudiantes, yo no he conocido una huelga desde que estoy aquí) y una fuerza de trabajo que va a su cartón y que se preocupa de levantar la economía del país.

Pero, ¿En qué consiste este modelo que está en vigor desde principios de siglo? (año 2003).

La cosa funciona del modo siguiente: a cada trabajador se le crea una hucha con dinero que se detrae de su sueldo (1,53% mensual si yo no estoy equivocado) de forma que se va constituyendo un fondo durante la vida laboral. Si al trabajador cambia de empresa motu proprio este fondo no se toca, pero si le despiden, el fondo acumulado sirve para indemnizarle.

Si, al final de la vida laboral, el saldo de este fondo es positivo, el dinero de su hucha pasa a completarle la pensión.

La ventaja fundamental del modelo austriaco es que incentiva la movilidad del trabajador que no se queda en una empresa que no le gusta por miedo a perder la indemnización por despido. Sin embargo, y en mi opinión, este modelo no sería exactamente la panacea para el caso español . Yo creo que este nuevo paradigma laboral, de trasladarse a la realidad española a capón (zum trockene stang´l que diría cierto duque, amigo mío; o sea, a palo seco) tropezaría con otros tozudos factores de la realidad laboral patria: en primer lugar, sería necesario que la economía española crease actividad, trabajo, que creciera (cosa que, en este momento, está lejos). En resumen, que crease trabajos para que los currantes pudieran saltar de empresa en empresa. Cosa que no sucede por la contracción brutal de la economía y por la zarrapastrosa inversión en I+D.

Por otra parte, habría que tocar también otro tema tabú: el cual serían las modalidades de contratación (que, en España, en muchos casos, son un sindiós) pero, fundamentalmente, habría que impulsar en España una cultura de la productividad que no existe (o que existe, pero poco).

Pero bueno: por algo se empieza. Igual si negocian, llegan a algo.

6 comentarios:

Landahlauts dijo...

El problema, como tu dices, es más profundo. Está muy bien eso de que favorezcan la movilidad entre empresas. El problema es que no hay empresas. En el Estado español, en su conjunto, no hay una industria potente que pueda generar empleo. Está la industria en torno al turismo sí... pero, estos años en que nos creímos "primera línea" encarecimos los precios y no resultamos atractivos en la relación calidad-precio. Y la productividad... esa mejor ni mentarla. Yo dudo que por aquí sepa alguien lo que es...

m. dijo...

Bueno. No hay problema. Hagamos una Saloufest en cada pueblo de España y solucionado (porque, como decía el ilustre de la ciudad en la que he vivido casi el 50% de mi vida), genera empleo y todos contestos. Ahora en serio: en España, lo que hay que hacer, es ESTABLECER UNA JORNADA LABORAL RACIONAL. Por ahí se tiene que empezar. Y bueno, después cambiar la mentalidad tan universitaria que tenemos. Pero como no quiero hacerme mala sangre, me callo. En fin, que es lo que tú dices en tu post, pero shhhhhhhhhhhht!!! no lo digas muy alto, a ver si se te va a llenar esto de españoles.

Álvaro dijo...

Estoy de acuerdo con lo de la mentalidad sobre la productividad: ¡en España es bajísima, pero nadie es consciente de ello).

La mediocridad fluye, es lo que tiene. Y uno se acostumbra a ella inventando un millón de excusas falsas. Lo que hay que hacer es asumir responsabilidades y dejarse de rollos.

En España, últimamente, invertimos sólo en xD.

Landahlauts dijo...

Precisamente sobre el tema de la productividad. Acabo de ver en "Andaluces por el mundo" a un chaval de Jerez que vive en Suecia. Hablaba de lo reducida que es su jornada laboral: entra a las 8 u 8:30 hrs. a trabajar, a las doce se bajan una hora al gimnasio que hay en la empresa. A las 12:30 se van a comer y una hora y media después vuelven al trabajo hasta cuatro o cuatro y media en que ya... están marchando. Decía que, a pesar de lo reducido de la jornada, él piensa que se trabaja más y se rinde más que en varios lugares de España donde ha trabajado.
Aquí, en el Estado español, echamos horas... muchas, más que nadie. Diez, doce horas de trabajo escuchas a algunos y ¿para qué? La mitad del tiempo creo que se gasta en cubrir el expediente, pero no son horas que sean productivas.

Así... poco vamos a avanzar.

m. dijo...

Landahlaut: a eso me refería en mi comentario, a que quizás habría que empezar por tocar lo intocable (porque aquí en España, cuando se habla de tocar la jornada laboral, te dicen que ni hablar, que no es viable, que no puede ser, que no funcionaría, bla, bla, bla). Que somos poco productivos ya hace muchísimos años que se dice, pero es que es normal. Yo trabajé muchos años en una fábrica en la que hacíamos trabajo en cadena y te puedo asegurar que, por la tarde, la productividad bajaba en picado (incluso muchas veces teníamos que bajar la velocidad de la cinta transportadora...). Es normal: yo por la tarde estoy que no valgo para nada.

Somos los que más horas pasan en el trabajo y los que menos rinden. O, mejor dicho, horas trabajamos las mismas (más o menos, quizás un poco más) lo que pasa es que aquí perdemos todo el día para hacerlas. Yo alucino cuando me hablan de "la calidad de vida de España". ¿Vida? Si no tenemos. Esta jornada laboral "de sol a sol" (literalmente) nos impide disfrutar de lo bueno que tenemos. Una conocida mía se ha traído a su novio a vivir aquí (un nórdico) y al chico casi le da un pasmo cuando empezó a trabajar hasta las 10 de la noche.

Paco Bernal dijo...

HOla a todos!

Gracias por vustros comentarios.

A Landahlauts: totalmente de acuerdo. Yo creo que habria que invertir en I+D para regenerar el tejido productivo. Si no se aumenta la competitividad, ya pueden favorecer la movilidad, que si no hay donde moverse...

A m: Espanya es un país que ha vivido estos últimos tiempos de sectores que son laboralmente intensivos(el comercio, todo lo que toca el consumo interior). Para poder cambiar la jornada laboral tendrías que cambiar los sectores que sostienen la economía. Tú puedes regular los turnos de una fábrica o de una empresa que venda tecnología pero es obvio que un comercio tiene que estar abierto cuantas más horas mejor.

A Alvaro: yo también creo que mucho de lo que pasa es una cuestión cultural. La burbuja inmobiliaria, sin ir más lejos es una cuestión cultural. La obsesión tan celtíbera por la propiedad. Y luego, pues eso.

A Landahlauts: Yo también he visto un par de andaluces por el mundo y de madrilenyos por el mundo y en todos es igual. Los que nos adaptamos es porque, cuando nos sentamos a la mesa, trabajamos. Por ejemplo, tener dos horas u hora y media para comer como tienen en muchas empresas espanyolas no hace sino que te tengas que ir a las siete a tu casa. Una salvajada.

A m: de nuevo, los aspectos culturales.

Saludos