Días de sol





16 de Enero.- Es un lugar común cuando uno vive en Centroeuropa hacerse uno cruces de la de veces que se ha reido de los guiris porque, en cuanto veían un cuadrado de sol, se tiraban en plancha. Es una costumbre que uno no entiende hasta que el sol no se convierte en un bien escaso.

Hoy y ayer "nos hemos froyado" sobre nueve horas diarias de luminosidad prácticamente ininterrumpidas. Por no hablar de una paradisiaca temperatura que, cuando he hecho estas fotos, ha alcanzado unos trece grados que a mí me han parecido tropicales. También dejo para la curiosidad de mis lectores el hecho de que, al parecer por vivir aquí, se me ha acostumbrado el cuerpo y ahora necesito muchísima menos ropa de abrigo para temperaturas a las que, en Celtiberia, hubiera tirado del plumas. Hoy, sin ir más lejos, a diez grados me ha bastado una camiseta de manga larga y una cazadora vaquera que no tiene forro. 

También es notable que, cuando hace sol, uno se siente más contento. Se conoce que se generan más endorfinas. En fin: un placer. Lástima que a partir del martes la cosa vaya a volver al frío polar.

2 comentarios:

Chus dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Cuando nosotros vivimos en EEUU en invierno soportabamos temperaturas bajísimas de 10 y 20 grados bajo cero, no era lo normal, pero con eso te digo que hacía un frío de narices y el cuerpo se nos acostumbró y cuando volvimos a España después de unos cuantos años de vivir alli, en pleno invierno mis hijos iban a cuerpo y yo con traje de chaqueta y es que no teniamos frio nunca. Después el cuerpo se vuelve a acostumbrar y ya te vuelves normal.

Un beso y que disfrutes del solecito hasta el martes.

Anónimo dijo...

Como España no hay nada,lo siento pero ni Viena ni na de ná,España o cualquier ciudad mediterránea si me va,pero donde haga frío no estaré yo. Un abrazo. loli.