Carta (frustrada) a los Reyes Magos

Un gato de la isla griega de Mykonos


5 de enero.- Querida Ainara: todos los que escribimos blogs tenemos días tontos. Si el blog, como el de tu tío, es casi un diario, los días tontos se notan todavía más. Día cinco de enero, miércoles, sobrina, carta, perezón... (sí, yo a veces también tengo pereza de escribir)...En fin, que no se me había ocurrido otra mejor que escribirle una carta a los reyes magos –qué original, ya lo sé-. Ya estaba mentalizado para escribir un post para salir del paso cuando, de pronto, me he dado cuenta de que me faltaba un ingrediente fundamental. A saber: no tengo nada que pedir.
 
Te confieso, Ainara, que es un tema que, en los últimos tiempos, me trae de cabeza ¿Será que soy feliz? Y si soy feliz, Ainara ¿Por qué siento este extraño resquemor que es tan parecido a la culpabilidad? Las escasas veces que me atrevo a confesarle a alguien esto, me preguntan invariablemente si no quiero ganar más dinero, o cambiar a un trabajo de corbata, traje y doce horas diarias pegado a una blackberry (con todos esos idiomas que sabes...). Pues no.

Hombre, a ver: me gustaría ser escritor y ganarme la vida con lo que escribo. Pero dado que es imposible (y peor que se va a poner cuando la piratería llegue a los libros electrónicos) pues tampoco me hago mala sangre. La gente (sobre todo austriaca) se extraña mucho de que no ambicione, por ejemplo, bienes materiales. Pues no: no los ambiciono ¿Qué coche, por poner un ejemplo, me haría más feliz que escucharte por teléfono llamarme “tito Caco” o, últimamente, escucharte contar en inglés? ¿Qué podría darme más satisfacción que las risas que me echo todos los días con tus abuelos? ¿Qué me llenaría más que los buenos amigos que tengo, gente equilibrada, cachonda y sensata? No encuentro las respuestas a esas preguntas.

Y a pesar de esto, hay una parte de mí que se pregunta si no seré un ser defectuoso. Hay días en que lo veo como un triunfo de una nueva clase de rebeldía: “Hay que tenerlos bien puestos para hacer lo que tú haces, Paco; rebajar el nivel de tus necesidades para aumentar –y cuánto- el nivel de tu felicidad”. Hay otros, en cambio, que me miro incluso un poquito por encima del hombro, contagiado de la opinión que algunos –lo sé positivamente- tienen de mí: “Bah: eres un conformista, Paco; te emocionas con una acelga. Así, ¿Cómo vas a progresar en la vida?”.

Y entre este Caribdis y este Escila me debato, incapaz de decidir si soy un ser que ha nacido para perder –o, por lo menos, para no tener iphone hasta que se convierta en un bien común- o una persona que va a contracorriente por el camino correcto mientras el resto de sus contemporáneos se lanzan a una espiral de insatisfacción. Creo sin embargo, Ainara, y me esfuerzo en alcanzarlo cada día, que una de las manifestaciones de la sabiduría es sacarle el máximo jugo a lo que se tiene, darle a la existencia calidad, profundidad; dotar a nuestros contactos personales de eso, de contacto. No llenar nuestras conversaciones de monosílabos, no terminar escribiendo lugares comunes en nuestros posts. Vivir Ainara, es como escribir este blog y hoy lo he recordado: vivir no es dejar que corra el tiempo, escribir un blog no es escribir entradas que hoy se lean y mañana se olviden.

Besos de tu tío.

10 comentarios:

The Intercultural Kitchen dijo...

No soy yo de las que disfruta desilusionando a la peña contándoles de dónde vienen los Reyes, pero no he podido pasar por alto ese subjuntivo en la frase "...cuando la piratería llegue a los libros electrónicos", ejem, que un indicativo sería más acertado, un pretérito perfecto para más señas.

Paco Bernal dijo...

Quería decir "masivamente" o sea, "cuando la piratería llegue masivamente" a los libros electrónicos porque haya libros electrónicos en abundancia. Ahora, de momento, hay poquitos...jajaja

Arantza dijo...

Paco, no eres raro, de verdad. Yo también me considero un ser extrañamente feliz. Hace no mucho pensaba que los felicianos como nosotros lo somos porque tenemos la inmensa fortuna de contar con los básicos: salud, dinero (no en abundancia, pero sí el suficiente como para no pasar frío y comer hasta producirnos michelines) y amor (buenos amigos y una pareja). Curiosamente, ahora me doy cuenta de que incluso te puede faltar uno de los tres, y te sirve para apreciar más los otros dos :-). Al final, yo creo que hay suertudos que nacemos con una capacidad innata de ser felices. Y de darnos cuenta. Besos enormes.

(Noema: :-)

Anónimo dijo...

Tiene mucha suerte Ainara de tener un tito Caco tan majete:-)

Besoss

Balovega dijo...

Linda noche aunque movidita...

Baltasar ha sido pillado cruzando en patera el estrecho, Gaspar detenido en un control de alcoholemia de la Guardia Civil y Melchor está de luna de miel por su reciente boda gay con uno de sus pajes… Los tiempos cambian pero los deseos son siempre los mismos: FELIZ AÑO 2011.

Muakksss

Chus dijo...

Si se pusiera en presente sobraría el cuando, ¿no, profesor?.

Mira Paco, no creo que seas un tio raro porque no tengas necesidades materiales. ¿Sabes?, no es más rico el que mas tiene sino el que menos necesita.

Crearse necesidades es un error que se paga caro. La gente no se da cuenta de que hipotecan sus vidas en pos de bienes materiales, y no viven. Mucha gente que conozco viven así y realmente me recuerdan a los SIms, ¿conoces el jueguecito?. Viven comprando, trabajando, comiendo, durmiendo, pariendo y así van pasando su vida. ¡Que horror!!.

Un abrazo Paco y no cambies chaval que eres muy majo. ¿raro? y quien no lo es.

amelche dijo...

Hace poco una amiga me confesó que no sabía qué me podía regalar para Reyes y me pidió que le dijera si me hacía falta algo, si me hacía ilusión tener algo, y le dije que no, que no quiero nada, al menos, nada material.

Últimamente, todo el mundo se ríe de mí porque tengo una cámara con carrete, la misma desde las navidades de 1997. Cuando la saco para hacer fotos, todos me miran como si fuera un bicho raro. Y, si le pido a alguien que me haga una foto, ya ni saben hacerlas mirando por el recuadro. Además, siempre viene el cachondeo, después de hacer cada foto, de: "enséñamela, ¡ja, ja!" Vamos, que tener una cámara de las de toda la vida ahora resulta que es de lo más friki y transgresor. Tanto, que ya hay gente que se dedica a eso como hobby y lo llaman "lomografía", ¡Qué fuerte! Dentro de poco, seré hasta moderna, porque mi cámara es mucho mejor que esas lomográficas tan básicas.

Está claro que, un día, se me estropeará o dejarán de vender carretes y me tendré que comprar una cámara digital, me guste o no. Pero, de momento, a mí me encanta mi cámara, hace unas fotos impresionantes, obviamente, sin zoom y de noche no se pueden hacer fotos porque no salen, a no ser que estés en un sitio muy iluminado y se conjuren los astros para que salga la foto medio bien. Pero toda la vida he vivido así y, si no puedo hacer fotos de noche, pues no las hago, no me muero por eso.

Tengo el mismo móvil (sin cámara) desde hace tres años y pico y porque al anterior, que lo llevé 6 años y ya se le habían borrado hasta las teclas, le falló la batería. Mi portátil tiene cinco años ya, mi coche va a cumplir 8 este año. A mí no me educaron en el usar y tirar, sino en que las cosas eran caras y debían durar toda la vida, o el máximo de vida posible. Por eso las cuido y me duran tanto. Y soy más feliz así que si estrenara móvil cada dos meses.

amelche dijo...

¡Ufff! Me ha salido un post en vez de un comentario, pero qué a gusto me he quedado, ¡ja, ja!

Pablo dijo...

Si te sirve de consuelo, a mí me pasa exactamente lo mismo. ¡¡¡Feliz año nuevo!!!

Ganti Icnotl dijo...

Hermosas tus líneas, querido Paco.. Hay cosas cotidianas, con un increible valor, que de repente, dejamos pasar! Gracias por compartir tus líneas y va un abrazo hasta donde estés caminando. Angel, desde México.