Iglesia de San Carlos Borromeo en Viena
14 de Enero.- En mis primeros tiempos en Austria, una de las cosas a las que tuve que acostumbrarme fue a la profusa presencia mediática de la Iglesia Católica. No era raro poner la televisión y que apareciese una entrevista a un eclesiástico o abrir un periódico y encontrarse con un artículo escrito por un páter en el que se informaba a la feligresía de la opinión oficial de la Iglesia sobre tal o cual asunto. No es extraño, naturalmente, porque dos tercios de los austriacos se consideran católicos –y no sólo se consideran, sino que ponen su óbolo, con la inestimable colaboración del Estado, para que la máquina eclesial siga funcionando-.
Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha hecho muchísimo más pronunciada una tendencia que viene agravándose desde los setenta. La Iglesia austriaca envejece y los jóvenes la abandonan –lo cual quiere decir también que dejan de poner su óbolo- y eso, claro, hace pupa a las arcas vaticanas.
Durante el año 2010, noventamil austriacos han decidido decirle adiós a la que, según proclama ella misma, es Madre y Maestra de todos los católicos. La mayor cifra desde los tiempos del nacionalsocialismo.
Hoy, en el artículo semanal que el cardenal Schonborn escribe en el periódico gratuito Heute (¿Se imaginan mis lectores que Rouco Varela escribiese en el 20 Minutos?) se dolía el purpurado de este hecho fastidioso y se preguntaba, nos tememos mucho que de manera retórica, qué había hecho mal la Iglesia para que sus hijos, ingratos, inconscientes o las dos cosas, le estén haciendo un corte de mangas de manera tan masiva.
Yo tengo dicho aquí que el cardenal Schonborn me cae bien. Es un hombre morigerado, culto y nada propenso a caer en los excesos carcas a los que nos tiene acostumbrada la línea oficial del Vaticano. De hecho, en lo más crudo de una de las últimas crisis sobre abusos sexuales en establecimientos eclesiásticos austriacos, tuvo la valentía de plantarse ante el Papa y rehusar aceptar un obispo fundamentalista impuesto desde Roma. Asimismo, cuando Strache se metió en jardines enarbolando el signo de la cruz, Schonborn, con muy buen criterio, le leyó la cartilla y le indicó que la Iglesia, en Austria por lo menos, no necesita paladines.
Por ser su Ilustrísima un hombre inteligente y leido, resulta aún más sorprendente el artículo de hoy. Herr Schonborn ¿Que por qué se van los jóvenes de la Iglesia? ¿Que qué hemos hecho mal? ¿Hace falta que hagamos una lista? No mencionaremos el tratamiento absolutamente contranatura (porque es absolutamente antinatural y fóbico) que la Iglesia oficial da a las cuestiones sexuales. Considerar a los cónyuges simples máquinas de producir vástagos es recortar mucho las posibilidades de la cama. El sexo es ante todo una demostración de amor y en el mundo somos ya muchos millones (y un alto porcentaje pasa hambre, por cierto). Por otra parte, condenar al celibato a tantos hombres y mujeres no puede ser bueno para las cabezas, como se ha demostrado: los casos de abusos de autoridad y sexuales son un cáncer que no se ataca de manera radical (y de eso, la gente se da cuenta).
Que la Iglesia sea regida de forma piramidal, como una monarquía medieval, tampoco la hace nada atractiva, para qué vamos a engañarnos. Que no sea transparente con sus finanzas, idem de lienzo. Y que el Papa, en vez de ponerse a lo que importa, se ponga a contar cuentos de viejas sobre el purgatorio, enmendándole la plana, por otra parte, a su supuestamente infalible antecesor en el cargo, resulta un disparate en la era del I-Pad.
Si quiere saber lo que la Iglesia ha hecho mal, hágase el Sr. Schonborn la siguiente pregunta simple pero de radicales consecuencias ¿Qué hubiera pensado Jesús, si hubiese vivido hoy, de la Iglesia Católica? ¿Hubiera pagado un porcentaje de sus ingresos, caso de haberlos tenido, para sostenerla? Con las respuestas, hágame el favor de escribir otro articulillo (*)
(*) Conste que, a pesar de este post, yo pago cada tres meses mi cuota para el sostenimiento de la Iglesia Católica. Los defectos de los altos cargos no quitan para que haya mucha gente que hace una labor magnífica (y, sobre todo, silenciosa).
2 comentarios:
No han sabido evolucionar, adaptarse a las nuevas formas manteniendo un fondo de bndad universal. Un fuerte abrazo.
Bueno Paco, al fin y al cabo los que dirigen la iglesia son humanos y se equivocan o se pueden equivocar aunque el Papa, según dice la Iglesia es infalible cuando se pronuncia sobre tema de fe. Yo creo que como bien dices en la época del ipad, no solo la iglesia puede estar algo obsoleta en ciertos aspectos sino muchas instituciones más, porque que me dices de las Monarquías, por nacimiento Jefe de estado, eso es tan fuera de lugar como el celibato por ejemplo.
De todas formas creo que no soy quien para juzgar a nada mas ni nada menos a la Iglesia, por lo menos yo que me considero católica, apostólica y romana y aunque la Igleisa tenga sus fallos, hay que reconocer que hace muchas pero muchas cosas buenas que debería hacer el Estado. Aquí como bien sabes la gente ayuda economicamente con lo minimo a su sostenimiento. Yo que he vivido en EEUU, he conocido otra iglesia y el feligrés vive y contribuye en su parroquia con el corazón. El mismo espiritu encontré cuando viví en Francia pero los españoles somos unos pasotas.
Me he enrollado y encima he escrito demasiado deprisa, no se si me habrá quedado coherente mi escrito. Un abrazo
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