Vadim Garbuzov y su novia, dándolo todo
8 de Febrero.- Seguimos con los bailes: ayer se presentó en la sede de la televisión pública austriaca, ORF, la nueva temporada de Dancing Stars. Mis lectores españoles conocen el formato porque lo estrenó la tele pública española TVE con el título de Mira Quién Baila y, más tarde, dados los presuntos costes, incompatibles con la austeridad de la nueva etapa de la cadena pública, le vendió los derechos de uso del formato a Tele 5, en donde aún se emite bajo el título Más que Baile.
Es el formato perfecto para una tele pública del tipo de la austriaca, que se caracteriza por una programación enteramente blanca, para todos los públicos. Sin embargo, en las últimas ediciones de Dancing Stars, ya sea porque los personajes no tenían tirón suficiente o porque el espacio había perdido la novedad de las primeras entregas, los datos de audiencia han decaido un poco y la dirección de la cadena austriaca ha tomado una decisión que a algunos les ha parecido de lo más desacertada.
Y así, al objeto de levantar un poco el alicaído share de Dancing Stars, por primera vez en Austria, dos hombres saldrán bailando en un programa de televisión. Agarrado, se entiende. El personaje conocido de la pareja será Alfons Haider (decíamos ayer) y su partenaire en esto del parquet será un tal Vadim Garbuzov. Un muchacho ucraniano que, junto con su novia (retener este dato) parece ser un as de las pistas. Ayer, posaban para la prensa: Garbuzov con esa sonrisa tirante que sólo se le pone a las marquesas pasadas de cirugías estéticas, a las gimnastas rítmicas y a los muchachos ucranianos que quieren comerse el mundo, y Haider con cara de estar de vuelta de todo.
Los responsables de la ORF han insistido muchísimo, eso sí, en que Garbuzov no es homosexual. La nota de prensa que la cadena ha difundido recalca que la novia de Garbuzov, austriaca, también se gana las habichuelas como pareja de baile de otro de los competidores de esta edición de Dancing Stars. La nota parece escrita por la conferencia episcopal. Le falta decir que tanto Garbuzov como su churri son firmes partidarios de la familia nuclear y de la castidad prematrimonial ¿A qué tanta insistencia en la heterosexualidad de Garbuzov? Según la prensa, para preservarle de rumores (!) y, quizá, para taparle la boca a don Nikolaus Lauda, campeón de Fórmula 1 y presidente de Fly Nikki, esa compañía que lleva a los austriacos a cualquier sitio en que haya mar.
A Herr Lauda, la decisión de la ORF de colocar a Alfons Haider en horario de máxima audiencia bailando (agarrado) con otro señor, le ha sentado como uno de esos horribles desayunos que se sirven en sus aviones, esos en los que el huevo es de bote y el jamon cocido de plástico. Y así, con el mismo desparpajo con el que dijo que lo de la nube de ceniza que impedía volar a sus aviones era una filfa, o que el paquete de medidas económicas puesto en práctica por el Gobierno austriaco era una estupidez, Herr Lauda se ha manifestado sobre el Haidergate y ha enarbolado delante de varios micrófonos la bandera de la Santa Tradición.
Según Herr Lauda, y en esto está de acuerdo con doña Ana (Botella), no se pueden mezclar peras con manzanas y el hecho de ver a dos señores bailando (agarrado) en la televisión podría dar pie a que los jóvenes y los niños austriacos se hicieran falsas ideas a propósito de quién puede bailar con quién. Herr Lauda ha recordado a sus conciudadanos que, en Austria, es una tradición que las mujeres bailen con los hombres y se ha lamentado de que, en nombre de la lucha por la audiencia, los responsables de la ORF se hayan pasado uno de los pilares de la cultura austriaca por debajo del tiro de los pantalones.
Asimismo, interrogado por los reporteros a propósito de la presunta homofobia que pudieran dejar traslucir sus palabras, Herr Lauda ha indicado que él, en su compañía, tiene empleados a muchísimos gays (algunos, ha dicho, “incluso en puestos de formación”) pero que no le parece bien que los jóvenes puedan pensar que la homosexualidad es algo normal.
-A este paso –ha indicado- vamos a llegar a un punto en el que los heterosexuales tengamos que disculparnos.
Y esto no, claro. Faltaría más.
La entrevista completa con Herr Lauda (en alemán), aquí
4 comentarios:
Hola, Paco, me "manda" (indirectamente) Emejota. Me doy por presentado.
Bien está tenerte en Viena y que te prestes a orientar para cuando vaya por allí.
Respecto a la entrada: no entiendo esas tontas polémicas. Todas estas pavadas, declaraciones y contradeclaraciones, me parece que en vez de normalizar la homosexualidad, lo que hacen es folclorizarla, no dejarla salir de la categoría de pintoresca.
¿Hay trabajo en Austria? Al paso que vamos en España que no acabemos desperdigados por el mundo, jajaja.
Saludos.
Hola!
Bienvenido y espero que te pases por aquí a menudo.
En Austria hay trabajo si hablas alemán (tenemos una tasa de paro envidiable) y no se vive mal :-)
Saludos
Hola Paco!
Mira qué curioso. Una de las cosas que más me extrañó al llegar a Austria fue no ver gays por la calle y cuando pregunté en más de una me contestaron con una encogida de hombros "pues no habrá" ... y a la que me voy encendiendo con una traca de "pero, peroooo..." me miran con cara de "ya está la españolita rumbera, con ganas de bronca". Así que me parece fenomenal que con gestos así se monte la de San Quintín a ver si se dan cuenta que tienen muchos prejuicios y pudores que superar...
... y por supuesto, los hetero a disculparse ya! y algún gay camuflado de hetero también!
Gracias, Paco. Lo del alemán era impepinable, claro. (Ni pajolera idea yo de alemán).
Tengo trabajo en España, pero se ve tan negro esto que ya te da por pensar cualquier cosa...
Resistiremos de momento.
Saludos.
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