Die spinnen, die Römer! (*) / Están locos estos romanos!


In die Ordination des berühmten Chirurgen Eduard Albert kam ein eleganter alter Herr, vom Typus Reiteroffizier.
„Her Professor“, sagte der Patient, „Ich möchte Sie wieder konsultieren“
„Wieder? Ich kann mich gar nicht erinnern, dass wir uns schon einmal…“
„Sie haben mich doch an den Hämorriden operiert, Herr Professor!“
„Tatsächlich? Darf ich bitten?“ Professor Albert wies den Herrn an, sich auf den Behandlungstisch zu legen.
Der Arzt beuchte sich nun über ihn und fuhr zurück, frohes Wiedererkennen in der
Stimme: „Oh, meine Verehrung, Herr Graf!“
Eduard Albert (1841-1900) , war Artz und Schrifsteller
Un elegante caballero, con apariencia de oficial de caballería, fue a la consulta del famoso cirujano Eduard Albert.
“Profesor”, dijo el paciente, “Quisiera consultarle de nuevo”
“¿De nuevo? No creo acordarme de que nos hayamos encontrado…”
“Usted me operó de hemorroides, profesor”
“¿De verdad? ¿Me permite?”, dijo el profesor y le rogó al caballero que se tendiese sobre una camilla.
El doctor se inclinó sobre el hombre y, al retirarse, el tono de su voz había cambiado totalmente:
“Oh, mil perdones, Señor Conde!”
Eduard Albert (1841-1900) fue un famoso médico y cirujano austriaco, pionero de la ortopedia y destacado traductor y poeta.
Die spinnen, die Römer! (*) Es la frase que Obelix dice en los tebeos cada vez que ve alguna cosa que hacen los romanos que no le entra en la cabeza.

3 comentarios:

amelche dijo...

No me hagas esto, que aún no he aprendido alemán, empiezo el martes las clases. No me acojones, ¡que no voy a clase! :-)

Paco Bernal dijo...

Jajaja! Habrás visto que la traducción está abajo. A partir de ahora he decidido aprender yo también haciendo una traducción todos los días. De todas maneras, mucha suerte con los casos y las declinaciones. Verás como no es tan difícil :-)

amelche dijo...

Sí, lo he visto, menos mal, porque si no, habría salido huyendo de tu blog. :-) Ya te contaré, está complicado entrar en la EOI porque hay pocas plazas, hacen un sorteo para el día y la hora en que te toca matricularte y, a lo peor, llegas ese día a esa hora y ya no quedan plazas para el idioma que tú quieres. Pero, en mi caso, ¡quedaba justamente la última plaza de alemán de todos los horarios! Así que,igual es una señal divina y tengo que estudiar alemán, ¿quién sabe? :-D