Así funciona un banco

¿Hay razones para temer al monstruo? (Archivo VD)

14 de Octubre.- Durante la última semana, se han producido dos hechos que han alterado un pelín la tranquilidad de acuario que normalmente reina en este país.

A saber:
Los tres principales bancos del país (Volksbank,Reiffeisen y Erste) han anunciado, en sendas ruedas de prensa, morrocotudos castañazos  (pérdidas) para el ejercicio presente (decíamos ayer).
Para quitarle hierro a la cosa, los portavoces de las instituciones financieras han insistido mucho en que dichas pérdidas son, en su mayoría, debidas a vendas que se han puesto antes de que les llegue la pedrada desde el este y el sur de Europa. O sea: meras correcciones en el valor de los activos. Simples, inocentes e inofensivas anotaciones contables en el etéreo universo de los números vertiginosos.
Pero, digan lo que digan, el ciudadano medio no tiene más remedio que pensar que tres mil millones de Euros son tres mil millones de euros.
Por otro lado, se está produciendo en Austria un hecho que no se recuerda desde hace mucho tiempo: una huelga de verdad.
Los obreros de la metalurgia, en número de unos diezmil,  han decidido no trabajar ante el fracaso de sus negociaciones con la patronal del sector.
Estos dos hechos, motivaron que ayer acudiese a la televisión el presidente del Banco Central Austriaco para darle a los telespectadores, principalmente, dos mensajes.
Son estos:
Uno: a pesar de que los sucesivos anuncios de los portavoces de los bancos no nos encontramos ante una reacción en cadena.
El sistema financiero austriaco es totalmente seguro. Los ajustes en los balances de las entidades financieras del país son una sencilla corrección a la baja del valor de sus activos y no suponen ningún peligro para la viabilidad empresarial de los bancos austriacos que, en ningún caso, se encuentran amenazados de ruina.
(A pesar de que todo indica que la más alta autoridad financiera de Austria tiene toda la razón y los bancos austriacos son un artefacto sólido y pujante como un obelisco egipcio, hay que decir también que, aunque fuera mentira, el ilustre funcionario tendría que hacer, igualmente, protestas sobre la robustez de las instituciones financieras transalpinas.
Los bancos viven, principalmente, de la credibilidad de sus ahorradores y, a pesar de estar obligados por ley a tener unas reservas que garanticen el poder responder a las necesidades de efectivo de sus clientes, es obvio que no tienen tooooodo nuestro dinero metido en cajitas con nuestro nombre.
En otras palabras: si, debido a una situación de alarma como una crisis económica brutal o un periodo de estabilidad politica fuerte, todos los ahorradores decidieran retirar sus fondos de los bancos y guardarlos en lugar seguro (pongamos en un calcetín debajo de una baldosa debajo de su cama) los bancos quebrarían sin remedio porque no podrían hacer frente a la demanda de efectivo).
Segundo mensaje: a pesar de que las huelgas no son frecuentes en Austria, la de los obreros de la metalurgia tampoco tiene que suponer que nadie se tire de los pelos (del pecho).
Con aire desenvuelto, la máxima autoridad monetaria de esta pequeña República dijo algo que a mí me parece muy característico de la forma de ser austriaca y uno de los cimientos de mi amor inquebrantable por este país:
-Aquí en Austria estamos muy acostumbrados a llegar al acuerdo antes de que se presente el conflicto. A lo mejor esta vez es mejor que las dos partes planteen claramente sus exigencias para que todo el mundo sepa a qué atenerse.
¿A que es adoréibol?

1 comentario:

Landahlauts dijo...

Lo de la "tranquilidad de acuario" me parece inquietante.
Ya lo dice el refrán: "Líbrenos Dior de las aguas mansas que las bravas ya las vemos venir".

Saludos.