Foto: ramito de violetas que cogí ayer de las cercanías de la ermita de María Grün. Mañana cuento su historia, junto con otras de singular interés botánico.

Añadido al post "La gran Pregunta"

2 de Abril.- Un amigo mío, residente en España, que ha querido que su nombre permanezca en el economato, me ha explicado que él escribe -básicamente- para mejorar su vida sexual y porque busca mejorar sus cifras de levantamiento de chatis. Por esta razón (además del evidente placer estético que ello le proporciona) elabora poemas, cartas de amor (e-mails de amor, fundamentalmente) y diverso material epistolar que combina el arte con el deseable fin de la práctica amorosa.
Cuando me lo ha dicho, me ha parecido un propósito tan válido como cualquier otro y, por eso, le he pedido permiso para publicar esta verdad suya tan incontestable y que, de paso, da un poco de sentido al acto de escribir.
Asimismo, me permito -por mi cuenta, no porque él me haya dicho nada, que quede claro- ofrecer los servicios de este amigo como colaborador en la consecución de exitosos romances que terminen en doradas puestas de sol mediterráneas. Interesados (o interesadas, porque él es muy habilidoso y sabe poner voces) dejen aquí su comentario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya por Dios, Paco ahora es Celestino cibernético. Pues nada, mucha suerte el mushasho. Que con el don de la palabra escrita, también se conquistan cuores. Y lo de las doradas puestas de sol... por Dior: me apunto. Un beso.

Anónimo dijo...

¿Pero esas cosas funcionan? Esta visto que a la gente le chifla que le regalen el oído y la imaginación. Luego vienen las chifladuras de verdad y entonces ya no sirven los poemitas. Ay, la caja de Pandora que es mejor no abrir (toma comentario depresivo).