Los famosos huevos

Jueves Santo
5 de Abril.- Gründonnerstag. Mientras desayuno, bajo la atenta mirada de Pauli y de Sofía –gatos- veo en televisión la retransmisión de las procesiones de Semana Santa de Andalucía. No se parecen en nada a las manifestaciones religiosas aquí. Porque, mientras que en España se hace énfasis en los sentimientos trágicos de pérdida y de dolor (como paso previo a la catársis de la resurección) en Austria, la semana santa, es una celebración –con un fondo de lo más pagano también- del resurgimiento de lo verde y, con él, de la nueva floración tras el invierno. Debido a esto, la mascota de la semana santa austríaca (la Pascua) es el huevo. Desde tiempos muy antiguos, el huevo ha sido el símbolo de la vida en estado de latencia. En Austria, durante la pascua, la Karwoche, como se llama aquí la semana santa, se ponen en las casas huevos duros coloreados (Ostereier), en nidos de paja artificial, y también se cuelgan una especie de árboles de navidad hechos con una planta que crece en los humedales y que es de las primeras que florece, de las que se cuelgan de cintas de colores huevos ahuecados. Esta planta se llama Palmkätzchen (Salix Caprea), también Salweide, en alemán. Los tallos son largos, y tienen unas bolitas grises y peludas que, supongo, serán las inflorescencias. Véase la bild:
Los huevos duros se tiñen con un colorante alimentario que se vende por estas fechas y también se les pueden poner pegatinas de alegres diseños que imitan a la pintura. Asimismo, también se venden huevos pintados a mano para decoración, que son un primor de finura y de colores.
Algunas tradiciones austríacas para celebrar la primavera recuerdan mucho al pueblo de Rose Nayland, la rubia de Las Chicas de Oro, la de Saint Olaf. Por ejemplo, en algunas áreas rurales austríacas, es tradicional por estas fechas poner un poste alto coronado con una rueda de la que cuelgan cintas de colores. Dichos postes se colocan frente a la casa de una virgen (muchacha casadera) y tienen un indudable sabor pagano.
Por cierto, que aquí, como en todo el mundo sajón, los huevos de pascua son inseparables del correspondiente conejito. Aunque no sé si el conejito es original de Austria o una importación posterior tan americana como Halloween.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Días sin aparecer por aquí, aunque siempre te leo.
Te adjunto algo para que te entretengas. Saludos.

DER KOMMISSAR

Anónimo dijo...

Como leí en un post anterior, la mejor tradición de la Semana Santa son las torrijas. Bien azucaradas y bañadas en leche. Lo mejor.

con Ka dijo...

¡Hola Paco!
Buscando info sobre el Gründonnerstag (que si no me equivoco es mañana) he caído en este post antiguo de tu blog. La verdad es que en esta orilla parece que las costumbres son más o menos las mismas.
Ahora bien, ¡lo que más me ha gustado de este post es descubrir que el pueblo de Rose Nayland no era 'Senolaf', como llevo creyendo toda la vida, sino que tenía nombre de santo!
Gracias ;)