Soy capitán de un barco inglés

La luna en el mar riela, /en la lona gime el viento/y alza en blando movimiento/olas de plata y azul
28 de enero.- Miradas pícaras, sonrisas tórridas, electricidad ambiental...Según una encuesta realizada a nivel europeo entre 13.000 ciudadanos de diferentes países, esta es la descripción de un día normal en Austria (!).
Los austriacos son los que más coquetean de la Unión, seguidos muy de cerca (no hace falta adivinarlo) por los españoles. Vamos, que Austria, según esto, sería una auténtica tierra de pasión .
Y claro, así luego pasa lo que pasa, que las fuerzas de la naturaleza se desatan y...Zasca: huracán.
Vientos de hasta 220 Km/ h (ayer, en Schneeberg) y de 112 en Viena. Airazos que han arrancado carteles, techos de edificios, que han derribado árboles, y dejado más mal que bien a ocho cristianos que estaban haciendo su vida tan tranquilamente cuando les sorprendió la fuerza desatada de la atmósfera.

Yo superé el temporal a base de cine.
El sábado por la noche fui a ver “Elisabeth” sin enormes esperanzas, la verdad. Por diferentes razones pero la principal por su protagonista, Cate Blanchet, a la que había tenido ocasión de sufrir anteriormente en “The good german” junto a George Clooney (otro actor indigesto, übrigens).
Quizá debido a las malas espectativas, debo decir que “Elisabeth” me gustó, incluso haciendo la salvedad de que la mitad de lo que se dice en la película (históricamente hablando) es mentira y el resto no se puede creer.
La película trata de los dimes y diretes que se trajeron Isabel I de Inglaterra, la reina virgen, y Felipe II de España, el rey burócrata (vaya parejita) en forma de armada invencible e intento de conquista de Inglaterra, con los resultados que todos conocemos.
Los españoles, en este flin, quedamos como una especie de yihadhistas fanáticos mientras que Isabel/Blanchet va de visionaria que fuma cosas y corre detrás de las jovencitas. Los ingleses nos combaten con cuatro cascarones, mientras que los españoles tapamos el horizonte con las velas de nuestros barcos. Los ingleses ganan porque hay una oportuna tormenta y a los españoles solo se nos ocurre rezar pidiendo que cese el huracán. Leyenda negra a tutiplén, vaya. Qué perezón.


Blanchet está bien aunque, verla, me trajo a la cabeza a Aurora Bautista en estas superproducciones franquistas de pendón, armadura y brazo en alto (“Locura de amor”, “Reina Santa” y por ese palo). El actor que hace de Sir Walter Raleigh está muy en su papel de Follarín de la Pradera (N. dixit) y los efectos especiales dan para una tarde entretenida con palomitas y agua mineral sin gas.
De Jordi Mollá, mejor no hablar.
Mientras veía la peli, pensé en la reina de Inglaterra ¿Cómo debe de sentar que hagan pelis sobre tu familia? (Bueno, eso no sólo le ha pasado a la reina de Inglaterra, claro: me viene a la cabeza Lolita Flores). Empecé a pensar en cómo sería una película sobre mi familia propia y estaba yo tan entretenido haciendo el reparto cuando la visión de la Blanchet a caballo me sacó de mis meditaciones.
(Por supuesto, en mi película, mi papel de mí mismo lo hubiera hecho Javier Bardem, con el que guardo un considerable parecido)
¿Lo mejor de la noche? Explicarle a la concurrencia austriaca, en medio del distrito 1, la mecánica del famoso juego infantil de:
Soy capitán (soy capitán)
De un barco inglés (de un barco inglés)
Y en cada puerto tengo una mujer
La rubia es (la rubia es)
Fenomenal (fenomenal)
Y la morena tampoco está mal...
(Juro por lo más sagrado que, en aquel momento, no habíamos probado ni una gota de alcohol)
Ahora, que vernos, sí que hubiera valido el precio de una entrada.

6 comentarios:

RBD dijo...

Hola Paco,

Qué casualidad más grande. En la ciudad de México la semana pasada también un ventarrón huracanado completamente fuera de lo normal que daba la impresión de ser apocalíptico... Yyyy yo también lo pasé en el cine, aunque no sabía que así me iba a librar de él. Yo vi Kite Runner (Cometas en el cielo, le pusieron en México) que está muy padre y se desarrolla mayormente en Afganistán. Saludos coincidentes,

Rafa

Elenita dijo...

Pues a mi me va mas la de:

El vino en un barcooooo
de nombre extranjerooooo
las niñas bonitas no gastan dinerooo

Salu2 de otra expatriada, esta vez desde Brisol.

Paco Bernal dijo...

Hola a los dos: gracias por vuestros comentarios.
a Rafa: esto del cambio climático llega a todas partes ¿También en el DF llueve cuando no debe y hay sequía cuando no tiene que haberla? Me ha gustado lo de los saludos coincidentes jajajaja.
a Elenita: Hola Bristol. Muy contento de tener una incorporación más. Espero que te sigas pasando. Aunque me pega que lo del barco de nombre extranjero era de otra peli, Eh? :-)No me imagino yo a la niña bonita "sangrando lentamente de mostrador en mostrador". Pero en fin.
Saludines,
P.
(PS: Tengo un ligero retraso contestando a los comentarios: a quienes dejaron notas en Qué trabajos nos manda el señor 1 y 2 les contesto ahora mismito; sorry por la tardanza)

tonicito dijo...

Pues ahora que lo dices, sí que te pareces al Bardem, sí... :) A mi Clooney me cae bien cuando hace las pelis que a él le molan, como Oh, Brother. Por cierto, Clooney sería el actor que me interpretaría en la película de mi familia, porque es obvio que somos como dos gotas de agua! ;)
Un abrazo!

Marona dijo...

XD XD XD XD Ay, cómo me hace reír el Tonicito... aish...
A mi el Clooney me parece un payaso delicioso, pero claro, mis hormonas no son objetivas ;)
Yo hubiera pagado con gusto una entrada para verte explicando lo del "capitán de un barco inglés" a los austríacos... ¡qué bueno!
Un beso!

Paco Bernal dijo...

Hola par de dos!
No os había contestao:-)
La verdad es que estoy yo pensando que la peli perfecta sería la que contase la mañana que pasamos en Viena ¿Os imagináis el cartelón? Javier Bardem, George Clooney y Julia Roberts en "Seis horas en Viena" :-)
abracetes