Una de las piezas de merchandising que ha salido debido a la Eurocopa: una rodaja de choped con la figura de un fumbolista (watching for believing)

Fúmbol y Choped

4 de Junio.- A un día de que empiece la Copa de la Vida -más conocida como Eurocopa- saltan esas cosas que a veces tienen los austriacos en general y los vieneses en particular. Ese orgullito de país canijo pero matón que te devuelve, aunque tú no lo quieras, al siglo XIX.
Por ejemplo: ayer leía yo en un Heute que alguien se había dejado en el metro que un humorista había dicho que, juntar los conceptos Austria y Fútbol era como juntar el esquí Alpino con Namibia.
Juás, juás -se reía secamente el articulista- muy gracioso. Pero ahora lo que toca no es hacer bromitas, sino ser patriotas. Que somos nosotros los que organizamos (y pagamos) la fiesta. ¿Es que no ha visto el humorista -se preguntaba el plumillas- las banderitas en los coches y en los balcones? Y yo lo flipaba, pensando en qué pasaría si a un periodista español se le hubiera ocurrido lanzar semejante soflama desde el 20 minutos -ese panfleto astroso- o el Qué! -otro que tal.
Los periódicos gratuitos se han convertido en un vademecum de opiniones y valores sobados. O mejor: de un único valor y de una única opinión: una especie de bobalicón "To er mundo é güeno" en donde todo tiene cabida hasta el límite del analfabetismo funcional. Un conjunto de pensamientos superficial y ágrafo, un mar movedizo en el que ningún punto de vista se mantiene lo suficiente como para resultar agresivo y que bordea cualquier análisis profundo de las cosas. Por no hablar de la menesterosidad expresiva con la que están redactadas las noticias -en alemán es igual-. Los periódicos gratuitos, que huelen por anticipado a papel grasiento para el forro de cajones, se han convertido en el refugio de la más baja estofa de los obreros del lenguaje.
En Austria, por ejemplo, uno de esos tópicos de uso común es la rivalidad austro-alemana. Ayer, en el mismo Heute: los redactores del periódico le afeaban a la ZDF la emisión, el domingo, de una peli de catástrofes en la que miles de personas encontraban la muerte en un estadio de fútbol con curioso parecido al de Viena. Poseidos por la paranoia, se preguntaban si es que los "mardito roedore" habían intentado boicotear la fiesta (y la pasta potencial, porque esta Copa de la Vida se organiza sobre todo por trincar) de los austriacos.
El mensaje era el de siempre: "Estos alemanes o piefkes siempre j*diendo".
Mientras tanto, el Ring está ya preparado para la invasión de los bárbaros meones -hooligans de todo pelaje-: las estatuas protegidas por vigas de hierro (!), los hermosos jardines y parterres de flores dispuestos para el sacrificio.
Aunque, por supuesto, las hordas invasoras estarán vacunadas contra la mordedura de la pérfida garrapata centroeuropea: lo habrán leido en el 20 minutos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Oh! Pues con lo que me gusta a mí, me parece muy original esa rodaja. La verdad es que tiene su gracia... ¿no?