Blumen para llevar

17 de Agosto.- Una de mis historias favoritas de Austria es el día en que yo vi por primera vez un cartel parecido a este: Un agricultor había tenido la genial idea de inventar el autoservicio de flores. Él plantaba los gladiolos, la gente se servía y pagaba. En aquel momento, exclamé lo que Dorothy cuando se dió de morros con el Technicolor del país de Oz: "Totó, me parece que no estamos en Kansas".
Pues sí: el mecanismo es exactamente ese: uno elige las flores (como estas personas de aquí abajo) y paga echando las monedillas (o los billetes) en una lata como la de ahí arriba. Tengo que decir que la primera vez que yo vi esto el cuchillo era mucho más lujoso que estos que se ven, y que no había ningún papel pidiendo honradez en los pagos. Será que la crisis también ha deteriorado la acrisolada honradez austriaca?

El caso es que uno puede hacerse con un bonito ramo de gladiolos de colores a muy buen precio.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Madremía como hicieran esto aquí en España... se le llevaban hasta la latita

Anónimo dijo...

Yo ya alucinaba con las cajas dispensadoras de periódicos de Alemania. Con los gladiolos me has dejado tiesa, Paco.