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Recóndita armonía (o cachondeito musical)

4 de Noviembre.- Ayer fue mi primer día en una nueva empresa y, aunque es prontísimo para hacer valoraciones, presiento que voy a pasarmelo bien.
Mis nuevos jefes son dos señores muy simpáticos que rondan los cincuenta y que se conocieron cuando iban al colegio. Como suele suceder con estas amistades de largo recorrido, viéndoles en acción uno tiene la sensación de contemplar un mismo cuerpo al que de pronto le hubieran nacido dos cabezas. Y es muy agradable ver a gente que se entiende tan facilmente. Cuando se dan bien, estas relaciones en las que se mezclan la amistad con la felicidad comercial se mantienen tan en forma a lo largo de los años como los apacibles matrimonios acordados de los burgueses del diecinueve, para quienes el amor era un pecado contra el sentido común.
Si bien se mira, esta empresa nueva mía, pese a estar basada en la alta tecnología, y quizá por estar en Austria, tiene algo de decimonónico, con su almacenillo y sus gavetas llenas de artículos ordenados por referencias, y sus facturas, y sus albaranes, su agradable ambiente familiar, y sus dos socios al frente.
La empresa ocupa el último piso de un edificio que está en un barrio lleno de casas de aspecto parisino y fuerte aroma a Belle Epoque. Dos ninfas de los bosques, en el edificio de enfrente, sostienen con aire constipado un repostero con la cifra 1904 escrita en complicados caracteres arborescentes, y el negocio de la esquina, una cerrajería, también ocupa el mismo sitio desde 1907.
El edifico donde trabajo es mucho más moderno. Por los colores, diría que data de los primeros ochenta.
Como todo lo que se hizo en esa época, los interiores están resueltos a base de superficies mate de color butano o marrón, y las ventanas, con vistas a un patio general limitado por varias casas esbeltas, tienen unas formas futuristas que reniegan de las esquinas, como todas las cosas que se fabrican cuando el dinero promete un futuro feliz.
Hoy, al salir de trabajar, se ha producido otro hecho simpático, que quiero tomar por un buen presagio. Mientras esperaba el tranvía, estaba mirando el escaparate de Tchibo –ya se sabe que todas las semanas nos alegra la vida con un surtido distinto- y, como siempre que me distraigo,me he puesto a canturrear. Esta vez ha sido “Angelitos negros” de Machín. Atacaba yo con mucho sentimiento aquella parte de “Pintor nacido en mi tierra/con el pincel extranjero” cuando un señor alto, vestido de impecable traje gris y abrigo de paño, se ha puesto a canturrear alegremente, contagiado, una canción aborigen. Por un momento, los dos hemos canturreado lo nuestro formando una recóndita armonía. Luego, nos hemos parado avergonzados, nos hemos mirado y nos hemos echado a reir.
No sé: ha molado.

9 comentarios:

Te de llimona dijo...

Felicidades por el nuevo trabajo. Espero que esos buenos augurios se cumplan.
Infórmanos de cómo va la cosa...

Mrs Jones dijo...

Oh. Eso solo puede significar algo bueno. Me encanta cuando ocurren esas situaciones espontaneas en la calle :)

Paco Bernal dijo...

Hola a las dos:
Muchas gracias por vuestros comentarios.
A te de llimona: gracias, gracias :-) y de momento todo fenomenal (salvo el catarrazo que tengo) jajaja
A Mrs. Jones: Bienvenida y gracias por haberte unido a mis seguidores. Es verdad que es fenomenal cuando estas cosas pasan así, espontáneamente :-).
Saludos a las dos,
P

Paco Bernal dijo...

Mrs Jones! No me había fijado! Pero si somos vecinos! (Bueno, eso pone en tu perfil).
Schöne grüsse!

con Ka dijo...

Mucha suerte en tu nuevo curro, ¡con este post sólo pueden venir cosas buenas! :)
¡Saludos desde el (hoy) caluroso oeste!

amelche dijo...

Que te vaya bien en el trabajo. Si no, siempre puedes montar un conjunto musical, tendrías que haberle pedido el teléfono al aborigen, por si acaso. ¡¿Mira que si el mundo se ha perdido al nuevo Dúo Dinámico?!

Mrs Jones dijo...

Sip, mi perfil no miente. Somos vecinos :)

(Soy seguidora-no-oficial tuya desde hace tiempo, y desde el post sobre tu profesor de alemán con el que me sentí terriblemente identificada, soy fan :))

Paco Bernal dijo...

Hola:
Gracias por vuestros comentarios.
A Karmele: gracias, gracias mil desde el (hoy también) caluroso este :-)
A Amelche: si es que yo estoy hecho otro Manuel de la Calva, no te digo más! :-)
A Mrs Jones: aysss.Que ayer estuve en el curso otra vez :-) !No me hables! jajajajaja. Es que esto del deutsch...Bueno, qué te voy a contar :-)
Saludetes a las tres

JOAKO dijo...

Fabuloso, pinta bien...