ilustración (www.blogs.diariosur.es)
Maneras de escribir
Este post va dedicado cariñosamente a M. y a K. que se interesaron mucho por estos pormenores.

29 de Noviembre.- Uno de los momentos más agradables de mis días es escribir la entrada de este blog. A lo mejor porque es un momento sólo para mí.
Siempre escribo por la mañana, después de desayunar. Antes, en casa, y ahora en el tranvía, camino del trabajo. Antes en el ordenador (word, un folio). Ahora, a mano en un cuaderno que llevo siempre conmigo y que no dejo que nadie más toque –mis cuadernos de escribir son tan personales como mi cepillo de dientes-, escribo con bolígrafos baratos, de los publicitarios. Los mejores son los de la organización austriaca de donantes de sangre, que tienen la punta fina y duran mucho. Con ellos he escrito mis mejores páginas. Idealmente escribo sentado, con el cuaderno sobre las rodillas y, cuando no me sale una palabra (como me acaba de pasar) miro sin ver al pasajero más cercano –que, por lo general, me estaba mirando a mí antes-; es sólo un segundo, pero el choque de miradas me hace reaccionar y la palabra elusiva termina por aparecer. Soy un escritor itinerante y el estar rodeado de gente, subido a un vehículo semoviente, me inspira. Hay quien dice que ha visto a mucha gente en el metro como yo que luego han terminado en una institución (psiquiátrica) pero yo no hago caso porque es la misma persona (muy querida) que cada vez que compro un libro me pregunta si tengo el síndrome de Diógenes.
(Por cierto, esto me recuerda que mi abuela materna, cada vez que nos veía estudiar nos decía:

-¡Ay mis niños! No estudiéis tanto, leche. Yo tenía un vecino que, de tanto estudiar, le salió un tumor cerebral y se murió
Mi abuela es que siempre nos prevenía de los peligros de la cultura).
Más manías: el tema suele venir solo y surgir al principio, pero sólo pongo el título cuando ya he terminado de escribir, porque me ha pasado más de una vez que he empezado hablando de una cosa y, línea a línea, he terminado en Úbeda, caminando por el lado más salvaje de sus famosos cerros.
Una vez he terminado el post diario, justo antes de llegar a la oficina, guardo el cuaderno en el mochilo que siempre llevo conmigo. Trabajo todo el día y luego dedico la vuelta en tranvía a pulir el texto, generalmente añadiendo explicaciones que, cuando converso conmigo mismo, yo no necesito, pero mis lectores sí.
Al llegar a casa, paso el texto a máquina (doy ahí los últimos toques); por fin publico el texto y espero con ansiedad a que la gente escriba comentarios como el que tú vas a escribir cuando llegues al punto final.

6 comentarios:

The Intercultural Kitchen dijo...

Paco, ¡es un placer leerte! Admiro tu facilidad para expresarte escribiendo y la amenidad de tus textos :-D
De igual forma que tú esperas nuestros comentarios, así espero yo tus posts!
Un abrazo :-D

con Ka dijo...

Anonadados nos tienes con tu fertilidad. A ver, ¿no estabas tú de finde?
En fin, que tu incontinencia blogera siga por mucho tiempo, que da gusto leerte.
:)

MentesSueltas dijo...

Exquisito relato, intimo y bello.


Te abrazo
MentesSueltas

Te de llimona dijo...

Hola, Paco,
La verdad es que desde que te leo, siempre me he preguntado todas esas cosas que ahora contestas en este post: ¿dónde escribes ¿cuándo escribes? ¿cómo? ¿qué te inspira? si esperas nuestros comentarios... Me ha gustado que hicieras aquí esa descripción tan gráfica, casi como de comentario de foto... Te imagino ahí sentado, rodeado de Austria y casi me veo a tu lado mirando por el rabillo del ojo tu pantalla. Gracias!

Paco Bernal dijo...

Hola!
Muchas gracias por vuestros comentarios (esta vez, doblemente).
A Noema: muchas gracias, y espero que los textos sigan siendo tan amenos indefinidamente jajaja (si en algún momento no lo son, quejarse, eh? :-). Me encanta tener lectores tan fieles.
A K.: Pos sí! de finde estaba, en Munich (mañana o pasado colgaré las fotos) pero en el coche he tenido yo unas cuantas horas para escribir los posts :-) Muchas gracias por leerme y que Dios te oiga, jamía :-)
A Mentes sueltas: en fin, que recibo el abrazo. Gracias.
A Te de Llimona: me alegro de haber satisfecho tu curiosidad y me alegro también que consiga, un poco por lo menos, lo que pretendo, que es transmitir un poco de Viena. Informar, entreteniendo. Y muchas gracias a ti por leerme :-)
Saludos,
P.

JOAKO dijo...

Pues yo escribo al revés que tu,amaso las cosas en mi cabeza hasta que están listas, y entonces salen como un chorro sobre el teclado, corrijo sintaxis y puntuación y pongo el titulo (eso si lo hago como tu, al final).