¿Por qué las llamarán granadas? En fin, un par de las de mano.
En todas partes cuecen habas

29 de Enero.- Mientras los poderosos de este mundo se reunen en Davos, en Viena no deja de nevar. Una cosa, naturalmente, tiene poco que ver con la otra, salvo en que las dos pertenecen al orden natural del Universo: tan natural es que los poderosos se junten para hacer terapia de grupo como que, en enero, se deposite nieve sobre todas las superficies vienesas dispuestas a recibirla.
Parece ser que ayer este pequeño país desminitió un tanto la fama de eficiencia de la que yo me hago lenguas y que hubo cierto caos porque la nieve se depositó más de lo conveniente en algunas carreteras transitadas. Pero, salvo algún camión atravesado, no debió de llegar la hemoglobina al curso fluvial.
También, a dos bloques del mío, la pluma de una grúa se empotró contra una casa causando una serie de desperfectos. Aquí, por cierto, las grúas se empotran con relativa frecuencia contra los edificios. El año pasado, la que ayudaba a restaurar el parque de bomberos de la plaza Am Hoff también se derrumbó debido a unas garrafas de viento dejando parte del tejado del edificio como un sello pero, mucho más grave, cobrándose la vida del operario que manejaba el artefacto , el cual desoyó los consejos de sus compañeros y prefirió morir al pie del cañón a poner pies en polvorosa.
Y como no hay dos sin tres, y shit happens, hace dos días hubo un extraño accidente en cadena en la autopista de circunvalación de Viena. Antes de explicar lo poco que se sabe del enigmático suceso, abro un paréntesis filológico para decir que, en alemán, los accidentes en cadena se llaman muy bellamente Karambolage (pronunciado “Karambolash” a la francesa). Pues bien: parece ser que a un par de reclutas les dio por jugar con sendas granadas de mano y que su coche explotó quedando afectados los vehículos que circulaban cerca. Los mandos responsables de estos inteligentísimos chavales (que en paz descansen) hacen la de Poncio Pilatos y aducen que los angelicos estaban perfectamente al cabo de la calle de que las granadas de mano, llegado el caso, explotan (fuera otro, naturalmente, si las granadas hubieran sido de fabricación española que ya se sabe que las armas que la Patria exporta ni matan ni nada).
Por lo demás, hoy ha sido la rueda de prensa anual en la que se ha explicado lo mucho y buenísimo que sucederá, Dios mediante, en el baile de la ópera dosmil nueve. La responsable de su organización ha querido quitarle al acto algo de su inaccesibilidad aristocrática y ha declarado a los masa media congregados en torno a ella que esto del baile de la Ópera era un evento “ no sólo para las estrellas de Hollywood, o para los políticos, o para el Bundespräsident (y señora) sino que también era un acontecimiento lúdico al que podían acudir las personas normales del vulgo raquídeo que quisieran vivir un momento especial en sus vidas” (vamos: que los activistas antiglobalización ya están haciendo cola en masa para comprar su entrada). En fin: lo que hay que oir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabes que soy un ser “amarginado” de la comunicación, estimado colega, y por ello no me enteré del suceso. Supongo que el par de cándidos lucen otras iniciales: E.P.D. (En Pedazos Descansan). Deseo que tengan tanta paz como imprudencia demostraron en este mundo. Se denomina “granadas”— también se refiere a otro tipo de proyectiles de artillería— a las “bombas de mano” porque la fisonomía de los primeros modelos recordaba al fruto del granado; y de ahí, por extensión, se utiliza el mismo término para referirse a cualquier bomba de mano. La fotografía de tu escrito nos muestra varias Stielhandgranate, uno de los mejores modelos que se fabricaron; aunque adolecían de varios inconvenientes. Yo ando a la búsqueda de varias por Viena ya que mi suegra se hizo merecedora de un “ramillete” de tan bellas flores (ya te contaré). Sin embargo, mis esfuerzos resultaron infructuosos hasta la fecha: probaré en el Flohmarkt del Naschmarkt. ¡Qué no haría yo por una suegra!
Espero, eso sí, que me lo agradezca con una "estruendosa" ovación: ¡Buuummmmmmmmm!

Fdo: El pobre…

JOAKO dijo...

En una ocasión que visité un tanatorio por luctuoso suceso, me quede de mármol al contemplar en la pantalla del hogar de tánatos, a la sazón pantalla de información de la distribución de los occisos en las distintas sala, una entrada en la que ponia despues del preceptivo nombre la enigmatica palabra "pieza", no me atreví a preguntar, y aún me da vueltas en la cabeza la exacta explicación de esa aclaración en dicho panel informetivo.
Un saludo

Paco Bernal dijo...

Hola a los dos!
Gracias por vuestros comentarios.
A mi amigo El Pobre: se agradece la erudición en esto de las armas (yo fui objetor, y claro, las carencias que tengo en ese tema son muy evidentes). Es curioso porque las granadas que sacaron en el ZIB también tenían mango de madera, así que pensé que serían las mismas...En fin, se ve que no. A las suegras no hay que hacerlas volar en cachos, hombre, que está feo. Lo que sí que tenemos pendiente es una pizza y unas birritas en la pizzeria de la esquina. Te llamo la semana que viene y ya coordinamos una, vale?
Un abrazo y cuidate.
a Joako: Joé, coleguita! La verdad es que debe de ser una cosa superfuerte que tus deudos sólo puedan velar de ti un trozo (toquemos madera, por Dios) en fin, polvo somos y al polvo volveremos.
Un abrazo, cuidaros.
P.