Rosario se viste de luces en Hable con Ella

Pelas y toros



12 de febrero.- Confirmado: el Jenseits, antes de ser sofisticada discoteca, era un puticlub. Me lo contaron ayer mis alumnos, como pago por una serie de informaciones que ellos encontraron de un interés incalculable. A saber: las que yo pude darles a propósito del mundo de los toros. Mira que yo del tema entiendo poco, pero aún así me las apañé para explicarles la mecánica de una corrida, que ellos ignoraban completamente. No tenían demasiado claro, por ejemplo, si los toros eran un deporte de competición en el que un equipo de diestros competía contra el otro o si, si era así de verdad, cómo se decidía qué equipo de toreros era el mejor. También les interesó mucho saber si los matadores eran como Fernando Alonso y si sus faenas estaban patrocinadas por alguna marca comercial –condones Control, un poner- se quedaron un poco desilusionados al saber que las monteras no están esponsorizadas (aunque desde aquí yo lanzo la idea por si algún empresario acosado por las deudas se anima). Otrosí preguntaron por las toreras, porque habían visto Hable con Ella y no tenían claro si dichas profesionales del capote existían de verdad o eran producto de la imaginación de Almodóvar. Y se rieron mogollón cuando yo les expliqué las divisiones de gustos que hay en la Familia Real a propósito de la tauromaquia (siempre se descojonan de que yo sepa muchísimo de los Reyes y sus gustos, les parece el colmo de mi españolidad). También les hice un breve repaso de las espantás de Curro Romero, de las corridas only for women de Jesulín y de las grandes dinastías, como los Dominguines o los Cordobeses (padre e hijo) a las que tanto deben los periodistas de ingle y corazón.
Luego, delante de una copichuela de Riesling, estuvimos comentando que, según una encuesta reciente, el 55% por ciento de los austriacos encaran el futuro con un moderado optimismo (a la crisis económica se refieren). De momento –no sabemos en seis meses- la debacle económica que está destrozando el tejido productivo español no está afectando al austriaco de manera tan acusada. La situación inicial de las dos economías, claro, no tiene nada que ver: en Austria no hay burbuja inmobiliaria (bueno, en España, ahora, tampoco), las tasas de ahorro y de inversión están en unos niveles razonables, el mercado laboral es más flexible, se invierte en formación y, finalmente, parece que por fin socialistas y populares, acojonados por la que está cayendo, han dejado de pelearse y están a partir un piñón. La confianza en el Gobierno ha subido desde la encuesta última un 23%. Mis alumnos, gente curiosa y bien informada, se hacían eco de las voces que piden la salida de España (y de Portugal, y de Grecia, y de Irlanda) de la unión monetaria.
¿Volverá la castiza peseta a los bolsillos? ¿Tendrá contados los años (o los meses) nuestro sueño europeo?

No hay comentarios: