Adoración de los Magos de Boticcelli
Noche de Reyes
5 de Enero.- Ainara, como todavía es chiquitilla, no lo sabe, pero los Reyes ya han llegado a las cercanías de su casa. En este momento, deben de estar reponiendo fuerzas, quizá secándose del remojón (llueve en Madrid), antes de empezar con la frenética actividad repartidora de esta noche.



Es curioso que, siendo Austria y España países de tradición católica, las navidades tengan un espinazo tan diferente en los dos países. Los aborígenes lo flipan bastante cuando explico que, en Celtiberia, el quid de estas fechas es recibir lo más posible. A las pruebas me remito: la lotería más grande es en estas fechas (Navidad o El Niño, elija usted) y, por falta de una, tenemos dos ocasiones para recibir presentes: el día de Navidad y el día de Reyes. Cuando yo era pequeño, por cierto, y Ainara no era más que una de las sorpresas que nos guardaba el futuro, nuestros padres nos daban a elegir la fecha en la que queríamos recibir los regalos. Luego, mayores desahogos presupuestarios condujeron a la situación actual, en la que recibimos regalos tanto de sus Majestades de Oriente Medio como del abuelete lapón.

En Austria, en cambio, las navidades son mucho más soidarias. Desde hace décadas, la ORF patrocina la acción Licht Ins Dunkel –Luz en la Oscuridad- mediante la cual se recaudan fondos con destino a las familias más pobres. Todos los años, al llegar diciembre, se intensifica la campaña que dura todo el año y se oye por todas partes el famoso eslógan. Una vocecita infantil que pregunta “Ist da jemand?” -¿Hay alguien ahí?-. Caritas también recuerda al personal que hay que aflojarse el bolsillo, porque en estas fechas de opulencia y excesos hay personas que no tienen ni para lo más fundamental.

Para Reyes, que era a lo que íbamos, diferentes organizaciones forman brigadas cantoras (de niños, como la que ha visitado al Herr Bundespresident, Sr. Fischer, o de adultos). Estos grupos de personas caracterizadas como Reyes y Reinas, y pertrechados con una estrella que recuerda a la que guió a los Magos, recorren comercios y domicilios particulares cantando a cargo de una propina y de un donativo, generalmente con destino a causas relacionadas con la infancia. Las canciones aluden a la acción benéfica de la estrella de Belén, antecesora de los GPS, y a otros motivos navideños. A mí, este año, me ha sucedido una cosa inédita que ha terminado en un cantus interruptus.

Hasta el momento, nunca me había cruzado con el séquito real; pero hoy una representación ha llamado al portero automático de mi empresa. Venían de una parroquia cercana a poner el cacillo. Les he dejado pasar pero, después, como estaba solo en la oficina, y tampoco sabía bien cómo actuar, cuando han llegado a nuestra puerta no les he abierto.

Aunque con la curiosidad me he quedado. Será el año que viene. Espero que S.S.M.M. no me lo tengan en cuenta y no me dejen carbón esta noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenías que haberles abierto. Eran los reyes de la cabalgata de Madrid que estaban huyendo de la gente que asistió al espectáculo de derroche del alcalde.

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Paraguas/coger/caramelos/elpepiespmad/20100106elpmad_2/Tes

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Paraguas/coger/caramelos/elpepiespmad/20100106elpmad_2/Tes

Paco Bernal dijo...

Hola, ciudadano anónimo:

Yo también pensé que, estando la cosa como está, sacar a tanta gente a la calle era un poco dispendio; pero también te digo que, gracias a la cabalgata, esa gente se dejaría las perrillas en Madrid...Oye, una cosa por la otra.
Saludetes (y la próxima vez, firmame :-)