Terence Holmes y el Doctor Hill (foto: http://www.xrayvision-today.com/)
Y si no, nos enfadamos
(Sherlock Holmes reloaded)
15 de Febrero.- Uno de los problemas que tienen los Santos Padres Fundadores de la literatura popular es que, por lo general, sus personajes tienen la profundidad psicológica del ratón Mickey. Por lo cual, el resultado de las adaptaciones cinematográficas que sufren (a veces en sentido literal) depende mucho de la inteligencia de sus artífices.



Pensaba yo esto viendo el Sherlock Holmes del que, para siempre, será ya el señor Madonna (Guy Ritchie).



Una película larga (dos horas y cuarto: con un par) entretenida la mayor parte del tiempo pero con muchos tics que traicionan la querencia del diestro británico por los terrenos del vídeo musical. Viéndola, se conoce que, en el aspecto visual, Guy Ritchie ha bebido de fuentes de tanto calado como Bola de Dragón y que, a ratos, su concepto de las escenas de acción se acerca bastante a la escuela Budespencerista de “Dos superpolicías en Miami” o, ese gran clásico de las matinées de Telecinco, “Y si no, nos enfadamos”, que ocupará por derecho propio junto con “Bellezas al agua” y “Ay, qué calor” un lugar de honor en el parnaso televisivo.



El problema fundamental de esta película es el guión. Ya dice el viejo refrán que un buen guión no hay director que lo estropee y un mal guión no hay genio que lo salve. Y, en general, esta peli tiene un guión tirando a flojete. Particularmente, por los intentos de darles a los personajes principales (Holmes y Watson) una vida sexual de la que carecían los originales victorianos. Para los ingleses decimonónicos era perfectamente asumible (sin perplejidad, me refiero) la convivencia casta de dos señores solteros. Sin embargo, para proceder a la puesta al día del mito, había que buscarle una novia a Frankenstein –y otra al bueno del doctor Watson- y el experimento funciona sólo a medias. La novia de Watson es tirando a sosainas y el amor imposible de Sherlock es un cruce entre la clásica señorita en desgracia y cualquier mujer liberada dentro de un orden de las comedias de Howard Hawks. O sea, que pichí pichá.



¿Y qué pasa con el malo? En la “parte negativa”, como las tacañonas del Un,dos,tres, está un viejo conocido de mis lectores. El espléndido actor shakespeariano Mark Strongese hombre al que le encantará odiar- que hace un malo creado ad hoc para esta peli la cual, estoy seguro, tendrá segunda parte. Nuestro amigo Mark, al que mis lectores quizá recuerden por una espléndida serie inglesa que se llama The Long Firm, tiene una mirada fría de psicópata que contrasta muy bien con la humanidad un tanto payasa de Robert Downey Jr. Lástima que el guión no le dé momentos de mayor lucimiento. Porque es un actor como la copa de un pino de Stratford upon Avon –en el caso de que, en Stratford, haya pinos piñoneros-. Por cierto, la madre de Strong, según su ficha en imdb es austriaca y él habla perfectamente alemán.



En el aspecto visual, esta peli es básicamente digital. Los decorados son digitales, los movimientos de cámara son digitales y, si no fuera porque iba a haber quedado un poco raro, se hubieran podido atrever con sustituir a cualquiera de los actores por un intérprete digital (ya lo hizo Lucas con aquella criatura medio gilipuertas que salía en la primera de las nuevas de La Guerra de las Galaxias).



Problema: que, si no tienes dinero para crear un software nuevo, te tienes que conformar con lo que ya haya. Y este Holmes, en este caso, vive de retales. Todos de Harry Potter. Particularmente, el virado al esmeralda y al azul de muchas secuencias –véase la cartelería-  . Además, otro problema que tiene el software es que, como tardes unos meses en estrenar la película, verás tu espectacular efecto repetido en miles de videos musicales. Caso prototípico: los créditos de esta peli son clavaditos a este vídeo.



En resumen: bien, para una tarde de palomitas y guarrerías.

2 comentarios:

El herpato en cuhtión dijo...

Ja, ja, ja, ja, me he reído mucho con lo de la "criatura medio gilipuertas" del amigo George Lucas. Por Dios, yo estoy de acuerdo, ya que es digital que la desdigitalicen y la quiten, que bajón de quality le da a la saga ...

Besos, herpato

Paco Bernal dijo...

Hola herpato!

Con aquel bicho de las orejas es que no se podía con la vida. Y es verdad, lo digital tiene vuelta atrás, que corten y peguen algo. De todas maneras también te digo que la tercera de las nuevas está casi a la altura de las antiguas.

Besos