Extensión de Marca

Johan Gudenus en una entrevista concedida al standard (www.standard.at)



14 de Octubre.- Cualquiera que tenga un poco de idea de Marketing sabe que una de las cosas más difíciles que hay es hacer una extensión de marca. O sea, coger un producto consolidado con una reputación e intentar aprovechar su prestigio para que cobije a modo de paraguas un producto novedoso. Sobre el papel parece fácil, pero la verdad es que es un proceso cuyos resultados siempre son inciertos.


Una de las cosas que sus competidores podían reprocharle a Strache es que su partido era él. De hecho, como en el caso de Haider en los noventa, son pocas las personas por debajo de Strache que sean conocidas del público en general. Las mentes pensantes que hay detrás del eterno candidato azul han preferido darle prioridad a él temiendo quizá que, ante un ramillete mayor de caras, sus votantes se despistasen. Sin embargo, después del espectacular resultado obtenido en las elecciones vienesas (que recuerda tanto y tanto, aunque a Strache le escueza, al obtenido por Haider en los noventa) el FPÖ necesita presentarse ante sus electores no ya como un partido, sino como un movimiento cívico. Y un movimiento cívico necesita caras con las que la gente se pueda identificar, y que desvíen a Strache del riesgo de quemarse por un exceso de presencia pública.

Ha llegado el momento, han pensado en el FPÖ, de extender la marca HC Strache. Así que, aprovechando el eco mediático del buen resultado vienés, antes de ayer se escenificó la cosa al mejor estilo bíblico. Como Dios Padre, Strache presentó a su delfín. “Este es mi hijo amado, en el que deposito todas mis complacencias”. Y, como si fueran las blancas alas del Espíritu Santo, los flashes de las cámaras de los periodistas inmortalizaron el momento.

El elegido se llama Johann Gudenus y basta echarle un breve vistazo a su perfil en Wikipedia para darse cuenta de que Strache no podía haber elegido mejor (o peor, según gustos). Gudenus Jr, lleva la ultraderecha en los genes. Hijo de John Gudenus, antiguo político del FPÖ y militar retirado, vio de adolescente cómo su padre tenía problemas (serios) con la justicia por apología del nazismo y delitos de opinión relacionados con la ley de 1947, la conocida como Verbotsgesetz (abreviada como VerbotsG) que se promulgó para intentar evitar una renazificación de Austria tras la segunda guerra mundial.

La biografía del delfín está llena de códigos para iniciados. Por lo pronto, asistió al prestigioso Theresianum y estudió derecho hasta 2003, momento en el que se graduó con el título de Magister. Habla ruso perfectamente y ha cursado un máster diplomático. Un currículum de joven de buena familia, formalito y ambicioso.

En cuanto a su idelogía, se podría decir de él la vulgaridad aquella del palo y de la astilla. Y es que a John Gudenus no le ha salido precisamente un hijo comunista. En 2004, cuando aún era jefe de las juventudes del FPÖ, Gudenus promovió una moción en la que instaba a su partido a luchar contra la “sobre-extranjerización” (Überfremdung) de Austria. Asimismo, le lanzó un exhabrupto al presidente de Caritas Austria, Sr. Franz Küberl, cuando protestó sobre la política de asilo del Estado Austriaco. Poco más o menos algo así:

“En la antigua Roma, aquellos que pecaban contra el bienestar del pueblo eran apartados de la vida pública; lástima que esta costumbre no se observe hoy en día”.

Lo dicho: su peso en oro.

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