W.H. Auden (derecha) y su novio, el escritor Christopher Isherwood, cuando partían para China en los años 30
24 de Enero.- Era uno de los momentos más emotivos de Cuatro Bodas y un Funeral. Uno de esos personajes que los guionistas se habían ocupado de hacer simpáticos desde el principio de la cinta, palmaba de un ataque al corazón. Andy McDowell, Hugh Grant y los otros protagonistas de la peli se congregaban en una iglesia en la que, a la moda protestante, se leía un precioso poema. Este:
Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.
Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He is Dead.
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.
He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last forever: I was wrong.
The stars are not wanted now; put out every one,
Pack up the moon and dismantle the sun,
Pour away the ocean and sweep up the woods;
For nothing now can ever come to any good.
Cuya traducción aproximada es la siguiente:
Parad todos los relojes, cortad el teléfono,
Prevenid el ladrido del perro con un jugoso hueso.
Silenciad los pianos y, con apagados timbales,
Traed el ataud, dejad pasar a los dolientes.
Que los aviones nos sobrevuelen en círculos luctuosos
Escribiendo en el cielo las palabras: Él ha Muerto.
Poned crespones negros a las palomas públicas
Que los guardias de tráfico lleven oscuros guantes de algodón.
Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
Mi semana de trabajo y mi descanso dominical.
Mi mediodía, mi medianoche, mi paseo, mi canción.
Pensé que el amor duraría para siempre: cometí un error.
No quiero estrellas, apagadlas todas.
Empaquetad la luna y desmantelad el sol.
Vaciad los océanos y talad los bosques
Porque ya nada puede volver a ser como antes.
El poema barrió el planeta. Se llama Funeral Blues y lo escribió un poeta americano llamado W.H. Auden. Poca gente sabe, sin embargo, que este poeta tuvo una intensa relación con Austria.
Auden nació en Nueva York en 1907. Un año más tarde, la familia Auden emigra a Inglaterra, en donde el joven William aprenderá sus primeras letras. En los años viente, Auden estudia en la universidad de Oxford, en donde entrará en contacto con lo más efervescente de la joven intelectualidad británica del momento, de marcada tendencia izquierdista.
Poco antes de que el estallido de la guerra civil española le hiciera alistarse en las filas de las brigadas internacionales, en 1935, Auden se casó con Erika Mann para que la hija del exiliado alemán más ilustre, pudiera obtener un pasaporte británico con el que huir de la Alemania nacionalsocialista. Fue, obviamente, un matrimonio de conveniencia. Los novios eran notoriamente homosexuales.
Auden, por cierto, mantuvo una larga relación con Christopher Isherwood, que ya ha aparecido en estas páginas porque escribió la novela en la que se basa la película “Un hombre soltero” (A single Man) de la que hablé hace un tiempo.
Su participación en nuestra guerra civil no fue la única experiencia bélica del inquieto Auden. Viajó a China y, con el estallido de la segunda guerra general, colaboró activamente con el ejército americano estudiando sobre el terreno, por ejemplo, los efectos psicológicos de los bombardeos americanos sobre la población civil.
Fue durante el periodo de la inmediata posguerra cuando Auden empezó a pasar más y más tiempo en Europa. Primero en Italia y, a partir de 1958 en Austria, concretamente en la pequeña localidad austriaca de Kirchstetten en donde el ufano vate compró una casa que, en la actualidad, es un museo. El municipio, en vida del poeta, decidió ponerle su nombre a la calle en la que estaba su residencia. Aún se llama así. Auden dijo que era la primera vez que sentía una casa como suya.
Auden murió en 1973 y está enterrado en Kirchstetten.
(*)NOTA: Esta entrada no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de mi primo N. que me dio la pista sobre la relación de Auden y Kirchstetten.
1 comentario:
"Prevent" es sinónimo de "avoid" y significa "evitar". A veces puede ser también "prevenir", pero en este caso creo que es mejor
"evitad/ impedid que el perro ladre".
Y no sabía que Auden estuviera enterrado en Austria.
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