10 de Junio.- El macabro hallazgo en los sótanos de la heladería Schleckeria en la Oswaldgasse del distrito vienés de Meidling, y el hecho de que la policía lo haya vinculado a la española Estíbaliz C., ha conmocionado al núcleo de la comunidad celtíbera en la capital de los valses, en donde la desaparecida era medianamente conocida.
A este respecto, quizá convendría aclarar que la colonia española en Viena no es ni mucho menos monolítica y, por ello, el grupo de personas que mantienen una comunicación fluida y se conoce, es mucho más pequeño de lo que podria suponerse si uno mira las cifras de residentes españoles en la ciudad junto al Danubio.
Hay un núcleo que forman los españoles que llevan aquí más tiempo y viven en Austria de manera permanente, y una población flotante que se nutre de Erasmus o de personas que vienen, ven y, al contrario que Julio César, no terminan de convencerse y se marchan con la música a otra parte. Los primeros forman una especie de pueblecito en donde todo el mundo termina conociéndose más o menos, aunque sea de vista. Los segundos apenas rozan esa realidad y desaparecen casi sin dejar rastro.
Estíbaliz pertenecía al primer grupo y, como tal, parece ser que, en los años en que ha vivido en Viena (los mismos que yo, por cierto) le ha dado tiempo a hacer algunos conocidos que la pintaban ayer como una muchacha mucho más guapa que en las fotos que la prensa ha publicado y enormemente simpática.
Los medios de información austriacos, deseosos (por la cuenta que les trae)de prolongar el estado de schock en que ha sumido a esta ciudad el macabro crímen de laOswaldgasse, publican hoy nuevos extremos a propósito de los dos cadáveres encontrados en el sótano. Copio de la edición digital del Kurier.
El martes ya se pudo determinar, mediante los correspondientes análisis de ADN, que uno de los cuerpos corresponde al de Manfred Hinterberger, residente en la localidad de Maissau, en la baja Austria. De la identidad del segundo cadáver no se ha encontrado ninguna evidencia hasta el momento.
Uno de los hombres fue asesinado de tres tiros en la cabeza. La segunda víctima presenta un tiro lateral. Restos de proyectiles, sin embargo, han sido encontrados la caja craneana del difunto. Si los disparos fueron hechos con las dos armas encontradas en el sótano, una pistola de repetición marca Beretta del calibre 22 y otra pistola de calibre más pequeño, fueron las armas homicidas es algo que aún deberá determinar la policía científica.
El Kurier también cita a una persona anónima que no puede creer que “Esti”, como la llamaban sus conocidos, esté relacionada con la desaparición y muerte de su exnovio, Herr Hinterberger. Asimismo, da una versión de la relación entre los dos.
Según el periódico vienés, Estíbaliz C. y el difunto Hinterberger se conocieron porque este último era representante de la marca italiana MEC3, líder del sector de maquinaria para frío industrial. Para ese momento, el marido de Estíbaliz C., del que sólo se sabe que era alemán, había también desaparecido de la vida de la española (nacida en México, criada en Barcelona).
La misma fuente anónima también indica que, cuando Hinterberger fue echado de menos, le preguntó a Estíbaliz y esta le manifestó que pensaba que ella creía que el representante había decidido “tomarse un tiempo” porque la relación se había vuelto “demasiado”para él.
(El artículo completo del Kurier, en alemán, aquí)
1 comentario:
Tú ten cuidadito, que está el río revuelto.
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