En la boca, no (los austriacos, el contacto y los besos)

Una pareja cometiendo una infracción (Archivo Viena Directo)

8 de Septiembre.-Herr Josef B.  tiene el típico aspecto de los austriacos de provincias. Si se rastrea su nombre en Google, uno se topa inmediatamente con fotos suyas en las que aparece con el pelo, entrecano ya, cortado a la moda de la última década del siglo pasado; vestido con el uniforme típico de quien, en estas tierras, quiere ir arreglado pero informal: americana, corbata, vaqueros, zapatos de vestir.

Es el director de la escuela de una pequeña localidad del estado austriaco deVoralberg. Su nombre ha saltado a la sección de curiosidades de los periódicos gratuitos por haber prohibido los besos, los abrazos y otras muestras de afecto públicas en el centro que dirige. El objetivo públicode esta medida es “mejorar el comportamiento de los alumnos” y es que se conoce que Herr B. debe de abominar del relajamiento moderno de las costumbres y aspira a volver a los antiguos usos, genuínamente austriacos, que proscriben cualquier contacto físico salvo relación familiar o altar mediantes.
Así, el estricto funcionario ha dado órdenes a los profesores a su cargo de que persigan durante los recreos cualquier comportamiento que juzguen impropio, y que no se corten en hacer caer sobre los infractores todo el peso del ordenamiento escolar. Se castigarán no sólo los besos con lengua, sino también los que se dan en las mejillas a modo de saludo y los abrazos.
Naturalmente, desde el alumnado han llovido las protestas sobre el recto Herr B., de quien no se sabe que, hasta ahora, haya aflojado en su persecución del sobo y del morreo.
Dejando aparte que cada uno lucha como puede contra sus traumas de adolescencia, y Herr B., claro, no iba a ser menos, la noticia resulta sintomática de un lento cambio de costumbres que se está produciendo en algunos sectores de la sociedad austriaca.
Una de las cosas que más nos llama la atención a los españoles cuando llegamos a estas tierras es que, lo que podríamos llamar “la gramática de la distancia corporal”, está regulada de manera diferente que en España.
Los austriacos tasan el contacto físico de manera muchísimo más estricta que en los países mediterráneos. Las ocasiones en que dos personas, que no tengan una relación familiar o sentimental, se tocan, están perfectamente reglamentadas. Y si hablamos de los besos, que tanto preocupan a Herr B., no digamos.
En primer lugar, cuando te presentan a un austriaco, es imperativo darle la mano. Esta regla es independiente de la edad o el sexo de la persona que te presentan. Los niños, a partir de que alcanzan la edad de la comprensión, son enseñados a dar la mano a cada uno de los presentes cuando llegan a una reunión,un gesto que, en España, se considera reservado a los adultos.
Por supuesto, el beso español de los hombres a las mujeres, o de las mujeres entre sí, cuando traban conocimiento, en Austria no existe y al extranjero que ejerza esta afectuosa costumbre le mirarán bastante raro. Sólo los gays se saludan con dos besos en las mejillas.
Los austriacos, por otra parte, se tocan muchísimo menos que los españoles y guardan de manera mucho más prudente la distancia corporal cuando estan hablando con otra persona. Uno de los faux pas más graves en que uno puede incurrir en este aspecto es acercarse demasiado a alguien cuando se tiene una conversación con él.
Otro punto con el que hay que tener cuidado (aunque quizá me extenderé más otro día) es con los niños. Los españoles tendemos a ser tocones con los niños ajenos. Tendemos a jugar con ellos, a preguntarles cosas, a lo que mi padre llama “hacerles fiestas”Los austriacos ven esto con mucha prevención y, a veces, con no poco disgusto.
Así no es extraño que, a veces, salga gente como este Herr B. como el que mencionaba yo más arriba.

3 comentarios:

amelche dijo...

Bueno, noticias como esta salen cada dos por tres en diversas partes del mundo. Creo que hace un tiempo salió la misma noticia de un instituto estadounidense.

La verdad es que, a veces, echo de menos unas normas así en España. Porque es exagerado.

Paco Bernal dijo...

Jajaja! Aquí llama mucho la atención porque, por ejemplo, no ves a parejas besándose en el metro ni en la calle. A nivel gestual, los austriacos son muy comedidos. La foto del post está hecha en un desfile callejero, pero no es normal.

amelche dijo...

Me refería a los institutos españoles, que conste. Porque los chavales y chavalas se acompañan a la clase del otro/a, se morrean en pleno pasillo y yo, seré una antigua, pero me da corte que se morreen delante mío. :-D