Viena Directo

It smells like teen spirit

2 de Febrero.- Una de las cosas que me pasan desde que estoy aquí –también me pasaban antes por mi mala cabeza, pero ahora más- es que, por no decir que no, voy a toda clase de sitios. Ayer, por ejemplo, por no decir que no, fui a un concierto de un grupo (desconocido para mí) que se llama The Locos. Fui con los sobrinos de M. que son unos chavales majísimos aunque alguno me rebane la edad (casi) por la mitad. Llegado al sitio (en el extrarradio, omaigod) y una vez superado el miedo a ser violado, robado y escupido –siempre se me olvida que no estoy en España- vi el cartel del concierto y casi me muero de la risa ante la mirada atónita de los viandantes. Y es que el grupo que iba a ver eran los The Locos ¡Antes conocidos como Ska-p! Sí: los de lega-legalización, de calidá y barato. Pues los mismos. Resulta que aquí, los señores estos gozan de un más que respetable éxito. Para demostrarlo, un cartelón en la puerta de la sala anunciaba que el concierto estaba vendido totalmente. Y había allí incluso adolescentes y adolescentas esperando que hubiese reventa. Yo no salía de mi asombro. Llegaron mis compañeros de concierto y entramos y yo, la verdad, empecé a sentirme un poco raro. Pronto me di cuenta de que era porque allí todo el mundo andaba por los veinte y yo ya hace mucho (aunque no tanto) que los cumplí. En las notas a las Memorias de Adriano, dije Marguerite Yourcenar que hay edades que son como barreras invisibles de la vida. Y es cierto. No es lo mismo tener veinticinco que tener treinta. Y supongo que no será igual tener cuarenta. Hablaba yo con mi amiga G. a este respecto cuando estuvo aquí: convinimos los dos en que uno de los efectos de la edad es que uno se abandona con menos facilidad. Que uno analiza más lo que le proponen los demás (aunque luego vaya a conciertos de grupos desconocidos por su mala cabeza). Por ejemplo, analiza más las letras de ska-p, que no resisten el más mínimo análisis. De cualquier manera, curiosidades del ser humano sometido a experiencias tribales, a la tercera canción yo me puse a saltar como un loco (aunque eso sean cosas que se hagan mejor cuando uno está pimpladín) y al final me lo pasé muy bien. Por suerte, aparecieron otros treintañeros como yo y ya dejé de sentirme Gertie el último dinosaurio.
En cuanto a lo que decíamos ayer de los grandes momentos del cine, mientras yo saltaba al ritmo de ska-p, pensaba yo en cuales serían mis momentos favoritos del cine de todos los tiempos (y no es coña, es que uno es multitarea). He aquí algunos de los que se me ocurrieron:

-Fred Astaire bailando en cualquiera de su películas de la RKO con Ginger Rogers. Desde “Flying down to Rio” hasta “La alegre divorciada”

-La secuencia de la noria de “El tercer hombre”

-Victoria Abril en "Amantes" cuando le dice a Jorge Sanz aquello de: “Que me escuches, coño! Voy a rezarle al demonio para que se le seque el chocho y no se la puedas meter eldía enque se abra de piernas la marmota esa”

-La muerte del Maribel Verdú en la misma película.

-María Barranco en “Mujeres al borde de un ataque de nervios” contando que su novio es chiita. Especialmente la frase “Pepa, es que a mí el mundo árabe me ha tratao muy mal”.

-Chus Lampreave haciendo de Testiga de Jehová y cantando lo de “Me va, me va, me va, me va el sonido de las campanas del Juicio Final”

-Judy Garland cantando “Over the rainbow” en el mago de Oz.

-La aparición final de Olivia Newton John en “Grease”

-Toda la secuencia de “Brokeback Mountain” en que Enis del Mar va a ver a los padres de Jack Twist.

-La secuencia del baile en la embajada de “My fair lady”

-La secuencia de “El hombre elefante”, de David Linch, en que Anne Bancroft y el hombre elefante recitan el texto de Romeo y Julieta.

-“Admirad el enorme poder del señor” dice Charlton Heston en “Los diez mandamientos” y se abre el mar.

-Lola Flores haciendo de Isabel la Católica en “Juana la loca, de vez en cuando” (yo creo que ya no debe de estar ni en los videoclubs).

-La secuencia del milagro de “Marcelino pan y vino” de Ladislao Vajda, porque hay que tenerlos cuadraos para hacer una película como esa y que quede bien. Sin duda, la mejor película con niño.

-Entre otras, la secuencia del tango de “Con faldas y a lo loco”

-Entre otras, la secuencia del tango de “El crepúsculo de los dioses”

-El incendio de Atlanta en “Lo que el viento se llevó”

Habrá más...