Cuando leyó el guión ya era demasiado tarde (La mitad de Brangelina en Burn After Reading)
Burn before Watching

5 de Octubre.- Ayer, huyendo de las inclemencias del tiempo, me metí en el Apollo Kino (*) para ver “Burn After Reading” de los hermanos Coen. Película que, para ser justos, debería haberse llamado “Burn Before Watching”.
Ya sé, ya sé. Saldrán voces a decir lo de siempre. Que si el personal estilo de los Coen, que si en el Hollywood actual los actores se dan de leches por hacer películas con ellos, que si pín y que si pan. Pero viéndola, da toda la sensación de que, después de hacer “No country for old men”, los hermanos se sentaron y mantuvieron la siguiente conversación:

Coen 1: Y ahora, después de haberle hecho esto en el pelo a Javier Bardem, ¿Qué hacemos? Porque yo, sin hacer películas, me aburro mil.
Coen 2: (con los ojos en el techo y el dedo índice en los labios) ¿Te acuerdas de aquel guión que escribimos cuando éramos pequeños y mamá nos obligaba a echarnos la siesta o a ver episodios repetidos del coche fantástico? (Cámbiese el coche fantástico por cualquier otra serie del mismo jaez).
Coen 1: (dubitativo, como si le hubieran propuesto ir a ver un concierto de Malena Gracia)¿Ese? Nussé...
Coen 2: Vamos tío: si se lo mandas a George (Clooney) y traga, seguro que Brad (Pitt) también la hace ¡Por Dios! Pero si ese hombre está anunciando cafeteras...!Si no estará desesperado!
Coen 1: (Con creciente entusiasmo) ¡Eres un fenómeno! ¡Cómo se nota que eres mi hermano! ¿Y para Frances (McDormand)? ¿Hay papel para mi chica?
Coen 2: ¿Otra vez la quieres sacar?
Coen 1: (Enfurruñado) ¡Ya sabes que yo, si no sale mi Frances, no hago la película! La tía va de actriz de culto y ya, a sus años, no le ofrecen nada. (zalamero) Venga...Si a ti no te cuesta nada. Total, si nos la producimos nosotros...
Coen 2: Yo había pensado un papelín para Jessica Alba en el que enseñara sus...Sus...!Uf!
Coen 1: (inflexible) Noup.
Coen 2: ¡Esa manía tuya de casarte con tías feas! Luego, pasa lo que pasa. Venga, va: hay un papel que yo había escrito para Dany de Vito, pero con un retoque aquí y allá...Igual le va. Pero me debes una.

Y así hasta encajar el reparto de esta película con enormes baches de ritmo en la que lo más divertido es Brad Pitt (algo falto de botox) haciendo de un excompañero mío de trabajo cuyo nombre, profesión y coeficiente intelectual (modesto) mantendré en el anonimato. Los demás actores están muy bien todos, defendiendo sus personajes más bien tontainas y tirando a huecos. Hasta George Clooney está soportable, divertido a ratos, y pone caras que no le ayudarán a aumentar los beneficios de ninguna multinacional alimentaria (aunque eso no quita para que, a cada rato, uno espere oirle decir eso de “What else?”).
Pero el final de la peli (queno contaré) es lo peor: uno tiene cierta sensación de tomadura de pelo. Más que nada porque, como decía Umbral, una buena historia, artículo o película, tiene que ser como una morcilla: importa menos el relleno como que esté bien cerrada por los extremos. Y el final de “Burn after reading” es, en mi opinión, de un chapucero que tumba. Ni siquiera se excusa con que lo que uno está viendo es una parodia.
Y encima por 8,50. Va a ser que lo único cinematográfico de esta peli es el precio de la entrada.
Hay que jorobarse...


(*) El Apollo Kino tiene una historia muy interesante de la que, algún día,haré un post.

3 comentarios:

amelche dijo...

¡Ja,ja,ja! Creo que después de esto, me ahorro los 8'50 (bueno, aquí 6'50 los fines de semana y festivos). ¿Qué tenía de malo el coche fantástico? ¿Es que tú eres más del Equipo A? O de McGiver...

Paco Bernal dijo...

Hola! Gracias por tu comentario! Yo era más de McGyver, pero reconozco que la cazadora y el joyerío de Michael Knight y el coche de sexualidad dudosa, son un must de los ochenta :-) Abracetes

JOAKO dijo...

Máhorrare el dinero...