La ministra de educación austriaca, Frau Claudia Schmied (la pobre)
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5 de Marzo.- corre de boca en boca la decisión de la ministra de educación austriaca, frau Claudia Schmied, de que todos los profesores trabajen dos horas más a la semana. En realidad, como me explicaba ayer una de las afectadas, la medida ministerial acarreará que los profesores trabajen casi cinco horas más. Porque las clases hay que prepararlas, claro; y los ejercicios, corregirlos. La frau Schmied defiende su medida argumentando que, en la coyuntura actual, es necesario que los chavales salgan preparados de las escuelas. El profesorado aduce que el único sentido de la cosa es ahorrar. Dicen también los maestros que se rescindirán los contratos de los más jóvenes y que, dentro de unos años, cuando los docentes actuales se jubilen, es poco probable que haya recambios experimentados que tomen el relevo. Los que ni son juez ni parte en este fregado, también dicen que, en vez de motivar a los profesores trabajadores (que en Austria son mayoría) se les penaliza equiparándoles con sus colegas más vagos.
La maestra con la que yo hablaba estaba muy baja de ánimos, e incluso pensaba seriamente en buscar otro trabajo, al no poder ofrecerles a sus alumnos, a partir de septiembre, la calidad que ella considera necesaria.
En la calle, los austriacos opinan, como casi en todas partes, que los maestros son unos privilegiados que trabajan muchas menos horas que los demás y se benefician de un cerro de vacaciones. En el fondo, lo que subyace es la opinión de que, como con los periodistas, los seleccionadores nacionales de fútbol, los directores de televisión pública o los presidentes del gobierno (por no hablar de los tertulianos políticos) el de maestro es un trabajo que puede hacer bien cualquiera a nada que se ponga un poco.
En cualquier caso, mola un país en el que la educación es un problema sobre el que se discute y que provoca controversia. Mola que los resultados del informe PISA –cuando son geniales y cuando flojean un pelín- sean asunto que se trate en los medios de comnicación. Mola un gobierno que, sea del partido que sea, se propone (aunque no lo consiga) mejorar la educación a nada que se detecta un problema mínimo.
Pero si yo fuera profesor, ¿Me molaría trabajar cinco horas más a la semana?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que poco le favorece la foto a esta señora. Espero que en su gestion sea mas resultona.

amelche dijo...

Si pagan esas cinco horas, sí. La cuestión es que todo el mundo tiene un precio (pintores, albañiles, fontaneros, etc. etc.) y a los profesores se nos pide que trabajemos gratis. Si vas a ver, en comparación, el sueldo por hora de un maestro sale baratísimo, sobre todo los que dan clases particulares. Si un profesor te pide 15 euros por dar clases particulares a tu hijo una hora, te parece caro. Pero si un fontanero te cobra 75 por cambiarte un grifo en media hora, se paga sin protestar y a nadie le parece raro, ni se duda de su profesionalidad.

Paco Bernal dijo...

Hola!
Gracias a los dos por vuestros comentarios.
A CAS: lo lleva mal para ser resultona la senora, la verdad :-)Cuánto tiempo sin saber de ti! Cuéntate algo, hombre. Un abrazo.
A Amelche: creo que es un tema de oferta y demanda. O sea, que hay mucha gente que cree que sabe ensenar y por eso, asi que no se aprecia la ausencia de los profesores (que una pared quede mejor o peor pintada es más evidente). Creo que la ampliación de horarios va a ser "de gratis". Desgraciadamente.
Saludetes :-)