Stefan Petzner, diputado del BZÖ (foto: www.kurier.at)
Pan, amor y fantasía

18 de Abril.- Cuando yo era pequeño y me peleaba con mi hermano (etapa que duró hasta los siete u ocho años, momento en que empezamos a reirnos juntos), descubrí que una de las cosas que más le fastidiaban era darle lo que quería.
Dos no se pelean si uno no quiere dice el refrán pero, el que quiere, puede buscar excusas incluso cuando no las tiene. De esto me acordaba yo cuando, estos días atrás, veía a la administración estadounidense dándole al Gobierno cubano parte de lo que el Gobierno cubano lleva décadas diciendo querer (o sea, un aligeramiento de las draconianas condiciones del embargo).
De pronto, el jovencito Raúl Castro (ese señor que, septuagenario, representa según su hermano “las nuevas generaciones”) se ha visto en una posición nada airosa ¿Cómo explicarle al sufrido proletariado cubano que el monstruo gringo está dejando de serlo? “El pueblo cubano no quiere limosnas”, ha dicho orgulloso Don Raul. Gloria Stefan debe de estar frotándose las manos.
Un poder como el del régimen castrista, edificado durante décadas sobre la heroicidad de la resistencia al embargo ¿Duraría mucho si los cubanos de pronto empezaran a tener de todo? ¿Cuánto tardó en caer el muro de Berlín en cuanto los ciudadanos de la DDR empezaron a poder comprar en las tiendas lo que veían por la tele capitalista? La carne es débil y hace falta mucho poder de convicción para mantener en tensión de lucha a un pueblo con las necesidades colmadas.
Esto ha debido de pensar Barack Obama, cuya meta parece ser destensar un mundo que ya tensó el patazas de Bush hasta los límites de lo sostenible.
Y es que el amor, la atención, la caricia, tienen un potencial destructivo muy peligroso para la gente que no está preparada para recibirlos. Ahí tenemos si no a nuestro viejo conocido Stefan Petzner.
¿A quién? A la presunta tercera pata del matrimonio Haider. Superada ya la fase de llanto compulsivo por la pérdida de su “lebensmensch”, arrumbado como un trasto viejo en alguna oscura covachuela de su partido (mientras el nuevo jefe intenta por todos los medios encontrar algo de la popularidad perdida a nivel nacional), Petzner experimenta, de pronto, lo que es sentirse querido, despertar atención. Hace cosa de un mes, concedió incluso una entrevista, profusa en fotos, a la revista Wiener, en cuya portada se citaban declaraciones de Petzner en las que aseguraba haber “querido mucho a Haider”. De pronto, el patito feo, la presunta deshonra del partido, el ser que debido a su reacción emocional ante la muerte de su lebensmensch había sido precipitadamente separado de la vida pública, se veía compensado por un interés que nunca soñó despertar. El patito feo se había convertido en cisne.
Poco le ha durado la felicidad, sin embargo: publica hoy la prensa austriaca que el señor Petzner puede irse despidiendo de su inmunidad parlamentaria para ser juzgado por un presunto delito contra la protección de datos. El fiscal le acusa de haber revelado en 2006 datos confidenciales de dos ciudadanos sudaneses residentes en Austria a la revista Profil, so pretexto de que correspondían a peligrosos radicales.
El interesado acusa a la fiscalía de tejer un complot contra su persona, ahora que su talento es tan necesario de cara a las elecciones europeas del 7 de Junio en las que su partido se ha marcado como objetivo conseguir un escaño desde el cual seguir repartiendo paz y amor por el Viejo Continente.
Dios nos coja confesados.

3 comentarios:

amelche dijo...

Pero si este hombre lo que tendría que hacer es dedicarse a los culebrones... Entre los lloros por Haider y ahora resulta que proporciona datos de sudaneses, ¿de dónde sacó a los sudaneses y cómo tenía sus datos?

JOAKO dijo...

No mas de diez años le doy al regimen cubano si "roza" con el capitalismo, curiosamente pienso que es el embargo lo que ha contribuido ha hacer casi eterno al regimen Castrista.

Paco Bernal dijo...

Hola a los dos y gracias por vuestros comentarios.
A Amelche: es que este hombre era (aunque parezca increible) diputado. Y los funcionarios tienen derecho a ciertas informaciones.
A Joako: muy inteligente reflexión. Me parece a mí que Obama es de tu misma opinión. Nada fortalece más un grupo de personas (gobierno, grupo de amigos, lo que quieras) que un enemigo común. Un malo reconocible aglutina a la gente y la mantiene tensa.
Yo me muero de interés por ver qué pasa a la muerte de Fidel...
Un saludo.