24 de Mayo.- (esta entrada, con permiso de mis otros lectores, está especialmente dedicada a mi madre, que hubiera disfrutado mucho de haber podido venir). En fin: a lo que vamos: la Ópera de Viena, como puede verse en la foto que encabeza este post, cumple 140 años y, para celebrarlo, ha organizado una jornada de puertas abiertas en la que hemos podido conocer los entresijos de sus representaciones.
La primera parada ha sido en una sala de ensayo que se llama "La sala del órgano", porque hay uno en ella. En el momento de la visita había tres señoras ensayando su papel de criaturas mitológicas para una obra de Wagner. Las ondinas, la verdad, se movían con bastante poca gracia pero cantaban fenomenal.
Cerca, estaba la sala en donde ensaya el ballet de la Ópera. Gráciles bailarinas y no menos jacarandosos bailarines hacían barra para el público al ritmo de románticas melodías como "Rosamunde"
Este caballero cantaba canciones vienesas en una de las salas de ensayo.
En la sala de ensayo del Coro lo que yo en principio había tomado por una masa de inquietos visitantes se ha puesto a cantar un pasaje de Fausto con voz melodiosa. Desde las ventanas, se podía ver también una panorámica bastante poco corriente de uno de los hoteles más famosos de Viena, el Sacher.
Pero a mí, el momento que más ilusión me ha hecho (qué recuerdos) ha sido el de pisar con mis propios pies el escenario de la Ópera, que tiene el mismo fondo y es mucho más alto que la sala.
Este caballero cantaba canciones vienesas en una de las salas de ensayo.
En la sala de ensayo del Coro lo que yo en principio había tomado por una masa de inquietos visitantes se ha puesto a cantar un pasaje de Fausto con voz melodiosa. Desde las ventanas, se podía ver también una panorámica bastante poco corriente de uno de los hoteles más famosos de Viena, el Sacher.
Pero a mí, el momento que más ilusión me ha hecho (qué recuerdos) ha sido el de pisar con mis propios pies el escenario de la Ópera, que tiene el mismo fondo y es mucho más alto que la sala.
También he estado en los camerinos en donde las estrellas del Bel Canto se acicalan para inundar el mundo de música. Heme:
3 comentarios:
¡Hola Paco!...Ha tenido que ser una experiencia muy creativa tu visita a la Ópera, la verdad es que yo cuando fuí en una visita guiada me impresionó mucho estar tras el escenario; sobre todo cuando nos explicaron lo impresionante que es todo lo se mueve detrás de el. Creo recordar nos dijeron que bajo a 11 metros aprox. hay un escenario igual de grande donde cargan y descargan todo en el que caben unos camiones y además existe un pasadizo subterráneo a un edificio de enfrente donde guardan todo el Atrezzo de la Ópera. Una de las cosas más curiosas para mí, fué ver como en el Palco, las butacas tienen unas pequeñas pantallas detrás donde pasan la letra de la ópera en 3 idiomas. ¡Que grande es Viena! y toda la cultura que en ella hay.
Un Abrazo....
gracias cariño desde luego que me lo hubira pasado bomba un beso
Hola!
Muchas gracias por vuestros comentarios.
A Loles: el escenario de la Ópera es alucinante. Ten en cuenta que la rentabilidad de estos teatros reside en poder simultanear varias producciones. Por eso tiene que haber mucho espacio para los decorados. Lo de la traducción sincronizada también mola (sobre todo para aquellos a los que el alemán no nos da para sofisticaciones literarias :-) Yo disfruté como un gorrino en una charca. Y la verdad, me pareció fenomenal que, sobre todo, había mucha gente con niños. Me pareció un planazo, la verdad, visitar un monumento tan interesante con los chavales.
a mi madre: ¿Ves? Si el abono transporte te diera un poco más, pues te podías haber venido, mujer jajaja.
Saludetes
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