Macho macho man

El actor teutón Henning Baum (foto: www.gaby-gerster.com)

(Este post debió publicarse ayer, pero otros agradables menesteres -una cena en cierto rincón literario de la capital- me lo impidieron. Conservo la fecha)




6 de Noviembre.- Puls 4 es la segunda tele privada de Austria y, la verdad, por presupuesto y tamaño de los platós, podría emitir perfectamente desde el salón de mi casa.  Hay veces sin embargo en las que, o bien el resto de las cadenas no echa nada interesante o bien me puede el sentido del deber (¡Este alemán que tengo que practicar!); paso entonces por Puls 4 a ver qué es lo que tienen.

Ayer fue una de esas ocasiones.

Me topé con el final de una película inglesa en la que salía este actor tan majo que era el protagonista de Full Monty –Robert Carlyle-. La peli era quite a tostón pero, como hablaban despacio (y poco) se podía seguir mientras uno realizaba las labores de su vivienda.

Terminado el flín empezó una ficción agradable de la que ya había visto un par de episodios y que es el tema principal de este post. Se trata de Mit Herz und Handschellen (Con Corazón y Esposas, aquí, su link en wikipedia).

La serie la estrenó SAT 1 en 2002, y estuvo en antena durante cuatro temporadas. Seguramente los compradores de ficción de Puls 4 la encontraron en algún saldo y se dedican a amortizarla con ahínco, del mismo modo que Antena 3 exprimió en su momento a Rex, el can vienés que aumentaba la seguridad ciudadana.

Cada episodio muestra, en la típica estructura de tres actos, un caso de una pareja de policías muniqueses (creo que era en Munich donde pasaba la acción pero, en cualquier caso, podría pasar en cualquier ciudad en donde vendan currywurst). Los episodios, normalmente, están montados sobre esa estructura que Hitchcock llamaba “whodunit” (¿Quien lo hizo?). Se trata de buscar, durante cincuenta minutos que transcurren con germánica precisión, al criminal que le descerrajó un tiro en la sién al propietario de un restaurante italiano.

Malo, muerto y, por supuesto, los detectives, están compuestos con desparpajo, eficiencia y los datos biográficos mínimos para que los personajes no hubieran podido ser creados por una máquina. Aún así, a pesar de que esta serie intenta ser atípica por lo que ahora diré, uno no puede librarse de la sensación de estar enfrentándose a una fotonovela protagonizada por figuras recortadas en cartón pluma.

Por supuesto, para que los héroes descansen entre persecución y persecución hay una segunda trama con pretensiones cómicas/sentimentales. Trama A y trama B se cierran en los últimos diez minutos de cada episodio y aquí no ha pasado nada.

¿Por qué digo que esta serie trata de ser original? Herz und Handschellen trata de romper el estereotipo de krimi al uso –o que sus espectadores crean que lo rompe lo cual para el caso es lo mismo- dándole una vuelta al famoso esquema chico-chica- intriga-tensión erótico-festiva haciendo que el chico sea gay. Pero claro, Alemania (particularmente el sur) es un país bastante conservador y la serie aspira a ser apta para todos los públicos, así que las referencias a la homosexualidad del personaje se reducen a que es un tipo que le da a su compañera consejos para que tenga más éxito con los hombres.

Por otra parte, para que la serie resulte también atractiva para aquellos telespectadores heterosexuales adictos a la Budweisser y al rascado inguinal, el personaje del gay está interpretado por un actor al que uno puede imaginarse perfectamente abriendo zanjas en las calles de Munich. Se trata de Henning Baum, un tipo rubicundo y machote, curtido en la industria del telefilm germanoparlante (sección muertes violentas). Un actor competente que corre detrás de los malos pero que, con su sola presencia, hace que la opción sexual de su personaje se convierta en un dato anecdótico incluso cuando los guionistas no tienen más remedio que hacer referencia a ella (momentos Trama B). Esta misma neutralidad general es también la responsable de que los espectadores gays tampoco tengan ocasión de sentirse ofendidos (quien poco habla peca poco) por todo lo cual la serie es como un gran vaso de agua: tan facilmente como entra en el cuerpo sale de él  sin dejar tampoco ningún poso.

Ideal para pasar el rato. Como todos los krimis alemanes.

1 comentario:

Te de llimona dijo...

Hola, Paco!

Ahora voy a ser un poco superficial: oye, que el actor este no está nada mal. Me he hecho hasta fan de él en el Facebook, cuál adolescente que tiene su carpeta llena de fotos de actores guapos :-)