Natascha, modosa, posa junto a una cámara de Puls 4 (foto: Puls 4)
Siempre ha habido clases
22 de Diciembre.- Para muchos de mis paisanos este habrá sido el día de la salud (para mí, también). Salvo seis euros que jugaba por cortesía de mi hermano, la verdad es que no le he dado a la suerte demasiadas ocasiones para que me venga a visitar.
En Austria, la nieve, ayer por la tarde, tomó la consistencia de la arena de la playa. Una espesura parda que cubrió las aceras más transitadas y que, al andar, hacía un ruido rasposo. Hoy, con las temperaturas sobre cero, la nieve se ha resistido a irse de los tejados y ha cubierto –para delicia de los turistas- la mayoría de las superficies ajardinadas, vírgenes de pie humano. Las temperaturas seguirán altas para el gusto aborigen –que siempre se alegra de que la navidad sea tan blanca como en los villancicos- y no se volverá a pasar frío hasta que llegue el fin de semana, cuando el Christkind haya traido los regalos. Yo no lo veré porque estaré en España, con mi familia, subiéndome el ácido úrico, si Dios quiere.
Aparte del tema meteorológico –puedo asegurar que ayer, durante el tradicional vinete navideño con C. y S., mis alumnos, casi me tienen que amputar algo- lo que recorre los mentideros vieneses es el caso de Claudia Schiffer, atrapada en el tren Eurostar durante las grandes nevadas. Mientras el pueblo llano, o sea, las personas con granos, con barriga, con celulitis, los calvos como yo, etcétera, tenían que aguantar en los trenes durante horas y horas, nuestra buena Claudia hizo una llamada con su móvil de última generación y, haciendo gala de muy poquita solidaridad con sus compañeros de infortunio ferroviario, consiguió ser rescatada en menos que canta el marido de la gallina. Así va el mundo, ladies and gentlemen, en este siglo XXI que, según los que entienden de esto, ya ha cumplido una década. La actitud de Claudia ha sido aprovechada por los medios austriacos para devolverle una bofetada sin mano a los medios Piefkes, que habían puesto a escurrir a la República Alpina a cuenta de las últimas declaraciones de nuestra pequeña Natacha (Krampusch).
La exrehén de Prikopil ha recorrido los lugares de su encierro para un documental producido por una cadena alemana; durante la presentación de este programa, de indudable valor periodístico, Fräulein Krampusch declaró que dicho programa sólo podía haberse filmado mediante el patrocinio Piefke; Austria, dijo Natacha, está deseando echarle tierra encima a lo sucedido. Según Krampus, reina en el chiki country con forma de pipa una gana contumaz de mirar para otro lado ante lo desagradable, y un deseo de callarla a toda costa.
Los periódicos locales han aprovechado para recordarle a la muchacha la jugosa cantidad de euros obtenida por sus exclusivas para la ORF, así como los ingresos que le han procurado sus programas de televisión y la compasión universal que suscitó su caso. Y la instaba a cerrar la fruncida boquita, en el mohín que le es tan característico, y a fijarse en otras víctimas de crímenes tan horrorosos como el suyo. Verbigracia en la pobre familia del carcelero de Amstetten que, Dios y la poli mediante, habitan en algún lugar de Austria bajo una nueva identidad sin dar un ruido ni conceder una exlusiva mundial a cambio de los macabros detalles de su vida.
Todas estos tiras y aflojas los ha aprovechado la escritora española Almudena Grandes, para aliñar una columna (aquí) en la que, aprovechando las declaraciones de Krampusch, le afeaba a Austria su actitud frente al fenómeno del nazismo; comparándola con la muy sana de nuestros vecinos del norte que, según ella, purgaron a tiempo sus demonios familiares y ahora viven felices y comen perdices.
En fin.
Por cierto, dejo aquí un enlace especialmente dedicado a mis lectores germanoparlantes en el que podrán ver una entrevista absolutamente desternillante entre dos cabaretistas haciendo de Krampusch y Stephan Petzner. Está extraida de Hi-Society.
Por cierto, dejo aquí un enlace especialmente dedicado a mis lectores germanoparlantes en el que podrán ver una entrevista absolutamente desternillante entre dos cabaretistas haciendo de Krampusch y Stephan Petzner. Está extraida de Hi-Society.
5 comentarios:
Hola Paco!
Muy fuerte lo de la Claudia. No daba crédito cuando he leido lo suyo. Caramba, carambita...
Y aunque no la trago y me carga bastante, algo de razón tiene la Grandes en su juicio sobre Austria. Aunque, qué manía con lo de mezclar churras con merinas (ya me entiendes).Un abrazo!
Menos has perdido, porque yo, los dos décimos y las dos papeletas que llevaba, a la basura. Pero salud que no falte, que es lo más importante.
No tiene nada que ver con el post de hoy...pero mañana fijo que me olvido (tengo que trabajar...bien!!! yupiiiii!!!!) asi que: Feliz Navidad!!! y Felices fiestas, que por lo que veo pasaras en España y con los tuyos (como debe ser!!) y poniendote morao a langistinos.
Un besazo
Maite
Hola a todos!
Muchas gracias por vuestros comentarios.
a Pyro: la Claudia es una pelandrusca!:-) Y de nuestra amiga la Grandes...En fin, a mí el amor (por Austria) me ciega y me duele cuando dicen cosas malas de mi país de adopción (o sea, sólo las puedo decir yo) jajajaja. Abrazos.
A Amelche:ayer fue el día de la salud, qué razón tienes. El año que viene seguro que tendremos más suertecilla.
A Maite: Ay, cómo lo sabes, que me va a subir el colesterol y el ácido úrico jajajajaja.
Una navidad felicísima también para ti y para los tuyos.
Y, por supuesto, para todos los lectores de Viena Directo (que son mogollón).
Yo es que tengo una saturación de Kampusch tan grande que mi cuerpo ya no admite ni un fotograma más en el que aparezca ella: que si la primera entrevista, que si un reportaje sobre el secuestro, que si otra entrevista con notable subida de peso, que si un reportaje un año después de escapar haciendo turismo por Barcelona con mi amor austríaco platónico y bañándose en el mar por primera vez, que si unas imágenes sacándose el permiso de conducir, que si un programa propio de entrevistas, que si otra entrevista paseando por el campo, ahora este reportaje... De verdad: ENOUGH IS ENOUGH.
¡¡¡Para que luegon digan de la televisión de España!!! La ORF no se quedó corta a la hora de rentabilizar esta tragedia, no. A los tres días de salir, toma entrevista al canto y a venderla a precio de oro a todas las televisiones del mundo (más 500 secuelas). Si esto llega a pasar en España, ya veo a los dolientes de turno quejándose de que "Esto sólo puede pasar en la televisión de España, esto no pasa en las teles europeas, esto es una vergüenza, esto es bochornoso, esto es obsceno, etc, etc, etc". Pero mira, resulta que lo hizo la ORF (que se ha lucrado con este tema casi tanto como la propia protagonista).
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