12 meses, 12 fotos, 12 historias (2/2)

 JULIO

Conferencia contra el SIDA en Viena, con la asistencia de numerosas delegaciones internacionales. Con motivo de este magno evento, en el que se tomaron numerosas decisiones importantes, se convocó una besada frente al bonito palacio vienés de Belvedere. Fue, por cierto, el primer evento que cubrí con mi nueva Canon 450 y salieron algunas fotillos que no estuvieron del todo mal.

AGOSTO

Un anhelo de largo tiempo se hizo realidad y, con él, un verdadero maratón fotográfico del que he seleccionado una de mis fotos favoritas. La hice en el Aeropuerto (ahora parque) de Tempelhof durante una bonita tormenta de verano que le sacó los brillos a las antiguas pistas y dejó un cielo limpio ideal para la fotografía. Lo que el espectador no ve es que el que la tiró (yo) estaba muy bien escoltado por Toni, Mar, Noema, Karmele, y Míkel. Por eso sobre todo llevo mi viaje a Berlín en el corazón.


SEPTIEMBRE

Ainara en Viena, con sus padres y sus abuelos. Fueron solo cuatro días pero tengo que decir que me quitaron canas (luego me han vuelto a salir, que ayer fui al peluquero y salí escandalizado de cortarme el pelo). Estuvimos en el Zoo y la chiquitina se lo pasó fenomenal con los animales. Hizo un poco de fresco, eso sí. La delegación celtíbera se tuvo que comprar ropa de más abrigo que la que traía en una operación de emergencia.


OCTUBRE

Francia, qué bella eres. París, Normandía...Un tiempo fenomenal que dio incluso para pasear por la playa y, qué coincidencia, el trigésimo quinto aniversario de mi llegada a este planeta. Me pilló en la localidad normanda de Honfleur (en la foto) a dos pasos del lujoso balneario de Deauville. Se celebraron las tres décadas y media con una opípara cena en un bonito bistrot local.


 NOVIEMBRE

Cuando el frío va llegando, las hojas de los árboles se ponen doradas y hay días hermosos como el de la excursión en que está hecha esta foto. El sitio se llama Braunsberg y domina una hermosa curva del Danubio. La felicidad está hecha de cenas de ganso en restaurantes rurales y de puestas de sol reflejadas en el río.

DICIEMBRE

Parece que 2010 se va a ir como llegó. De momento, en Baviera, como se ve en la foto, nevaba mucho. Un viaje relámpago al sur de Alemania para ver la cara más pija y lujosa de nuestros vecinos del norte y para comprar algún que otro regalillo para echarle una mano a Papá Noel y a los Reyes (aquí lleva el mismo negociado el Christkindl)

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