La tele pública austriaca

Un técnico graba el sonido de una tuba durante el entierro de Otto de Habsburgo (Archivo VD)

12 de Agosto.- Sin lugar a dudas, uno de los logotipos más famosos de Austria es el de la radiotelevisión pública (ORF), el famoso“ladrillo” de la ORF –lo cual, a pesar de lo que dicen las malas lenguas, no tiene nada que ver con lo pacífico de su programación-. O sea, un rectángulo escarlata en el que puede leerse en letras blancas el nombre de la cadena pública. Este logo fue adoptado en 1992 y sustituyó al “ojo” (un óvalo y un círculo concéntricos y de color rojo) que había sido el logotipo inicial de la emisora y que fue creado en los sesenta por el diseñador gráfico y caricaturista austriaco Erich Sokol, fallecido en 2003.

 La tele pública austriaca, sin duda por haber sido, durante muchos años, El Medio de comunicación por antonomasia (el monopolio se rompió a principios de la primera década de este siglo, con la aparición de la televisión privada ATV) es una de las instituciones claves que vertebran el país y los dimes y diretes que genera su gestión, así como la pertinaz sospecha de partidismo que siempre recae sobre los informativos de una cadena pública, son la comidilla de periódicos y revistas.
 Las primeras emisiones de radio en Austria tuvieron lugar en 1923, en pruebas, bajo el membrete de Radio Hekaphon operada por una escuela técnica de Viena. En febrero de 1924, sin embargo, el Gobierno Austriaco concedió la primera licencia para lo que, pasado el tiempo, sería la ORF. La nueva empresa se llamó RAVAG (por Radio Verkehr AG) que casi inmediatamente adoptó el nombre de Radio Wien, marca que aún perdura (empezó sus emisiones el 1 de Octubre de 1924). La radiofonía era entonces una tecnología joven y aún tardó algún tiempo en perfeccionarse. Radio Wien no alcanzó a todos los rincones del territorio austriaco hasta una década más tarde.
 Con la anexión a la Alemania nazi, en 1938, la sociedad RAVAG desapareció y Radio Wien se integró en la red radiofónica nacionalsocialista, situación que perduró hasta el fin de la contienda general. Durante la ocupación por las cuatro potencias aliadas que marcó la primera posguerra,  se emitió un programa radiofónico desde cada una de las cuatro zonas. Sin embargo, en 1955, se unificaron todas las emisoras austriacas y nació lo que, al principio, se llamó Osterreichisches Rundspruchswesen (algo así como ente de Comunicaciones Austriaco). En los sesenta, tras la primera reforma de la ORF, el ente público austriaco de telecomunicaciones adquirió la forma de Instituto de Derecho Público y en los primeros años de este siglo la ORF se transformó en una fundación, forma que conserva hoy en día.
 Actualmente, la televisión pública austriaca tiene dos canales (ORF1 y ORF2, que emiten en sus versiones normal y de alta definición), una emisora deportiva (ORF Sport Plus) –todos de titularidad pública- y un canal semiprivado que se llama TW1 y que emite, sobre todo, programas del archivo de su hermana mayor. A la vuelta del verano se pondrá en marcha ORF3, que parece que va a dedicarse sobre todo a propagar la obra de artistas austriacos y a propagar la cultura de este pequeño pero efervescente país.
 La ORF se financia por medio de aportaciones de los telespectadores y los radioyentes, a través de un canon que se paga de manera anual. Los austriacos están obligados por ley a registrar todos los aparatos de televisión y radio que tienen en su casa, en una oficina creada al efecto y, al objeto de concienciar a la gente de que es importante que sostengan la tele pública, hay campañas en la prensa regularmente para concienciar a los más reacios (es decir, a casi todo el mundo).
 Asimismo, cada cierto tiempo, los espectadores eligen a los miembros del “consejo” de la ORF que son personas que, se supone, representan a la audiencia y se encargan de que la tele pública austriaca sea límpie, fije, y dé esplendor a las ondas herzianas que recorren el país.

2 comentarios:

Humberto Dib dijo...

Hola, llegué hasta tu espacio a través de un blog amigo, me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como seguidor, si me permites.
Si tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

Paco Bernal dijo...

Hola Humberto!

Me alegra mucho que te haya gustado mi blog. Naturalmente, me pasaré por el tuyo.

Saludos desde Viena :-)