Mama told me not to come

Frau Birgit Sarata, de profesión: Operetten Diva (foto:www.nachrichten.at)

12 de Febrero.- Los periódicos de hoy bullen con los dimes y diretes del baile de ayer.

Salvando a aquellos que piensan que los ricos son una raza a exterminar (en este país una modesta minoría) o aquellos que no estaban castigándose el hígado en otros actos sociales, casi todo el país estuvo ayer delante de la tele con su copita de champán en la mano –así lo hice yo,para respetar la tradición- poniendo a escurrir a todo aquel que se atreviera a asomar la jeta por la pantalla. Y es que, señoras y señores, el baile anual de la Ópera Estatal es como si se nos casara todos los años una infanta –o una princesa del pueblo- .

Particularmente sabrosos son los recuentos de las meteduras de pata en directo de los presentadores –en cuyo sueldo supongo que entra que les despellejen vivos-; y aquí sí que no ha habido ni Haideristas ni Heinzlianos. Todo el mundo ha recibido estopa.

De nuestro amigo Alfons, que lleva el frac como si no hubiera hecho otra cosa en la vida –son muchos años- y que, a fuerza de cirugías estéticas, se parece cada vez más a Mr. Spock –o al ex lendakari Ibarretxe- han sido especialmente comentadas las algo peregrinas preguntas que le planteó tanto a la charmante gattin del presidente de la República como a Lady Ashton, superministra de exteriores de la Unión Europea.

A la primera, cuyo aspecto no hace suponer ningún Rottenmeierismo, aunque sea latente, le preguntó si pensaba ser una abuela estricta. Y a Lady Ashton la cual, por cierto, disfruta en simpatía lo que sus genes le negaron en belleza, le preguntó si la Reina de Inglaterra era divertida (“Is she fun?” , y se quedó más ancho que largo).

Otra con Lady Ashton:

La superministra iba vestida en un traje negro con las mangas de encaje que no es que le sentara mal, pero que tampoco hacía nada en su favor. Es conocido para cualquiera que tenga ojos en la cara, que no hay inglesa que sepa vestir (y ni mencionar a Lady Di, que era una cursi de tomo y lomo).

Empieza la entrevista, parejas danzantes de fondo, y mi Alfons Haider le espeta a la señora superministra:

-Good evening lady Ashton. May I call you Ma´am? (Buenas noches, Lady Ashton, puedo llamarla Señora?

A lo que la superministra, con una sonrisa burbujeante de institutriz piropeada por el Lorenzo Lamas de la serie, contestó:

-Yo can call me whatever you want (me puede usted llamar lo que quiera).

Se conoce que la mujer tenía una idea muy lejana de las posibilidades que tenía de coquetear con quien la estaba entrevistando.

Heinzl también ha recibido collejas varias (con más razón, creo yo, que Haider).

Estaba como un flan cuando entrevistó a Katie Price –por cierto, más ordinaria y más basta que la lija del catorce-. Empezó a preguntarle en alemán, como si fuera alguna de las pupilas de Lugner y, a mitad de la pregunta, la Price le cortó y, de bastante mala manera, le dijo: in english (en inglés). Y ahí, Dominic perdió los papeles. Más tarde, Heinzl trató de justificar su nerviosismo alegando que estaba hipnotizado por las lolas de Price -generosamente rebosantes del escote de su vestido color turquesa-. En fin.

Esta fue la primera. En la que quedó claro, por cierto, que Heinzl es de los que bajan la media del informe PISA. Tiene un inglés que, en condiciones normales (sin el corte de pelo a capas) le hubiera dado justito justito para conducir fiakers con turistas japoneses en la parada del Albertina.

La segunda fue cuando Birgit Sarata llegó a la escalinata de la Ópera. La presidenta de la Asociación de Amigos de la Laca Nelly le dijo que era encantador y Heinzl repuso que “ahora estaba en la ORF” a lo cual la otra le contestó que, claro “ahora se veía obligado a ser decente”.

Amén

2 comentarios:

Pablo dijo...

Muy buenas:

Ya hacía tiempo que no me pasaba por aquí. Muy divertida la entrada y los cotilleos austriacos.

Paco Bernal dijo...

Hola Pablo!

Muchas gracias por tu comentario.

El otro día estuve yo también en tu blog y la verdad es que, lo que dices está tan bien dicho que cualquier comentario no tendría nada que anadir.

Un abrazo y cuidate